El poder de dominar el tiempo es algo que muchos hemos querido tener, ya sea para avanzar, retroceder, o simplemente ralentizarlo hasta casi el punto de congelarlo para hacer lo que queramos. Esto último es lo que ocurre en SUPERHOT, un shooter fuera de lo común que, al más puro estilo Inception, nos mete en la piel de un jugador que juega, valga la redundancia, a SUPERHOT. Dicho esto, aceleremos un poco las cosas y vamos con el análisis propiamente dicho.
Como ya hemos mencionado antes, el juego nos lleva a encarnar a un jugador al que este juego llega de la “mano” de un amigo. Lo decimos entre comillas ya que toda comunicación en este juego se hace a través de un chat muy especial, principalmente porque el juego nos invita a escribir para responder cuando alguien hable con nosotros. Eso sí, no esperéis poder llamar de todo a nuestro interlocutor, ya que sean cuales sean las teclas que pulsemos, los mensajes están ya predefinidos. De hecho cuando juguemos con el mando (porque sí, se puede jugar con el mando) tendremos que usar los gatillos para escribir los susodichos mensajes.
En el momento que entremos al juego, nos encontraremos con un tutorial rápido y muy sencillo, lo básico para saber movernos y enfrentarnos a los enemigos que no tardarán en salir dispuestos a echarnos del juego. Mucho cuidado con esto, ya que con un solo golpe estaremos fuera, sea por un disparo, un puñetazo o una katana que nos corte en dos. ¿Cuál es nuestra ventaja entonces? El hecho de que el tiempo prácticamente no avanza a menos que nosotros nos movamos.
La mecánica que caracteriza a SUPERHOT es precisamente esa, que el tiempo se mueve cuando nosotros nos movemos. Eso sí, no os engañéis y penséis que tenéis todo el tiempo del mundo para mirarlo todo y después moveros, ya que aunque lo hace realmente despacio, el tiempo sigue avanzando incluso cuando estamos quietos. Lo que sí es cierto es que esto también nos será de ayuda, ya que si lo aprovechamos bien podremos predecir (de hecho lo acabaremos haciendo fácilmente) hacia donde se van a mover nuestros enemigos, además de la trayectoria de las balas que nos disparen, pudiendo actuar acorde con ello para poder seguir avanzando.
¿Qué ocurre si, por caprichos del destino, acabamos muriendo? Pues que el tiempo retrocederá hasta el punto en que aparecimos al principio, donde será decisión nuestra si repetir los movimientos que nos llevaron a fallar tratando de hacerlo mejor esta vez, o cambiar nuestra estrategia de ir de frente hacia quienes nos intentan volar la cabeza y en cambio asegurarnos de que pierden sus armas con la intención de usarlas contra ellos. Este juego supone un constante sistema de prueba y error, ya que raro será el nivel que podamos superar de una sola vez y sin tener que repetir nuestros pasos hasta superarlo por completo.
El juego, como se espera de la mayor parte de títulos que salen a día de hoy, está completamente adaptando al control con mando. Hay que reconocer que los movimientos son buenos, reaccionan como deben a nuestras órdenes como lo podrían hacer en otros títulos de acción. ¿La pega? La que podemos encontrarnos en cualquier shooter si lo jugamos con un mando: Sin experiencia, apuntar y disparar a nuestros enemigos nos supondrá una odisea increíble. Este no es un punto en contra del juego, ni mucho menos, ya que como es lógico los creadores no pueden hacer nada para mejorar nuestras habilidades con los quickscope.
En cualquier caso y como decimos, los controles están adaptados para todo lo necesario en este juego, incluso como hemos mencionado antes a la hora de “teclear” los mensajes que enviemos cuando estemos en algún chat del juego, lo cual es muy de agradecer y más teniendo en cuenta la cantidad de juegos que, aun cuando sería altamente recomendable, ignoran totalmente a los jugadores que preferimos usar el mando como alternativa al teclado.
