El 15 de julio de 2016 fue una fecha muy importante en la historia de Pokémon. Y es que la franquicia de los monstruos de bolsillo lanzó su nuevo juego para móviles, Pokémon GO, en España (aunque estreno en los primeros países fue el 6 de julio).
Tras 5 años, el juego sigue siendo un auténtico éxito, y recaudando una gran cantidad de dinero. Yo llevo jugando desde el principio y, a modo de homenaje por este quinto cumpleaños, se me ha ocurrido resumir mi experiencia con Pokémon GO en este artículo. ¡Espero que os resulte interesante!
Como muchos otros seguidores y seguidoras de la franquicia, aquel verano estaba contando los días para que se lanzara en España Pokémon GO. Aún recuerdo cómo atrapé a mi primer Pokémon, Bulbasaur, desde el sofá de mi casa. Tras esto, salí a la calle a intentar hacerme con todos.
Cuando Pokémon GO salió, la forma de encontrar a los Pokémon salvajes no era como ahora. Era un sistema mucho menos exacto que, aunque a mi juicio era peor, sí que era más emocionante. Y es que no sabías exactamente dónde te iba a salir un Pokémon. Tras meterme por una calle que apenas conocía, al fin atrapé a mi primer Pokémon salvaje: Paras.
Pokémon GO es el sueño que muchos de los fans de la franquicia llevábamos años esperando: una fusión bastante buena del mundo real y el mundo Pokémon. Ya no solo atrapamos Pokémon en Hoenn, Sinnoh o Teselia. También en el parque que hay cerca de nuestra casa, cuando bajamos a comprar el pan o al salir a dar un paseo.
Lo que no me esperaba es el gran boom que tuvo el juego. De repente, todo el mundo estaba jugando a Pokémon GO. Aquellas personas que llevaban años ignorando mi recomendación de iniciarse en la saga de repente tenían el juego instalado.
Esto me provocó mucha alegría. Pokémon estaba en boca de todo el mundo, y, si a la franquicia le va bien, para mi es motivo de gozo. No obstante, no os voy a engañar, también me dio un poco de rabia. Principalmente, porque la gente estaba conociendo una versión bastante simplificada del universo que yo amo, y no una gran obra como “Pokémon Esmeralda”, “Pokémon Platino” o “Pokémon Negro y Blanco”. "Es una pena que piensen que Pokémon solo es esto", pensaba yo.
Tras el boom inicial, Pokémon GO no perdió presencia, y se quedó con una base muy grande de jugadores y jugadoras. Algunos eran fans de siempre de la franquicia, y otros que quedaron encantados en ese inicio fulgurante. El juego no paró de introducir mejoras, y en 2017 llegó la que para muchos (yo incluido) es una de las mejores cosas que se han añadido: las incursiones.
Estas consisten en combates contra Pokémon Legendarios (u otras criaturas en las de menor nivel) que se activan en un lugar determinado durante un tiempo concreto. Otro aspecto muy interesante es que necesitamos juntarnos varios jugadores y jugadoras para poder vencer. Esto provocó que se potenciara enormemente la comunidad de jugadores. También que se crearan diversas redes para estar conectados y quedar para ir a una incursión, como grupos de Telegram.
Yo, que tengo una vida social más bien escasa, he pasado ratos muy gratificantes con personas a las que no conocía participando en incursiones, y yendo de una a otra todos juntos. Aunque no es mi caso, me consta que ha habido gente que ha creado amistades realmente fuertes, todo gracias a Pokémon GO.
Si tuviera que destacar un aspecto del juego, sería precisamente este: su capacidad para unir a la gente en torno a una actividad, y permitirles formar vínculos entre ellos. Al fin y al cabo, personalmente creo que una de las cosas más importantes de la vida son los lazos que formamos con otras personas.
Otra de las novedades con mayúsculas que introdujo Pokémon GO fueron los combates, en distintas modalidades: entre jugadores, contra el Team Rocket o en la Liga Combates GO. De esta forma, el juego recibió una de las facetas más destacadas de la franquicia: las batallas.
Yo empecé a participar en la Liga Combates GO con bastantes ganas. Sin embargo, con el paso del tiempo fui perdiendo interés, y llevo ya un par de temporadas sin disputar ningún combate. El motivo es que el sistema de batalla no me termina de convencer, y me resulta algo simple. Ojo, tiene su complejidad, pero no siento la motivación de explorarlo a fondo.
Lo que sí que me gusta más es combatir contra el Team Rocket, rebautizado para este juego como Team GO Rocket. La sensación de estar parándole los pies al equipo malvado es bastante chula, por no hablar de la parte en la que rescatas a uno de sus Pokémon. Este, debido a lo que ha sufrido, se ha convertido en un Pokémon Oscuro, al que nosotros podremos purificar una vez atrapado. De nuevo, estamos ante una mecánica que me resulta muy satisfactoria.
Actualmente, sigo jugando a Pokémon GO, aunque no lo hago tanto como antes. ¿La razón? Es la mezcla de dos factores. El primero es que muchas veces me resulta repetitivo, y algunos eventos me parecen aburridos. El segundo, que cuando estoy en casa suelo estar pegado a una pantalla, ya sea trabajando, viendo una serie o jugando a un videojuego. Esto hace que, cuando salgo a la calle, lo último que me apetece sea estar mirando el móvil.
Pese a ello, sigo entrando al juego todos los días, aunque solo sea a realizar las tareas diarias mínimas. También me gusta disfrutar de los eventos, pero no los exprimo al máximo. Un buen ejemplo es el Día de la Comunidad. Esta es una de las celebraciones que más me gustan, pero, aunque ahora duran 6 horas, yo suelo dedicarle poco más que una.
A las incursiones tampoco voy tanto como antes. La pandemia es una de las principales causas, pero también lo es que en los últimos meses no ha habido muchos Pokémon nuevos en ellas. Las pocas en las que participo suelo hacerlo desde casa, gracias a un Pase Remoto. Pese a ello, me siguen pareciendo muy divertidas. Intentar derrotar al Pokémon entre todos antes de que se acabe el tiempo es muy emocionante, y el gran desafío que supone su captura después me pone el corazón a mil.
Actualmente, estoy centrado en completar la Pokédex, y no el apartado competitivo, como he mencionado anteriormente. Esto hace que, por ejemplo, no me interese participar en muchas incursiones de un determinado Pokémon para conseguirlo shiny o con buenas estadísticas. Normalmente, hago las justas y necesarias para registrarlo en la Pokédex.
Poder jugar a Pokémon GO fue todo un sueño en un principio, y me hizo bastante feliz. Actualmente, sigo disfrutando del juego, aunque no tanto como antaño. He abandonado casi completamente la modalidad de los combates competitivos, pero sigo divirtiéndome con eventos como el Día de la Comunidad o las investigaciones especiales.
En estos 5 años de vida, la franquicia ha visto nacer otros juegos para móviles, como Pokémon Masters EX o Pokémon Café Mix. Este último nunca me enganchó demasiado. Por otro lado, Pokémon Masters EX me gusta cada día más, y actualmente me divierte más que Pokémon GO.
Y hasta aquí llega el resumen de mi experiencia con Pokémon GO en sus primeros cinco años de vida. No me cabe duda de que seguiré ligado al juego en los siguientes, aunque no creo que de manera tan intensa como al principio.
¿Y vosotros? Ya juguéis desde el principio o desde hace poco, ¿cómo está siendo vuestra experiencia con Pokémon GO? No dudéis en dejar vuestra opinión en los comentarios, para que así podamos poner en común lo que significa el juego para nosotros.
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