Ya estamos en Halloween, la época más aterradora del año, así que en Areajugones no queríamos pasar por este día tan señalado sin hacer algo especial. Y como en Internet no podemos disfrazarnos para dar algún susto y que nos deis caramelos a cambio, hemos decidido traeros un recopilatorio con 10 de los juegos que más escalofríos causa el simple hecho de pensar en ellos. No, no porque sean de terror y lo hayan hecho bien; sino porque sin ser de terror son tan terribles que pueden dar pesadillas a más de uno. ¡Adentraos con cuidado en nuestro especial de Halloween!
El juego por excelencia dentro de la lucha libre, la franquicia de 2K que siempre ha servido a sus fans obras que, con mayor o menor acierto, han logrado trasladar la acción del cuadrilátero más popular a las consolas año a año. O al menos así era hasta que hace unos días llegaba al mercado WWE 2K20 para sentar un fatídico precedente: la entrega de este año de la saga no alcanzaba ningún tipo de estándar de calidad y se convertía en el hazmerreír de gran parte de Internet.
Un sistema de físicas que provoca situaciones realmente extrañas, bugs que campan a sus anchas y convierten las duras peleas de la WWE en el Club de la Comedia, y unos modelados y animaciones que parecen retroceder diez años. Esto era lo que se encontraban los primeros usuarios de WWE 2K20, quienes compartían sus curiosas experiencias a través de hilos en Twitter o en foros como Reddit. Hasta el portal OpenCritic, especializado en recoger críticas de prensa acerca de los videojuegos que llegan al mercado, se mofaba de la situación, tal y como os contábamos días atrás.
Si algo caracterizaba los videojuegos de deportes durante esta generación era la ausencia de uno de esos títulos de tenis que llegaban a nuestras consolas en la época de PlayStation 3 y Xbox 360 para hacer las delicias de los amantes del deporte de raqueta por excelencia. Así era hasta que el año pasado aterrizaban dos obras dispuestas a llenar este hueco: AO International Tennis y Tennis World Tour. Nada nos hacía sospechar que, lejos de llenar el hueco, solo iban a meter el dedo en la llaga.
AO International Tennis y Tennis World Tour son juegos que no solo comparten el llevar de vuelta el tenis a la actual generación, sino que son obras de estudios pequeños, que se apresuraron por llegar al mercado antes que sus competidores y que, por desgracia, lo que lanzaron fue un producto nefasto. Un apartado gráfico muy pobre para los tiempos que corren, un sistema de físicas extraño, controles poco precisos y una jugabilidad que hace aguas por todos lados es lo que estas dos prometedoras obras acabaron brindando a los miles de fans que las esperábamos con ansias. ¡Aún seguimos teniendo pesadillas con ellas!
Los rumores de que Bethesda había estado pensando durante años en cómo trasladar su universo postapocalíptico a una experiencia enfocada hacia el multijugador han circulado desde hace años. Y es que en ese imparable proceso en el que la ficción pasa a ser una realidad gracias al paso del tiempo, el proyecto terminó siendo presentado al público entre vítores y alegrías. Se mostró gameplay, se habló de la intención de dar un giro a la fórmula original de la franquicia en ciertos sentidos, llegó la fecha del lanzamiento de Fallout 76, los jugadores se sentaron delante de la pantalla para comprobar qué tal se sentiría el yermo nuclear contando con la compañía de otros y bueno... Ya sabéis el resto.
Entre aquellos intensos bugs que solo generaban incredulidad en todo aquel que se sentaba delante de la pantalla y el sacrificio de la profundidad rolera de cara a fomentar la interacción entre los jugadores, Fallout 76 se convirtió pronto en un disparo fallido cuya trayectoria está siendo redirigida por sus creadores aún a día de hoy. Ni las cartas ni las bolas de cristal podrán revelar el futuro que depara a la obra de la compañía. Sin embargo, lo que sí sabemos es que, al menos en el mundo de los videojuegos, a los muertos no los resucita la oscura nigromancia, sino el trabajo duro y la restauración del vínculo con la comunidad de jugadores.
La industria del videojuego se construye sobre unas condiciones tan complejas que no queda nada claro cuáles son las claves principales a la hora de que una propuesta tenga éxito. Sin embargo, la trayectoria de la misma nos ha dado ya dos opciones que ayudan a los estudios a encaminar sus esfuerzos hacia dicha situación: o bien te ciñes a lo que gusta o bien tratas de innovar y jugártela a que todo salga bien. Y, precisamente, The Quiet Man buscó dirigir su rumbo por el segundo camino cuando se lanzó el año pasado; aunque la meta ansiada de alabanzas y grandes ventas terminó ser solo el espejismo de un solitario cementerio.
Los hilarantes fallos de su inteligencia artificial y la ingenuidad existente tras la idea de que la ausencia total de sonido congeniaría bien con el resto de partes de su conjuntos hicieron de The Quiet Man una de esas obras que quedará para el recuerdo; eso sí, no por sus virtudes sino por el escalofrío que los compradores experimentaron en su médula espinal al contemplar con incredulidad lo que estaba ocurriendo delante de sus ojos.
Crackdown 3 estaba llamado a ser uno de los grandes juegos de Microsoft para la recta final de la actual generación de consolas, un juego que diera un golpe sobre la mesa. Pero todos los golpes, en este caso, se los llevaba el propio videojuego, al cual le llovían las críticas desde el mismo momento de su lanzamiento. Ni la presencia y toda la musculatura de Terry Crews eran capaces de levantar ese título que estaba condenado al fracaso.
