Con ciertos juegos me ocurre una cosa muy especial, a ver si también os pasa. Cuando oímos hablar de ellos, lo primero que nos viene a la mente es la primera vez que lo descubrimos o lo jugamos. Esto me ocurre con God of War. Cada vez que alguien lo nombra recuerdo a mi antiguo yo, con 13-14 años, llegando a casa de un amigo y viéndole poner en la PS2 el juego que acababa de alquilar en el videoclub. Recuerdo que la sensación fue increíble, los dos nos quedamos flipando cuando lo vimos.
Debo decir que yo empecé en el mundo de PlayStation con la PS1, pero no fue hasta la llegada de PlayStation 2 cuando yo ya empecé a ser algo más mayor y empezaba incluso a sentirme mayor (o eso quería yo creer). Las aventuras de Crash en la primera "Play" me encantaron, pero fue ver ese God of War, un juego más adulto, con muertes, mutilaciones, sangre en pantalla, para que mi yo adolescente se volviera loco.
God of War fue mi primer "juego adulto" y eso es un anclaje especialmente fuerte que tengo creado con Kratos y su historia. Como bien dice el titular, Kratos se convertía con esas primeras entregas de PS2, en el juego de una generación de personas, las que habían nacido a principios de los noventa. Las que querían crecer antes de tiempo y de las que pese a amar a Crash, Spyro o Daniel Fortesque, vieron en Kratos esa rebeldía típica de la adolescencia.
Desde ese momento Kratos nos ha acompañado siempre, el dios de la guerra tiene multitud de títulos y la mayoría de ellos rozando un nivel enfermizo en cuanto a calidad. Podéis ver en esta infografía la cantidad de títulos que han llegado al mercado hasta God of War: Ragnarök.
De esta manera, hay una generación de jugadores que siguen a Kratos tanto por que son unos enamorados de sus videojuegos como porque es un personaje que les ha unido a la marca PlayStation y les ha acompañado durante muchos muchos años.
Ahora el reto con el reboot de 2018 y ahora con God of War: Ragnarök es no solo volver a ser el juego de una generación, si no ser EL JUEGO de la generación. La entrega lanzada en 2018 ya se llevó el GOTY o premio al juego del año y esta segunda entrega, que promete todavía más calidad, optará seguro a ello, pudiendo lograr hacer historia.
Solo queda esperar al 9 de noviembre para que God of War Ragnarök se ponga a la venta y mi niño interior pueda volver a salir a jugar al juego de la generación, mi generación, tú generación.
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