Por fin llega el inicio de la temporada futbolística, no solo en la realidad donde los grandes equipos empiezan la lucha por ser el mejor y el que levante más títulos a final de temporada. También en lo que a videojuegos se refiere tenemos nuestro clásico, ese gran partido que todo el mundo espera y que por fin ha llegado. El duelo entre las sagas PES y FIFA es ya todo un clásico durante estos meses y una vez más serán los usuarios, los jugadores, los que decidan quién es el vencedor.
Nosotros hemos jugado a fondo al nuevo PES 2018 de Konami, y hoy nos disponemos a contaros nuestras impresiones tanto a nivel jugable, donde ya os avanzamos que el título destaca de manera más clara, como en su apartado gráfico y los distintos modos de juego que tendremos disponibles.
No vamos a entrar en detalle con los altibajos de la saga desde Pro Evolution Soccer 6 hasta la actualidad, ya que todos los conocemos y los hemos discutido en infinidad de ocasiones, pero la jugabilidad siempre ha sido la seña de identidad para la franquicia.
Mantener un ritmo apetecible durante los partidos y que engancharan al jugador siempre ha sido una de las claves para Konami y en PES 2018 lo han vuelto a conseguir con creces. Estamos sin duda ante el mejor Pro Evolution Soccer de los últimos años, mejorando el ya de por sí buen título del que gozamos la temporada pasada y conservando el control total sobre el juego que siempre ha caracterizado a la saga. La física del balón es un aspecto clave para conseguir un gran dinamismo durante los partidos, con un estilo algo más pausado que en anteriores ediciones y que consigue una mezcla muy acertada entre simulador y arcade.
Gracias a las capturas realizadas por Konami, los movimientos característicos sobre el césped de los mejores jugadores son clave para que la experiencia sea más realista, ya que además en todo momento sentimos que podemos hacer lo que queramos con los jugadores con el nuevo sistema de regates que nos permite tener un mayor control sobre ellos. Con un sencillo movimiento de stick podremos realizar amagos para engañar a las defensas, y el nuevo Real Touch+ hace que los jugadores reaccionen usando las diferentes partes del cuerpo para recibir el balón según la altura del mismo. Proteger el esférico o efectuar todo tipo de pases y disparos resulta intuitivo y permite disfrutar de PES 2018 desde el primer partido amistoso con el que empezamos a jugar.
Los porteros han sido otra de las gratas sorpresas al empezar a jugar al nuevo PES, ya que sus movimientos lucen realmente espectaculares y los hacen arqueros de garantías tanto en las acciones de reflejos bajo palos como en los uno contra uno con los delanteros. Es cierto que en algunos disparos de media distancia podrían hacer algo más, pero no parece un defecto de los porteros como tal sino una consecuencia de que la compañía haya querido crear un juego divertido para el usuario donde se marque una cantidad notable de goles.
Konami ha conseguido una gran recreación de los jugadores en PES 2018, sobretodo los de equipos licenciados (son pocos, pero eso lo veremos más adelante). Los rostros de los principales cracks de FC Barcelona, Atlético de Madrid, Borussia Dortmund, Liverpool o Inter de Milán, con todas sus expresiones y tatuajes incluidos, lucen espectaculares. Sin duda, el uso del Fox Engine como motor gráfico ayuda a que el nivel de realismo haya ido en aumento sobretodo en las dos últimas entregas de la saga. Pero también es verdad que en otros jugadores no nos encontramos con unos resultados tan satisfactorios, dando la sensación de haberse centrado mucho en los grandes cracks pero abandonando un poco al resto, con un resultado un tanto agridulce.
La puesta en escena antes de los partidos también está muy lograda, en gran parte gracias a las licencias de la Champions League, con el estadio virtual que aparece en televisión como novedad este año y que siempre consigue erizarnos la piel con su himno. El sistema Real Capture ayuda a que la recreación de otros estadios como Anfield, Camp Nou o Signal Iduna Park y sus túneles de vestuarios con los jugadores antes de saltar al campo sea otra de las razones para mantenernos sin saltar la intro una vez tras otra.
En cuanto el esférico empieza a rodar es cuando notamos algunos fallos en las animaciones un tanto forzadas que enturbian un poco la experiencia jugable. Las aficiones tampoco ayudan en exceso, ya que la ambientación no acaba de hacer que nos sintamos como si estubieramos nosotros sobre el césped y los comentarios un tanto forzados de Carlos Martínez y Maldini acaban por dejarnos con un sabor un tanto agridulce.
El diseño de los menús, aunque no influye para nada en la experiencia jugable, parece un tanto descuidado y da la sensación de llevar demasiando tiempo viendo lo mismo. El menú principal es sencillo, intuitivo y cumple su cometido, pero se agradecería un cambio en este aspecto buscando un diseño más moderno que le daría un soplo de aire fresco y un toque algo más sofisticado al juego.
