Aunque Skyrim ha vivido una gran cantidad de aventuras por una gran diversidad de plataformas, Bethesda parece que siempre consigue sacar algo más del título, pues además del reciente lanzamiento y análisis en Nintendo Switch, ahora llega el turno de la versión para realidad virtual. Quien más y quien menos ya conoce lo que supone esta entrega, por lo que vamos a centrar nuestros esfuerzos en el presente análisis en intentar explicaros nuestras sensaciones junto a PlayStation VR.
Quizás junto a Resident Evil 7 y Gran Turismo, Skyrim VR sea uno de los únicos juegos que pueden presumir de ser verdaderos "AAA" de realidad rirtual, juegos completos que los más gamer esperan para decidirse a la hora de dar el salto a esta tecnología. Skyrim VR es mucho más que un juego, es el camino por donde empezar a adaptar juegos de gran envergadura a estos dispositivos, demostrando que es perfectamente posible conseguirlo a día de hoy.
Empezamos la historia y lo primero será configurar nuestro método de control. El juego nos permite ser disfrutado tanto con el Dualshock 4 como con los controladores Move. Sin duda, y viendo que estamos ante un juego que buscar la inmersión, nuestra recomendación será hacer acople de estos accesorios, pues podremos controlar tanto la cámara como los ataques con una o ambas manos. El control ofrece dos métodos diferentes de configuración, pues podremos desplazarnos o bien mediante teletransportes en la dirección en la que miramos, pensado para evitar los mareos, o directamente jugar con control libre de movimiento. Al hacer uso de este sistema, tendremos que acostumbrarnos al uso del Move, el cual no es demasiado sencillo, quizás por no estar acostumbrados a ello, pero nada que unas sesiones de juego no logren solucionar.
Tras probar ambos modos, consideramos que el juego está pensando para ser disfrutado en modo libre a pesar de que esto pueda suponer problemas para los jugadores más sensibles. Nuestra primera sesión larga de juego fue algo complicada, pues además del periodo de adaptación a los controles, sufrimos de la rapidez de cámara que se necesita durante algunos combates, provocando un ligero malestar. Sobre este aspecto no queremos incidir tampoco en exceso, pues cada usuario soporta mejor o peor el mareo o vértigo durante el uso de dispositivos de realidad virtual, pero podemos decir que con un aguante de nivel medio, será necesario realizar severos descansos.
Bethesda ha sabido por otro lado solventar muy bien algunos detalles que teníamos especial ganas de conocer como son el uso de arcos, el buceo o incluso la sensación de montar a caballo, resolviendo todos ellos a la perfección. Como bien dijimos, Skyrim VR debería ser el punto de partida para que muchos desarrolladores vean que hay un mundo de posibilidades muy amplio y para grandes producciones dentro de la RV.
El apartado gráfico ha perdido calidad, aunque esto era algo esperado en la adaptación. Aun habíendo disfrutado del juego en PlayStation 4 Pro, lo cierto es que hemos visto texturas de baja calidad, una distancia de dibujado más pobre que de costumbre. No obstante es algo que se olvida con cierta facilidad ante la total inmersión que provoca estar dentro del juego, resulta especialmente atractivo disfrutar de bosques, ciudades o incluso explorar las casas de los NPC. Skyrim ha sido y es un juego con una inmensidad considerable, y vivirla por lo tanto en primera persona aun evoca sensaciones más espectaculares que las vividas en ninguna versión.
En resumen The Elder Scrolls V: Skyrim VR se coloca por sus propios méritos como uno de los mejores juegos de Realidad Virtual. A pesar de haber pasado por sus ciudades por multitud de plataformas, ha sido capaz de volver a sorprender. Vivir la experiencia en primera persona supone un cambio espectacular, aportando una inmersión no vivida nunca antes en la franquicia. Este es el camino para explotar realmente la realidad virtual, contenido amplio, extenso, inmersivo y divertido.