Empezamos quizá con los dos aspectos que más dependen de cada persona, pues a fin de cuentas, cada mano es distinta y para gustos colores. En mi caso particular, nunca había tenido un ratón que no fuese de color negro o, como mucho, gris, por lo que temía que el nuevo color blanco pudiera decepcionarme, pero nada más lejos de la realidad: a partir de ahora mis periféricos serán de color blanco. 😁
Es evidente que el color blanco es el protagonista del Cobra Pro, aunque la marca ha mantenido ciertos elementos en color negro que le aportan algo de contraste, como la rueda, los pequeños botones centrales y los laterales del ratón. Lo malo aquí es que la parte negra sea tipo "piano black", un tipo de acabado brillante propenso a los arañazos y a la suciedad.
En cuanto a la comodidad, tras unas cuantas horas trabajando y jugando con el Cobra White, debo decir que estoy ante uno de los ratones más cómodos que he podido probar. Yo soy una persona que prefiere los ratones ligeros, mi tipo de agarre es "finger tip" y el tamaño de mi mano es mediano; me suelo adaptar bien a casi todo, salvo a los ratones pesados. Vengo de un Viper V2 Pro y, aunque el Cobra White es algo más pesado que el Viper (77g vs 59g), la diferencia no es tan acusada como para que me resulte incómodo. También debo decir que es un ratón tirando a pequeño, por lo que podría ser inadecuado si tienes las manos grandes y tu tipo de agarre es "palm grip". Si tu tipo de agarre es cualquier otro, te resultará comodísimo.
Un último aspecto a destacar del Cobra Pro en este sentido es la mejora del agarre lateral, con una goma muy suave que hace que sea muy difícil que se nos escape durante nuestras sesiones de juego. Quizá un aspecto mejorable en cuanto a comodidad es la dureza de la rueda, que quizá con el tiempo termine quedándose con una presión menor, pero de entrada creo que hay que ejercer una fuerza demasiado grande con el dedo para utilizarla.
No voy a negarlo: el Cobra White es precioso, y si a eso le sumamos su increíble iluminación RGB, me vuela la cabeza. Aún así, el RGB tiene un coste en varios aspectos, como un mayor peso debido a sus componentes y, evidentemente, una penalización en la duración de la batería.
El Cobra Pro White cuenta con tres zonas de iluminación: los laterales de la rueda, el logo de Razer y una tira inferior que recorre todo el ratón por debajo, salvo la parte superior, y hace que refleje la luz en la mesa (o en la alfombrilla). Sí, quizá es demasiada iluminación para un ratón inalámbrico, y hubiese estado bien poder desactivar ciertas zonas para ahorrar algo de batería, pero por desgracia, todas las zonas se controlan a la vez, no son independientes. Si eres de los que le gusta el RGB, créeme, lo de este ratón no es ni medio normal, sin contar que le han montado unos LEDs muy muy potentes para el tamaño del dispositivo; con el ajuste al 60% ya consigues un brillo muy elevado.
Mediante el software Razer Synapse podemos controlar el brillo, los efectos (que evidentemente se sincronizan con el resto de periféricos Razer), y un ajuste de atenuación inteligente, que disminuye el brillo mientras estamos usando el ratón para ahorrar algo de batería.
Centrémonos en uno de los aspectos más importantes de un mouse inalámbrico: la duración de la batería. Aquí tengo sentimientos encontrados, pues viniendo de un Viper V2 Pro he notado un bajón importante en cuanto a duración, sobre todo usando la iluminación RGB. Resumiendo, si usamos el adaptador inalámbrico USB que viene con el Cobra Pro y NO utilizamos RGB, podemos conseguir una duración de alrededor de unas 80-90 horas con la tasa de sondeo establecida en 1000 Hz. Si activamos el RGB (en mi caso brillo al 40% y atenuación inteligente activa), el ratón no logará pasar de las 50 horas.
Si queremos mayor duración, no nos queda otra que desactivar la iluminación o bajar la tasa de sondeo, con la disminución de rendimiento que esto conlleva.
Entramos quizá en el apartado donde mejor se desenvuelve este ratón; el Razer Cobra cuenta con un sensor de 30.000 DPI y 1000 Hz de tasa de sondeo (el ya conocido PixArt PAW3349), que además es extremadamente preciso en cualquier superficie. Os diría que os podéis desprender de la alfombrilla.
En cuanto a la latencia, es extremadamente baja, de poco más de 2 ms, justo a lo que nos suele tener acostumbrados Razer, al menos en la gama alta. En videojuegos se siente genial, responde perfectamente a cualquier movimiento, sin hacer cosas extrañas o interpretar incorrectamente nuestras órdenes. El buen agarre lateral hace que sea muy difícil que se nos escape el ratón de las manos en un movimiento brusco; se adapta a ti como un guante, da gusto utilizarlo.
Todos los botones tienen un clic suave y preciso, salvo quizá la rueda que se siente un poco dura, al menos si lo comparo con el Viper V2 Pro que utilizaba hasta ahora. Otra pega que vosotros no vais a notar es que los botones son algo ruidosos, algo que podría molestar si usáis el ratón en entornos de trabajo.
En definitiva, si buscáis rendimiento, el Cobra Pro no os va a decepcionar; si venís de un ratón con un sensor más básico, el paso al PAW3349 lo vais a notar, y mucho, y el mimo que ha puesto Razer en este apartado en general se nota.
El Cobra Pro White representa muy bien lo que nos tiene acostumbrados Razer: Un gran diseño, un rendimiento impecable, una calidad excepcional pero, eso sí, a un precio más elevado que el de la mayoría de sus competidores.
Desde Areajugones recomendamos este ratón si juegas a FPS, buscas una calidad en el sensor excepcional, una latencia bajísima y, de paso, te gusta el RGB y tienes un setup en el que el blanco puede quedar bien.
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