Hay videojuegos que por alguna razón no gozaron de toda la atención que deberían en un pasado. Cuando echamos la vista atrás, podemos ver como ciertos juegos han caído en el olvido injustamente: una inteligencia artificial como la del mítico F.E.A.R no ha terminado de ser todo lo recordada que debería pese a ser de las mejores de la historia, Blade: Edge of Darkness no goza de la misma popularidad que la saga Souls y XIII nunca recibió esa segunda parte que tanta justicia le hubiese hecho.
Llegados a la recta final de 2020, XIII recibe por fin un remake que hará esperar un atisbo de esperanza por una segunda parte que nunca llegó gracias a una segunda oportunidad donde recibir la fama que verdaderamente merece más allá del mundo del cómic. Es un hecho esto último, puesto que incluso hay grafitis en Bélgica que simbolizan la buena fama de esta historia de amnesia y corrupción gubernamental. Os contamos qué tal ha sido nuestra experiencia con este nuevo remake.
Mi cabeza, no me acuerdo de nada…
La historia de XIII está basada en los cómics creados por Jean Van Hamme e Yves Sente en 1984. Utilizando como premisa la amnesia, nos encargaremos de descubrir el pasado de Steve Rowland y a la vez luchar contra una banda organizada que planea organizar una nueva revolución en Estados Unidos. Nuestro personaje, con la única pista de un tatuaje del número XIII y con una llave del banco Winslow, deberá reducir todas las sospechas que lo incriminan como el asesinato del presidente de los Estados Unidos.
La historia siempre ha sido uno de los argumentos más sólidos del videojuego para permanecer en la memoria de todos aquellos que supieron apreciarlo en su día. Un guion llevado magistralmente con un toque cinéfilo que se potencia aún más con las nuevas cinemáticas que son añadidas al juego como plus para entrar de lleno en la historia. La traición, conspiración, la lucha de poderes y la locura en muchos casos, son algunos de los puntos clave que guarda tras de sí la historia de XIII.
En el remake el título se sigue manteniendo fresco en este sentido, ofreciendo al jugador una oportunidad mucho más inmersiva gracias al acabado que tienen sus mapeados. Algunos, como el mítico santuario o el campamento de los SPADS, resultan una maravilla verlos retratados. Ya de por sí tenían un poder visual aceptable en el videojuego del 2003, pero ahora ganan muchísimo más.
La mayor desgracia que nos encontramos a pesar de un mapeado considerablemente bueno y un acabado gráfico que más allá de unos cuantos problemas de luces se comporta de maravilla, es que los fallos de rendimiento acaban por mermar un poco la experiencia del jugador. Tales errores como las animaciones de los enemigos al morir y sus comportamientos tan erráticos cuando se enfrentan a nosotros, hacen que el título desluzca una de las grandes potencias que tenía: la jugabilidad.
Si bien esto es algo que en principio se solucionará con el parche de lanzamiento, no podemos dejar pasar por alto esa advertencia del problema principal con el que nos hemos topado. Por otro lado, hay errores tales como la utilización de escaleras a la hora de bajar por ellas o la bajada de frames en determinados momentos del juego. Acompañado con algunos problemas de popping y de clipping, el título requiere urgentemente de ese parche para mantenerse con la esencia del título original.
A pesar de todo lo nombrado con el aspecto gráfico del juego en su nivel de rendimiento, XIII Remake supone un lavado de cara considerable dentro de lo que ofrecía el título original. Hay personajes que lucen con un estilo artístico más cercano al de los cómics como puede ser el caso de Jones o de Walter Sheridan. Otros como el escurridizo Mangosta o Ben Carrington siguen siendo bastante parecidos a los modelos originales.
En ese aspecto de recrear gráficamente un estilo cómic sin perder los detalles que poseía el título original, el trabajo es estupendo. Las armas se sienten mucho más realistas y pese a que se pierden algunos detalles de viñetas—hay un momento puntual al final del juego donde la viñeta resaltaba bastante esa parte de la historia que ha sido suprimida—cambian ligeramente, hay otros que se mantienen: los cuchillos clavados y la viñeta mostrando la cara de nuestra víctima, un personaje cayendo por un acantilado, la onomatopeya de una granada explotando, etcétera.