A la hora de sacar pegas al juego, porque las hay, podríamos empezar por los constantes cortes que sufrimos a lo largo del juego. Si jugáis el modo campaña sin atascaros en algún nivel, os durará unas dos horas. La mecánica del juego es realmente innovadora y está muy bien pulida, pero la historia por desgracia no acompaña, ya que nos lleva a un extraño viaje al estilo Matrix que, sinceramente, está ya un poco gastado. Sin malentendidos: la historia no es mala, pero a veces queda algo repetitiva y forzada. No solo eso, sino que además cada poco el juego se cortará para, una vez más, entrar en un chat sin mucho sentido, ya que por mucho que nos den la opción de teclear los mensajes saldrán por su cuenta.
También nos encontraremos algunas veces con mensajes bastante aleatorios cuando acabemos con ciertos enemigos, que si bien la primera vez nos pueden sacar una sonrisa, a la quinta o sexta vez que tengamos que repetir un nivel y nos interrumpan con eso ya nos resultará cansino, además de interrumpir nuestro ritmo mientras nos enfrentamos a enemigos que nos asaltan desde los cuatro costados.
Añadid a esto el hecho de que el juego ha sido lanzado con algunos bugs de esos que hacen bloquearse el juego sin posibilidad de avanzar, aunque por suerte no parecen afectar a todo el mundo y ya se ha habilitado una dirección de correo a la que enviar dichos errores. Esto se podría tolerar si el juego fuese un Early Access, o si fueran esa clase de bugs que dan fallos a la hora de acceder a secretos y demás, pero que inutilicen tu juego por completo pues gracia no hace precisamente.
Ni mucho menos. Por suerte al acabar el juego tendremos más opciones, como son volver a jugarlo si queremos descubrir todos los secretos (hay unos cuantos escondidos por los niveles) o desbloquear todos los logros, ya que el juego nos ofrece un modo sin fin, desafíos y demás. Además si cotilleamos entre las opciones del juego nos encontraremos pequeños juegos que, haciendo uso del ya clásico código ASCII, nos darán para entretenernos en esos ratos que no nos da tiempo a jugar un desafío completo del juego principal. Mucho cuidado eso sí, ya que al poco de empezar a jugar al Tree Dude (uno de dichos minijuegos) nos costará dejar de tararear la tonadilla aun cuando lo hayamos cerrado.
Con respecto a los idiomas, un tirón de orejas. De ambas al mismo tiempo si es posible, ya que a pesar de que en Steam ponen que está adaptado a 9 idiomas diferentes, el español entre ellos, en su lanzamiento estaba disponible solo en inglés, estando el resto de idiomas en “próximamente disponible”. A ver, si no está disponible, no me vendas como que tiene ese idioma, y cuando lo tengas lo añades en la ficha. O mejor aún, prepara las traducciones y lanza el juego cuando tengas esos idiomas disponibles. De todos modos, el último parche ha añadido esos idiomas, así que aflojaremos un poco el tirón.
Con unas mecánicas innovadoras, un montón de secretos para descubrir y a pesar de la corta campaña, SUPERHOT es un juego recomendable para toda persona a la que le gusten los shooters y que además tengan su mente lista para explotar en cualquier momento con la historia. ¿La pega? Que los juegos no se deberían sacar a toda prisa, porque sino pasa lo que ya hemos comentado antes, que acabas teniendo que trabajar el doble para arreglarlo.
Gráficamente hablando resulta impresionante, ya que el modo en que los enemigos se rompen en pedacitos de cristal está muy logrado, lo cual unido a la variedad de armas a la que el juego nos da acceso (tanto de fuego como cuerpo a cuerpo, además de las improvisadas) da lugar a un juego que muchos esperaban y realmente da lo que promete. Solo esperamos que los problemas que ha tenido hasta ahora se solucionen pronto y todo el mundo pueda disfrutar de la experiencia como es debido.