Si bien la jugabilidad de la obra podía convencer a algunos fans acérrimos de la saga, Crackdown 3 cuenta con un apartado técnico (especialmente unas texturas de hace 10 años) muy desfasado para los tiempos que corren y algún que otro problema en aspectos como la conducción. Todo ello daba como resultado una experiencia que no alcanza los estándares actuales y deja a Crackdown 3 en una posición muy desfavorecedora.
The Walking Dead es uno de esos universos que han dado mucho de sí durante los últimos años. El cómic contaba con miles de adeptos a los que se sumaron otros tantos gracias a la adaptación de este mundo al formato televisivo. Al tremendo éxito de la serie le siguieron otro tipo de adaptaciones como el aclamado videojuego de Telltale o, lo que ahora nos ocupa, el shooter cooperativo que proponían los responsables de Payday. Por desgracia, como ya sabréis, el resultado estuvo lejos de estar a la altura de la marca.
Era el año pasado cuando llegaba al mercado OVERKILL's The Walking Dead, un shooter cooperativo ambientado dentro del universo de The Walking Dead. Con elementos de supervivencia, gestión y una progresión relativamente profunda, el videojuego contaba con unas expectativas bastante altas que, por desgracia, estuvo lejos de cumplir. Bugs, misiones repetitivas, una historia sin demasiado sentido y una jugabilidad nefasta eran las bombas que derribaban sin ninguna piedad los cimientos de una obra que fracasó estrepitosamente en críticas y ventas.
Si decimos que la saga Metal Gear ha ido virando hacia una dirección terrorífica, no hablamos de los zombies que poblaban el mundo de su última entrega, sino de aquel miedo que culminó entre los jugadores al comprobar que la franquicia había dado un giro de 180 grados con respecto a lo que la hizo grande. Así, la saga que enamoró a tantos se puso al servicio de las modernas tendencias de grindeo y tener que jugar hasta la saciedad para notar cierto progreso en nuestra partida.
Lo que sí consigue Metal Gear Survive es encorsetar su concepción dentro de los márgenes de toda buena película de terror: nacer del más escabroso conflicto (la odisea que surgió entre Konami y Hideo Kojima) hacia un recibimiento por parte tanto de crítica como público que helaría la sangre de cualquiera. Todo ello para contar con un futuro en el que vagar como una entidad desalmada sin pena ni gloria por el páramo tenebroso que a veces puede ser la industria del videojuego. Si miráis una foto de Kojima y prestáis atención, aún pueden escucharse sutilmente el ruido de las cadenas que arrastra este fantasma de la saga.
Pocos títulos dentro de esta lista han sido tan desastrosos como Umbrella Corps, y teniendo en cuenta el material que hemos incluido, eso dice mucho de este experimento (por decirlo de alguna forma) de Capcom. Un videojuego ambientado en el universo de Resident Evil pero que cambia el survival horror por el shooter competitivo en el que tríos de jugadores se enfrentan entre sí y frente a hordas de muertos vivientes. ¿El objetivo? Acabar con nuestros rivales o que lo hagan los zombies.
La idea puede sonar ya de primeras poco apetecible para los fans de la franquicia que esperaban un mejor regalo como parte de la celebración del 20 aniversario de la saga. Pero cuando el juego llegó al mercado todos nos dimos cuenta de que la idea no era lo peor, sino que lo era la ejecución. Una jugabilidad nefasta, problemas técnicos por todos lados, unas animaciones que parecían sacadas de PS3 y unos servidores completamente desiertos hacían de Umbrella Corps un juego que, realmente, daba más miedo que cualquier muerto viviente. Y si no me creéis, preguntádselo a nuestro analista, que aún a día de hoy sigue teniendo pesadillas.
Mighty No. 9 era el regreso del legendario Keiji Inafune a una propuesta de acción y plataformas en 2D que, indudablemente, recordaba a sus trabajos con el clásico Mega Man. Una gran campaña de Kickstarter, promesas por todos lados y la esperanza de tener un digno sucesor espiritual del Mega Man clásico hacían de Mighty No. 9 una de las apuestas más esperadas del pasado 2016 por miles de fans. Desgraciadamente, las promesas no llegaban a cumplirse y el resultado final, lejos de ser un sucesor del Mega Man clásico, era un auténtico desastre.
Mighty No. 9 decepcionaba a la gran mayoría de sus usuarios con un diseño de niveles poco inspirado y, sobre todo, un sinfín de problemas técnicos que no reflejan para nada el presupuesto millonario que el videojuego logró a través del crowdfunding. El resultado final era algo que, sin ser para muchos tan terrible como otros títulos de la lista, se quedaba a años luz de las expectativas generadas y dejaba un sabor de boca muy amargo a los fans que tanto esperaban el regreso de un sucesor espiritual de Mega Man en manos de Keiji Inafune.
Hace unos años vivíamos una era donde el auge de los juegos de Skateboarding iba más allá de la actual costumbre de apelar al meme consistente en escribir Skate 4 en el chat de cada streaming protagonizado por Electronic Arts. El pasado refleja cómo existió una corriente de títulos que llevaban el lema SK8 or Die a su punto más álgido. Sin embargo uno de los últimos videojuegos en salir a la luz y, sobre todo, en demostrar que el género ya no es lo que, era fue Tony Hawk's Pro Skater 5.
No fue muy díficil darse cuenta de lo que la quinta entrega numerada de la franquicia escondía tras el falso legado heredado de sus precuelas: un sistema de animaciones muy mejorable y un modelo de controles que dejaba bastante que desear desembocaron en una experiencia casi paranormal: dicen que si compras el juego y repites hasta tres veces su nombre delante de un espejo, aparecerá el propio Tony Hawk para darte un abrazo y consolarte.
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