El gunplay se sigue sintiendo de maravilla con excepciones en el terreno de los combates contra los jefes. A lo largo del título tendremos que hacer frente a determinados enemigos a los cuales perseguiremos durante todo el juego. Hay algún que otro personaje que no se comportan todo lo bien que deberían y mientras en el título original suponían un reto, aquí se quedan como una mera anécdota que apenas va a suponernos problema alguno. Este punto es una auténtica pifia por parte de la compañía puesto que una de las cosas más queridas por parte de los jugadores del XIII original era enfrentarnos a personajes como número XI, que es de los que más problemas puede llegar a dar en esta versión.
A pesar de ello continúa siendo divertido clavar flechas en las cabezas de nuestros enemigos y, de hecho, el sigilo se sigue manteniendo perfectamente. Las infiltraciones como la del santuario, el campamento de los SPADS o el submarino siguen poseyendo ese toque especial donde la pistola con silenciador, los cuchillos arrojadizos, la ballesta y los objetos que encontremos, juegan un papel importante. Una de las partes más divertidas del título y que continúan funcionando tan bien como otras funciones tales como el gancho.
En líneas generales el título necesita una renovación en el rendimiento, algo que nos han confirmado que llegará nada más salga el juego a la venta. Si ese rendimiento es mejorado, XIII gozará de una segunda oportunidad para redimirse de la injusta negación que se le dio en su momento y nos privó de, por otro lado, una más que necesaria segunda parte: seguro que los que se pasaron el juego original saben a qué nos referimos.
Otros aspectos
Una de las cosas más atractivas que poseía XIII y que incluso a muchos jugadores del título original se les escapó en su día, era el modo multijugador. Era divertido, dinámico, poseía un tono divertido en todo momento y modos como de dar caza a la muerte era simplemente genial.
Nos ha parecido un error que el título haya optado por el multijugador local y, además, haya querido meter contenido a cuenta gotas, estando citado para más adelante el modo que os hemos nombrado anteriormente. Con ese potencial que posee un juego como XIII y viviendo en una época donde el modo multijugador tiene relativo peso dentro de un FPS, optar por este modelo de presentación resulta más un error que un acierto.
Por otro lado, es de aplaudir que se haya querido mantener la esencia sonora del juego original. Las voces son exactamente las mismas tanto en su versión inglesa como en la española, estando doblado directamente con las líneas de diálogo del anterior juego. La Mangosta sigue teniendo su voz chillona de siempre, el viejo Carrington su tono de militar filosófico y nosotros no hemos olvidado nuestra voz gracias a los efectos de la amnesia.
Un acierto y toda una muestra de respeto que bien podrían haberse saltado. Por otro lado, una de las cosas que debería mejorar ese parche de lanzamiento al que hemos hecho referencia es el de las líneas de diálogo que a veces se entrecortan e incluso en algunas cinemáticas ni se escuchan. No pasa con mucha frecuencia, pero en ocasiones resulta molesto.
Una segunda oportunidad
Cuando XIII salió a la venta allá por 2003, mucha gente se quedó enamorada del estilo gráfico, el encanto y la propuesta original que ofrecía el título. Este remake supone una reinvención del título sugiriendo un estilo de cómic más ambientado a los motores gráficos de hoy en día, pero más allá de eso supone una redención para conquistar a los jugadores.
XIII ha sido uno de los shooter más originales de estos últimos 20 años, implementando unas mecánicas divertidas, un control fluido y aportando una historia muy sugerente. XIII Remake es una oportunidad de oro para terminar de decantar la balanza por un lado o por otro. Posee fallos de rendimiento que han de ser mejorados para brillar con la potencia que debe, pero también sigue manteniendo esa esencia digna de uno de los títulos más infravalorados de la historia.
XIII vuelve con una oportunidad de redimirse debajo del brazo pero con mejoras que hacer en su rendimiento. Si esos flecos se acaban por solventar, volverá a gozar de una oportunidad de lujo para convencer a los jugadores que no lo hicieron en su día y sujetarse más a un filo hilo de esperanza para la segunda parte.
Acabado gráfico
Rendimiento
Sonido
Historia
Vuelve uno de los mayores clásicos de los FPS
La historia sigue siendo la maravilla que fue en 2003
El acabado con los escenarios es excelente
Las misiones de sigilo
Necesita pulir su rendimiento para que sea cómodo de jugar