En septiembre del año actual, de manera completamente inesperada, Santa Monica Studio y Sony se aliaron para revelar God of War: Ragnarok, la secuela de la afamada aventura de Kratos publicada en 2018. A pesar de que el anuncio careció de detalles o exhibiciones profundas, el simple hecho de conocer que el icónico exclusivo de PlayStation 4 recibirá una secuela supuso una alegría para millones de jugadores, quienes esperan ansiosamente conocer cuándo podrán disfrutar de su propuesta. Sin embargo, aún a dos meses desde su presentación, todavía desconocemos qué implicará esta inédita entrega.
Ello, cabe destacar, hace referencia no solo a su propia composición interna sino, también, a elementos como las plataformas para las que estará disponible; una variable sobre la que Jim Ryan, CEO y presidente de Sony Interactive Entertainment, no se muestra tan seguro. En este sentido, el ejecutivo ofreció una entrevista a The Telegraph -vía GamingBolt-, donde recibió una pregunta alusiva a si la obra será exclusiva de PlayStation 5, ante lo que respondió: "Perdón. Hoy no tengo nada que decir sobre eso".
La declaración, claro está, es ambigua y poco precisa, pero nos permite inferir que existen posibilidades de que God of War: Ragnarok llegue a PlayStation 4, similar a lo que sucederá con Horizon Forbidden West. Esto, sin embargo, es tan solo una especulación, de modo que recordamos que, al menos oficialmente, el título solo ha sido confirmado para PlayStation 5.
CONTENIDO RELACIONADO
Epic Games ha anunciado que la temporada llegará a su fin con un evento por todo lo alto
El bundle completo de realidad virtual para PS5 está disponible con un descuento de 250€ sobre su precio original
Epic Games unirá lazos con el hero shooter de Marvel a través de una nueva promoción
Los fans de PlayStation tendrán que esperar varios meses para disfrutar de la última entrega de la saga post-apocalíptica
Konami lanza una esperada actualización para corregir algunos problemas encontrados recientemente
Se trata de una iniciativa que se encuentra recogida por la Unión Europea y podría ser crucial para el futuro