En los años que llevo por estos lares me habréis oído hablar más de una vez de los juegos de Bethesda. Por algún motivo siempre han tenido un huequito reservado en mi corazón y, aunque sé que no son perfectos, algunos de los recuerdos más bonitos de mi adolescencia fueron explorando sus mundos.
Si me preguntaras, lo más seguro es que te dijera que Skyrim es mi juego favorito de la desarrolladora. Sin embargo, antes de adentrarme en su mundo montañoso disfruté de la soledad del Yermo de Fallout 3, un juego que todavía a día de hoy me hace sentir unas sensaciones indescriptibles.
Como cualquier juego de Bethesda debéis saber que estáis ante decenas (o cientos, mejor dicho) de horas de contenido. Recorrer todo el mundo que plantea Fallout 3 os llevará un tiempo, pero estoy seguro de que disfrutaréis cada uno de los pasos que deis.
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