Análisis Mario Party: Star Rush
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Análisis Mario Party: Star Rush

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Mario Party es una de las sagas protagonizadas por los famosos fontaneros (y todos sus innumerables compañeros) más exitosas. Con 10 entregas numeradas y unos cuantos spin-off, la cantidad de adeptos que arrastra es digna de admiración. A pesar de que las entregas más recientes han decepcionado a una parte de sus seguidores, el anuncio y la posterior llegada de un nuevo Mario Party siempre es algo que celebramos; y ahora por fin está entre nosotros Mario Party Star Rush. Pero, ¿logrará esta nueva entrega estar a la altura de los clásicos? Acompañadnos en nuestro análisis para descubrirlo.

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¡Que comience la fiesta!

Como todos sabréis, la saga Mario Party siempre ha estado enfocada a un tipo de juego bastante casual, proponiendo partidas cortas acompañados de nuestros amigos. Mario Party: Star Rush mantiene esta esencia intacta, pero incluyendo algunos cambios importantes. Por un lado, en los modos de juego principales, esta nueva entrega acaba con el hecho de tener que esperar al turno de todos nuestros rivales, haciéndonos lanzar los dados y movernos a la vez que ellos. Esto, en cierto modo, nos ha gustado, ya que logra hacer más dinámico el gameplay y maximizar el tiempo que pasamos jugando realmente; pero, por otro lado, elimina cierto componente estratégico que aleja aún más a Mario Party de ese juego de tablero virtual que nos enamoraba en las primeras entregas. Un cambio que puede gustar o no, pero que sin duda alguna favorece al juego rápido en consola portátil.

Una gran pega de este Mario Party en Nintendo 3DS es que no incluye un modo online. Es algo que sorprende y que duele no ver, ya que absolutamente todo en el videojuego encajaría a la perfección con la inclusión de esta modalidad. Para consolarnos por esta pérdida, lo que sí tenemos incluido es un buen sistema que nos permita jugar en local con nuestros amigos, incluso cuando ellos no tengan el juego. Tan solo es necesaria una copia de Mario Party: Star Rush para comenzar a disfrutar de una partida multijugador con hasta 4 jugadores gracias a la descarga gratuita de Prty Guest. Cabe destacar que, probando este modo, nos ha sorprendido lo bien que va la conexión, pudiendo jugar con tan poco lag que incluso la música de las distintas consolas iba bien sincronizada. Un punto muy a favor que casi compensa la falta de un obviamente necesario online.

Pero lo que realmente define si un Mario Party se hunde o flota hasta el cielo para convertirse en un éxito son los minijuegos y modos de juego, y eso es lo que nos dispondremos a comentar a continuación, porque Mario Party: Star Rush va a dar mucho de qué hablar en estos aspectos, ya sea para bien o mal.

Modos de juego

Mario Party: Star Rush cuenta con un sistema de niveles que, al ir jugando y ganando experiencia, nos desbloquea a los diferentes personajes del juego y, lo que es más importante, modos de juego. El número total de ellos la verdad es que no es muy alto, y algunos no acaban de cuajar, pero en general hemos de reconocer que, como todo Mario Party, resulta divertido.

El modo de juego principal, que viene desbloqueado de base, es Toads a la Aventura. Es aquí donde probablemente pasemos más tiempo y se nota que es uno de los puntos donde se ha puesto más énfasis. Tendremos que ponernos en la piel de uno de los toads de colores para trasladarnos al mapa que elijamos (habrá 3 mapas por mundo, y podremos desbloquear varios mundos) y comenzar la partida. En este modo tendremos que lanzar los dados para movernos por el escenario, en donde aparecerán distintos jefes a los que tendremos que alcanzar. El objetivo es acumular el mayor número de monedas (a través de recoger las del mapa o ganar minijuegos) y estrellas (se consiguen venciendo en los minijuegos de los bosses). Al final de la partida, cada 10 monedas equivaldrán a una estrella, y el jugador con más estrellas se lleva la victoria. Pero por el medio hay mucho más que hacer, ya que será vital conseguir aliados, a los cuales podemos recoger en los puntos del mapa en donde aparecen, o conseguirlos venciendo en minijuegos a los rivales. Sin embargo, aquí vuelve a haber un pequeño detalle que escama un poco, y es que estos minijuegos que deciden el destino de los personajes se basan casi por completo en el azar, haciendo que la sensación final no sea del todo justa. Es cierto que Mario Party se asemeja a un juego de tablero y hay un componente de azar, pero en esta entrega falta casi por completo el componente de estrategia/habilidad. En cuanto a los minijuegos normales, están casi la totalidad de los 53 que tiene el juego y que comentaremos más adelante.

