El hardware es algo esencial para poder disfrutar a videojuegos, y es por ello que con lógica la gente de PC se pone de los nervios cuando las consolas alargan en exceso una generación (aunque los jugadores de consola estemos encantados con ello). Con cada nuevo avance en el sector son cada vez mayores las posibilidades a nivel de creación para los desarrolladores. Esto, lógicamente, empieza a presionar a una consola como Nintendo Switch, para la que parece querer imponerse una alternativa que no cuadra lo más mínimo: las versiones 'Cloud'.
Hasta la fecha hemos encontrado ya versiones de esta propuesta como con Control, Resident Evil 7 o cuando llegue en 2022, A Plague Tale: Requiem. Para el que lo desconozca, la 'Cloud Version' básicamente permite jugar a uno de los mencionados juegos de manera que Nintendo Switch no deba ejecutar el software como tal, sino que el funcionamiento se da de igual manera que con sistemas como Stadia, PS Now o xCloud, entre otras propuestas de los videojuegos que se valen del concepto de la nube.
El problema de utilizar este sistema con Nintendo Switch es que, por las propias opciones de la consola, solamente puede jugarse estando en casa o, básicamente, siempre que se tenga una conexión WiFi a mano. Sin embargo, por la naturaleza de la consola, cuyo atractivo principal reside en que podemos usarla tanto en casa como llevarla con nosotros de viaje para que nos amenice los trayectos, no tiene sentido alguno proponer un sistema de juego que obliga al jugador a estar permanentemente conectado a Internet (cuando, además, Nintendo Switch no destaca precisamente por su infraestructura de red).
Sí, está claro que las 'Cloud Version' son geniales para poder hacer llegar un juego a Nintendo Switch que dadas las limitaciones de hardware no podría estar en la consola híbrida de forma natural. El recientemente anunciado A Plague Tale: Requiem, solamente para la nueva generación de consolas, es un ejemplo clarísimo de la utilidad de este formato. Pero es necesario que se encuentre una alternativa que encaje más con la naturaleza de Nintendo Switch, sobre todo para aquellos a los que los juegos digitales no les hacen mucha gracia todavía.
Llamémoslo Nintendo Switch Pro o llamémoslo 'downgrade', pero la consola de Nintendo necesita realmente que los juegos que llegan a la misma lo hagan 'de verdad', y no mediante un sistema de juego en la nube que ata de brazos y manos a la propia consola para convertirla en una simple pieza de hogar. Sí, quejarse es siempre más sencillo que aportar soluciones, pero este tipo de alternativas parecen más destinadas a 'salir del paso' que a ofrecer realmente la pieza de software que los jugadores de Nintendo Switch merecen tanto como los demás.
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