Desde su lanzamiento el pasado año 2012 en la anterior generación de consolas, Sine Mora se afianzó como uno de los mejores y más destacados shoot´em up al más puro estilo clásico. El trabajado realizado desde Digital Reality y Grasshopper Manufacture (No More Heroes y Lollipop Chainsaw) supuso para los amantes del género un soplo de aire fresco que bien recordaba a juegos tan míticos como Gradius, R-Type o Lords of Thunder.
En esta ocasión y ante la buena acogida que tuvo el título desde THQ Nordic se ha realizado una remasterización para la actual generación de videojuegos con un lavado de cara en casi todos los apartados del juego con diversas mejoras en cuanto nuevas modalidades que os contamos a continuación en nuestro análisis de Sine Mora EX.
Nos encontramos ante un título que no solo inundará la pantalla con cientos de disparos, balas y enemigos por todos sitios, sino que además pretende contar una historia, un relato de aviones militares y viajes en el tiempo para revivir la cruda realidad de la guerra. Un mundo asolado donde el genocidio y la esclavitud quedan patentes en la mermada fe de la población y las historias que los protagonistas narran en pequeños fragmentos de texto durante el juego.
Aunque la historia hila perfectamente cuesta seguirla debido a los cambios bruscos que nos dejaran un tanto desconcertados, todo debido a que nos encontramos entre dos marcos de tiempo, a lo largo de varias épocas, donde la narrativa salta constantemente entre ellas. Como decíamos toda la narrativa se va desgranando en pequeños textos donde los protagonistas intercalan conversaciones que explican el devenir de los hechos, unos textos narrados por unas voces un tanto sombrías y grises en perfecto inglés.
Por tanto, es bastante importante prestar atención a toda la novela puesto que al final todo se entrelazará dando pie a un final perfectamente estructurado que debéis descubrir por vosotros mismos.
Al margen de la historia Sine Mora EX es un shoot´em up de la vieja escuela un título frenético donde pilotaremos un avión de combate a través de maravillosos escenarios modelados en entornos 2D con desplazamiento lateral junto a diversos cambios de cámara en los cambios angulares de escena que amplían la experiencia inmersiva del título.
El estudio húngaro quiso innovar mezclando géneros dotando al juego con ciertos toques de ‘bullet-hell’ en los que veremos la pantalla completamente impregnada de balas, ataques y explosiones que nos harán perder la cabeza en más de una ocasión. No obstante, los desarrolladores han pensado un poco en el bienestar de nuestras mentes proporcionando un ‘tiempo-bala’ en el que al pulsar un botón todo se ralentizará menos nosotros permitiéndonos esquivar balas y disparar a diestro y siniestro contra todos los enemigos presentes a nuestro paso.
Otro de los aspectos importantes de la jugabilidad será tener siempre presente el medidor de salud, el cual está completamente determinado por el temporizador presente en la pantalla en todo momento. Si recibimos daño se acortarán los segundos del reloj de manera que, si este llega a cero moriremos perdiendo un crédito. Para aumentar el contador, y no morir en el intento, bastará con que vayamos derrotando a todos los enemigos que nos encontremos los cuales nos recompensaran con diversos power-up o con valiosos segundos para superar las distintas pantallas.
Este estilo y forma de supervivencia resulta adictiva y entretenida, y nos hará estar pegados a la pantalla durante varias horas sobre todo cuando nos veamos movidos por la adrenalina cuando veamos qué el tiempo se acaba antes de derrotar a uno de los impresionantes jefes finales que nos esperan en cada acto.
Tras cinco años desde su lanzamiento original, esta nueva remasterización que nos propone THQ Nordic cuenta con diversos incentivos, al margen de las mejoras visuales, con diversos modos de juego adicionales. Al margen de la campaña principal, la cual ronda entre cuatro y cinco horas, el juego invita a ser rejugado por un lado, con el 'modo cooperativo' donde el segundo jugador manejará un dron capaz de disparar en todas direcciones y proporcionar un escudo al jugador principal.
Por otro lado, tendremos tres mini juegos bastante sencillos y rápidos de terminar con dos duelos a muerte y una carrera entre dos aviones donde si golpeamos a un enemigo perderemos algo que para nada llega a ser entretenido en ningún momento. También podremos volver a enfrentarnos a los excelentes jefes finales para superar nuestras puntuaciones y, finalmente tendremos el ‘modo desafío’ donde nos esperan diversas misiones cortas donde deberemos avanzar antes de que acabe el tiempo sin recibir ningún tipo de daño.
Algo que nos ha dejado un poco fríos es el apartado sonoro donde la música no acompaña como cabría esperar es un título de este género donde el frenetismo de las partidas aumentaría ostensiblemente con una obra musical bien adaptada sin embargo tenemos un ambiente frio y desolador que resta mucho al juego.
Sin duda nos encontramos ante una versión extendida de Sine Mora con diversos incentivos para conocer un título muy interesante para aquellos que no lo pudiesen disfrutar en la pasada generación. Por otro lado, los nuevos alicientes de esta remasterización no bastaran para quienes ya hayan disfrutado el juego con anterioridad. Eso sí jugar en Nintendo Switch con el añadido de la portabilidad puede suponer, para los amantes del género, una compra obligada.