La franquicia Tropico no es precisamente nueva y, mientras se acerca el 18 cumpleaños de esta saga de estrategia, nos llega al mercado una nueva obra, que ya es la sexta entrega numerada. Sin embargo, desde el momento de su anuncio, esta iteración generaba desconfianza en todos los fans, entre los que me incluyo, porque el estudio encargado de su desarrollo ya no era Hemimont Games sino Limbic Entertainment. Y no es que este estudio alemán no tenga calidad, que la tiene y lo ha demostrado en su trabajo con Might & Magic, es solo que nunca se sabe qué ocurrirá cuando una franquicia tan longeva cambia de manos.
¿Cuál es la visión de Tropico que tiene el equipo de Limbic? ¿Seguirá el esquema de las obras anteriores o intentará revolucionar la franquicia con giros inesperados? ¿Podrá recoger la esencia de lo que los miles de fans de Tropico esperan que una nueva entrega tenga? No puedo negar que todas estas cuestiones eran algo que me infundía cierta desconfianza pero, después de haber jugado a Tropico 6, puedo afirmar sin miedo a equivocarme que Tropico está en muy buenas manos con Limbic Entertainment. Si queréis descubrir más, acompañadnos en nuestro análisis de Tropico 6.
Remando en la misma dirección
Como ya comentaba en la introducción, el rumbo que tomaría la franquicia Tropico con un estudio nuevo a su cargo era posiblemente lo que más intriga y desconfianza me generaba. Pero, ahora, luego de haber jugado, creo que los propios responsables de Tropico 6 también estaban preocupados por ello, y es que parece que la gran mayoría de los esfuerzos en el desarrollo no se han centrado en hacer avanzar a la saga por nuevos derroteros sino en captar la esencia de las obras anteriores.
Limbic Entertainment ha creado un nuevo videojuego de Tropico que, si no fuera por el logo que incluye la caja, pasaría perfectamente por otra creación de los responsables originales de la IP. Y tal vez entendáis esto como un punto negativo, como que es más de lo mismo y no innova; lo cierto es que no podría llevaros la contraria en ese caso, sin embargo, desde mi punto de vista, es más bien positivo, algo que nos hace ver que la franquicia Tropico está en buenas manos y que sus actuales responsables son conscientes de qué hace al dictador ser tan divertido y acaparar miles y miles de seguidores a lo largo de los años.
En este sentido, el videojuego con el que nos encontramos en Tropico 6 ofrece unas mecánicas muy similares a obras anteriores, mezclando estrategia, gestión y construcción pero dando al jugador muchas más opciones. Tropico 6 no sorprende en absoluto, y se limita a expandir lo que Tropico 5 ya había construido; tanto para bien, si es que ya nos había enamorado el Presidente con obras anteriores, como para mal si sois de los que no llegaron a conectar con las propuestas de la franquicia. Lo peor llega si sois recién llegados, y es que el videojuego ofrece tutoriales algo escasos y que se dejan fuera algunos sistemas importantes que aprenderemos por ensayo y error (o viendo jugar a gente mejor en Internet).
No obstante, la cantidad de años que han transcurrido ya desde el lanzamiento de Tropico 5 es suficiente para que el videojuego no se sienta como algo reciclado. El agotamiento no llega a la fórmula jugable y, no solo eso, sino que Tropico 6 consigue seguir resultando fresco, original y único dentro de la industria del videojuego, poniendo sobre la mesa una propuesta sin muchos imitadores. Es por ello que, pese a su clara intención continuista, Tropico 6 sigue siendo una apuesta que realmente merece la pena disfrutar.
Más opciones
Pese a lo continuista de la apuesta de Tropico 6, como explicaba, Limbic Entertainment ha hecho algunos retoques por aquí y por allí, evitando modificar la base jugable pero poniendo sobre la mesa propuestas que merece la pena comentar. Y la primera y más destacada es el hecho de que el territorio que dominamos ya no es una vasta extensión de terreno sino un archipiélago que divide nuestro territorio en zonas pequeñas. Con ello, se hace que Tropico 6 resulte más exigente en lo que corresponde a su vertiente city-builder. Tendremos que especializar las zonas en diferentes actividades, optimizar las conexiones entre ellas y dotar a todo nuestro territorio de recursos básicos como electricidad.