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Por otro lado, tenemos modos de juego más innovadores como Maratón Monetaria, que es uno de esos conceptos que se adaptan maravillosamente a un Mario Party en Nintendo 3DS, pero que parece que no acaban de cuajar. Aquí tendremos que disputar contra otros jugadores una carrera en la que cada moneda que consigamos equivale a un paso. Conseguiremos estas monedas disputando minijuegos y, en general, son partidas de unos 5 minutos que resultan divertidas. El problema viene derivado de que el número de minijuegos dedicados a este modo es bastante escaso y al cabo de 4 o 5 carreras, ya estaremos repitiendo una y otra vez las mismas pruebas.

Uno de los modos que sí encaja mejor es Fiesta de Globos. Este es el modo más clásico y, escogiendo a cualquier personaje, simplemente tendremos que lanzar el dado, conseguir monedas, explotar globos y luchar en minijuegos. Este es el mejor modo para probar minijuegos ya que propone partidas bastante rápidas e incluye un buen número de estas pruebas.

Otros modos que podremos desbloquear son Puzle Numérico, un puzle competitivo que resulta muy divertido; Mariogammon, una carrera por un tablero lineal que no acaba de convencer; Dando la Nota, para seguir el ritmo de canciones de Mario de forma bastante sosa; o Torre de Neón, donde tendremos que escalar una torre iluminando el camino.

En general, los modos de juego tienen una cara muy amable, que se presenta con innovaciones y mucha diversión; y una cruz menos agradable que nos da de bruces con modos muy sosos como Dando la nota, en donde prácticamente no hay que hacer nada más que escuchar y tocar la pantalla táctil sin necesidad de tener sentido alguno del ritmo o habilidad.

Minijuegos

Si justo ahora comentábamos que los modos de juegos tienen una cara y una cruz que ofrecen sensaciones muy distintas, con los minijuegos tenemos algo aún más marcado. La disputa de calidad contra cantidad vuelve a relucir, siendo la calidad en este caso el factor positivo, y la cantidad el negativo.

Mario Party se basa en jugar a minijuegos, y el hecho de que solo se incluyan 53 (en total, no todos están en cada modo de juego) hace que sea muy fácil jugarlos todos en unas horas y comenzar a aborrecerlos. Además, supone un paso atrás respecto a anteriores entregas, y es que en las últimas que pudimos disfrutar el número rozaba los 80, lo cual supone una diferencia más que significativa respecto a Star Rush.

Sin embargo, para compensarlo tenemos la calidad. Si en las últimas entregas las críticas venían por que los minijuegos eran sosos y aburridos, este juego invierte los papeles y nos ofrece, en general, minijuegos novedosos, divertidos y muy adecuados para jugar en compañía. Es cierto que hay alguna que otra prueba que se basa demasiado en el azar, y que los minijuegos de los bosses podrían haber dado algo más de sí; pero el grueso de este contenido es una estructura sólida que se sostiene muy bien y logra sin ningún esfuerzo hacernos pasar buenos ratos.

Conclusión

Resulta muy difícil dar un veredicto final a Mario Party: Star Rush porque es un juego que no tiene un punto intermedio. No es un juego mediocre en ningún aspecto, sus luces son muy brillantes y sus sombras muy oscuras. Está claro que no es ese Mario Party de corte clásico que los fans de la portátil esperan, pero e suna evolución en la saga que no va por un camino nada malo y que, desde nuestro punto de vista, tiene un potencial al que Star Rush no hace justicia.

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¿Resulta divertido en conjunto? Sí. ¿Recomendaríamos su compra? Esa pregunta ya es más difícil de responder y es que sus modos de juego no son demasiado numerosos, y algunos de ellos son sosos; pero los que son buenos, logran enganchar y divertir bastante. Sus minijuegos se quedan bastante cortos en cuanto a cantidad, pero sí que tienen calidad y resultan sorprendentes. Tendréis que ser vosotros los que, con estas cartas sobre la mesa, juzguéis si Mario Party: Star Rush merece la pena, jugones.

Redactado por:

Videojuerguista, lector y cinéfilo desde que tengo uso de razón. Hablo de videojuegos, cine, series o lo que me dejen. Incondicional del RPG clásico, lo indie y el wéstern. Me gustan los números y puedes encontrarme con una raqueta en la mano.