Profundizando un poco en PES 2018 es cuando nos encontramos con las principales carencias del título. La falta de licencias es, sin duda, uno de los puntos negativos que pueden hacer decidirse al usuario final entre las opciones del mercado.
Los equipos licenciados cuentan con jugadores, estadios y equipaciones realmente espectaculares, pero no suficientes. Estamos de acuerdo en la calidad, pero no en la cantidad. Cierto es que contar con la Champions y la Europa League es un punto a favor para Konami y PES 2018, pero el número de equipos y ligas reales es insuficiente para los tiempos que corren, sobretodo teniendo en cuenta la feroz competencia que tiene el juego en este aspecto.
Un juego de fútbol al que le vamos a dedicar un número tan elevado de horas y que no cuente con equipos como el Bayern de Munich, o en el que clubes como el Real Madrid o algunos de los mejores equipos de la Premier League no dispongan de sus nombres ni escudos es algo que penaliza demasiado. Se puede instalar un parche que añade la gran mayoría de escudos y equipaciones reales en sencillos pasos con sólo un ordenador y una memoria externa, pero no es algo oficial ni que todos los usuarios estén dispuestos a hacer.
En cuanto a los modos de juego, el más destacado sigue siendo el modo Liga Máster, sin duda el más mítico y adictivo de la saga por todas las opciones que nos propone. En él nos pondremos en la piel de un director deportivo y podremos gestionar todas las labores de nuestro club, empezando por gestionar los traspasos, los presupuestos o las tácticas del equipo y finalmente jugando los partidos. Disputaremos diferentes torneos según el club que escojamos, pudiendo llegar a jugar distintas competiciones como la Champions League o la Copa del Rey. Presenta pocas novedades respecto a versiones anteriores, siendo la más destacada poder elegir entre el modo Clásico o el nuevo modo Desafío, con el que nos encontraremos con muchas más dificultades a la hora de gestionar nuestro club.
My Club sigue siendo otro de los más jugados por los usuarios, donde podremos crearnos un equipo desde cero e ir fichando y mejorando nuestra plantilla con los mejores jugadores del mundo. Aquí es donde hemos encontrado más lagunas, ya que es algo confuso y complicado entender el funcionamiento del sistema de fichajes y resulta poco intuitivo en líneas generales. Uno de los grandes alicientes de este modo de juego son las leyendas incluidas y que podremos adquirir con representantes especiales, como David Beckham (exclusivo de PES 2018), Diego Armando Maradona, Michael Owen o Ian Rush, entre otros.
Una de las grandes novedades de esta entrega es la llegada del modo cooperativo 2vs2 y 3vs3, donde podremos jugar con nuestros amigos tanto en partidos online como offline. El nuevo sistema de valoración después de los partidos permitirá diferenciar el rendimiento de cada jugador de forma individual, contando con puntuaciones para ambos equipos pero también de cada uno de los participantes, pudiendo ver quién ha sido el jugador más valioso del partido.
Además contaremos con el clásico modo Ser Leyenda y las competiciones incluidas en el título, con todas las ligas y copas de los países disponibles, aunque aquí sigue siendo claro protagonista la Champions League. Hay que decir que, aunque en primera instancia parece un gran aliciente disputar la mayor competición continental, el hecho de que se juegue de forma individual le resta algo de diversión y puede acabar resultando repetitivo y careciendo de interés.
Es indudable que PES 2018 es el mejor Pro Evolution Soccer de los últimos años, con un buen trabajo de Konami que ha conseguido encontrar el camino a seguir y que cada año mejora claramente al anterior. La compañía ha logrado recuperar una identidad clara en lo que a jugabilidad se refiere, con una mezcla entre simulador y arcade que lo convierte en un título dinámico, divertido y con un sistema de control muy accesible desde el minuto uno de juego.
Pero no sabemos si hoy en día es suficiente con esto. La escasez de licencias y la poca innovación en los distintos modos de juego hacen que la experiencia con PES 2018 no sea del todo completa. Hay que tener en cuenta que los usuarios adquieren este tipo de juegos deportivos para dedicarle un gran número de horas, y la profundidad del título es básica para retener a los jugadores.
En resumen, PES 2018 es un juego perfecto para jugar unos partidos con amigos tanto online como offline, gracias a un buen apartado gráfico y a una jugabilidad que ha mejorado muchísimo en las últimas entregas y que lo convierte en un título notable. Pero quizá no es lo que buscamos y debe mejorar si lo que queremos es algo más completo, profundo y a lo que dedicarle horas con distintos y variados modos de juego.