Otro detalle interesante es el sistema de misiones, que resulta bastante adecuado para los recién llegados a la franquicia porque nos lleva, más o menos, de la mano. En cada uno de los mapas, tendremos objetivos finales y una serie de encargos intermedios que podremos ir completando. A través de estos encargos es como Tropico 6 nos da la mano y nos va guiando, evitando que nos demos de bruces con un sinfín de opciones que, de primeras y si somos nuevos en la franquicia, se antojan imposibles de manejar. Los contratos van demostrando la importancia y el funcionamiento de los diferentes sistemas y, en general, son una guía bastante buena, completa y divertida de lo que ofrece el videojuego.
Por su parte, el modo sandbox es algo bastante más relajado que nos permite ir disfrutando poco a poco de todo el contenido de Tropico 6, avanzando entre diferentes eras, planificando nuestras relaciones internacionales y formando un sistema económico capaz de sobrevivir a los periodos más turbulentos. Todo ello destila una calma que hace de este modo de Tropico 6 uno solo apto para expertos, pero realmente agradecido de jugar y capaz de consumir horas y horas sin que apenas nos demos cuenta.
"¡Un mundo de rubios, dominado por un moreno!"
Es en el humor y la sátira que destila Tropico 6 a través de las relaciones internacionales y apartado diplomático (tanto de cara a otras potencias como mitigando los problemas sociales y económicos dentro de nuestra frontera) donde más quejas tengo. Tropico 6 es capaz de seguir resultando gracioso y ofrecer un plantel de personajes con carisma, pese a haberse quedado estancado en los mismos chistes y clichés desde hace varias entregas. Aun así, a pesar de ello, sigo viendo toda esta sátira como una oportunidad muy desaprovechada.
Tropico 6 tiene miedo de ser demasiado serio, de tener un mensaje demasiado político, y se refugia en sus mecánicas, en el "solo es un videojuego" que las editoras ponen de excusa cuando los desarrolladores nos dejan patear la cabeza a Hitler. Echo de menos que, incluso en medio de todo este humor y chistes fáciles de dictadores, el juego busque algo más, ese toque crítico y socarrón que sea capaz de demostrarnos que hay una ideología detrás del videojuego. En definitiva, me gustaría que Tropico 6 fuera más "El Gran Dictador" de Charles Chaplin y menos "El Dictador" de Larry Charles.
Bienvenidos a mi isla
Entrando en los detalles más relativos a lo técnico y artístico, nos encontramos con una producción relativamente modesta si la comparamos al mercado triple A. Aunque Tropico 6 es capaz de resultar visualmente bonito gracias a lo colorido de su ambientación y la inmensa cantidad de edificios diferentes con los que cuenta la obra, a nivel de texturas y modelados se queda algo atrás. No es un detalle importante y todo el apartado visual cumple su cometido, pero lo hace ajustándose a una política de mínimos.
A nivel de rendimiento, la versión que hemos podido disfrutar es la de PC, y hemos de decir que deja bastante que desear. Pese a que contábamos con una máquina que cumple sobradamente con los requisitos, la tasa de imágenes por segundo sufre de algunos bajones en ciertos momentos y puede llegar a ser algo molesto. De nuevo, no es algo especialmente importante dada la apuesta jugable de Tropico 6, pero no estaría de más que llegara un parche mejorando el rendimiento en algún momento del futuro.
El Presidente está de vuelta
Tropico 6 es la primera incursión en la saga del estudio Limbic Entertainment y parece que el propio equipo estuviera igual de preocupado que los miles de fanáticos acerca del rumbo de la franquicia. Es por ello que, en lugar de ofrecer novedades, Tropico 6 es una entrega absolutamente continuista que sirve más para poner una base y entender qué es lo que los asiduos a esta saga de estrategia quieren para hacerla avanzar como tal. Y, sin embargo, la mezcla de estrategia, gestión y construcción sigue dando como resultado una propuesta que resulta original y divertida.
Pese a que pueda contar con fallos en algunos sistemas, un apartado técnico poco pulido o a que yo eche de menos que se moje más en lo político, Tropico 6 resulta, en su conjunto, una obra bastante redonda. No innova en nada, pero lo cierto es que tampoco resulta necesario para llevar al mercado un videojuego de gestión y estrategia más que divertido. Todo lo que podemos decir de esta entrega es que, por fin, ¡el Presidente está de vuelta!
Trópico 6 es una apuesta segura. Una secuela que casi no tiene innovaciones pero que consigue mantenerse fresca y divertida desde el principio. El Presidente está de vuelta, tan bueno como siempre.
Videojuerguista, lector y cinéfilo desde que tengo uso de razón. Hablo de videojuegos, cine, series o lo que me dejen. Incondicional del RPG clásico, lo indie y el wéstern. Me gustan los números y puedes encontrarme con una raqueta en la mano.