Impresiones de Sifu: Una experiencia enriquecedora que me ha pateado hasta en la nostalgia

Supongo que os acordáis de los clásicos propios del género Beat'em up. Yo he querido hacer un poco de memoria para ver si he llegado a probar algún juego de este género. Y no sé si me falla o qué, pero ahora mismo no recuerdo alguno... Aunque lo bueno es que ahora he tenido la suerte de adentrarme en uno que, aunque presenta un estilo totalmente actual, sus raíces provienen de este género. Y este juego no es otro que Sifu.

Lo máximo que conocía de Sifu eran unos cuantos gameplays mostrados en varios eventos. Y tampoco quise investigar mucho sobre este, porque mi propósito era sorprenderme al probarlo... Y se ha conseguido con creces. Me enganché tanto al juego que no quería aceptar que la prueba ya había terminado. En resumen os puedo decir que este juego me ha hecho retroceder en el tiempo. Ha sido todo un descubrimiento para mí, y me ha gustado mucho más de lo que pensaba. Y ahora es el momento de entrar en detalles.

Una jugabilidad potente y delicada a la vez

La historia de Sifu es bastante simple: el protagonista se adentra en una China ficticia para vengar a su familia, y en su viaje se encuentra a muchos enemigos que le quieren pegar hasta dejarle sin aliento, siendo todos estos combates al puro estilo Kung Fu. Lo primero era entrar al modo práctica. Ahí entendí que los controles son bastante simples: atacar y defender, nada más. Estuve ahí un buen rato y me llegué a sentir poderosa, pero la cosa cambió cuando me metí de lleno en la historia y veía cómo me rodeaban 5 señores. Al primer puñetazo ya me dejaron K.O.

Y es que lo importante de este tipo de juegos es aprender de los errores y analizar muy bien los movimientos de los enemigos. Ahí radica su dificultad. Después de dejarme K.O. unas 3 veces, me acordé de la importancia de los combos. Jugar a Sifu supuso para mí un retroceso en el tiempo, ya que me sentía como cuando jugué al Tekken 5 por primera vez, aporreando los botones sin parar y sin saber muy bien qué estaba haciendo. Y celebrando los combos que me salían de pura suerte. Esto a lo mejor en el Tekken funcionaba, pero ya os digo que para el juego de Slopclap no es suficiente.

Me podían los nervios. Cuando te rodean 10 señores con sed de sangre no te da tiempo a pensar en qué combo hacer, cómo y en qué momento. De hecho en toda la prueba habré conseguido un total de 3 combos queriendo. Pero esto no hacía que me frustrara, al contrario. Sifu es de esos juegos que te invitan a aprender y jugar de nuevo, realizando así movimientos cada vez mejores. Y, lo que es más importante, intentando no perder años de vida. Que un poco más y casi me enfrento a los enemigos con bastón, porque la cantidad de años que perdí es mejor no decirla... Mi colgante mágico de resurrección estaba sufriendo.

Dar un golpe, hacer un combo o coger cualquier arma que haya es muy satisfactorio. El personaje cuenta con más animaciones de las que os podéis imaginar. Todos los golpes que das o recibes llegan a dolerte, pero las animaciones están tan conseguidas que todos los movimientos fluyen por sí solos. Sorprendentemente hay mucha suavidad dentro de todos esos golpes, y gracias a esto puedes llegar a realizar una coreografía de lo más llamativa.

El impresionante estilo artístico de Sifu

Si nos fijamos bien en los escenarios, diseños y colores, estamos viendo una película clásica de Kung Fu. Llevo mil años sin ver una película de este género, pero cuando era más pequeña las veía de dos en dos, y ha sido muy entrañable moverme por ellos. ¿Y qué más hay en toda película de Kung Fu además de miles de golpes? Exacto, destrucción de los escenarios, algo que no podía faltar en el juego.

Hay muchísima interacción con el entorno, y yo me enteré algo tarde de esto. Si le pude tirar una silla a la cabeza a uno fue porque me acerqué a ella de casualidad y le di al botón para interactuar. En ese momento descubrí una nueva adicción: tirarle objetos a las personas (en el juego, no os confundáis). Desde ese momento no pude parar de jugar con todo lo que me ofrecía el entorno.

Y para terminar, quiero destacar el diseño tan brutal del protagonista. Estuve un buen rato analizando todos los cambios que sufría este debido a la pérdida de años de vida, y es impresionante lo bien que lo han hecho. Os recomiendo que si acabáis jugando a Sifu, os fijéis bien en esto.

Sifu tiene previsto su lanzamiento para febrero de 2022. Este saldrá para PC, PS4 y PS5. Y sobra decir que os lo recomiendo 100%, porque es una experiencia frenética y un viaje al pasado que no os podéis perder.