Nintendo no solo fabrica consolas, crea auténticas revoluciones que dejan huella en nuestra memoria y en nuestros corazones. Desde la primera vez que sostuvimos ese mando de Wii y sentimos la magia de golpear una bola de tenis virtual, hasta ese momento revelador al desacoplar la Switch del dock por primera vez, la Gran N siempre ha sabido tocarnos la fibra y sorprendernos... o a veces, como con la incomprendida Wii U, dejarnos con más preguntas que respuestas.
Y ahora que ya es OFICIAL que Switch 2 llegará en 2025, la anticipación crece y las teorías se multiplican sobre qué experiencias definirán el debut de la nueva consola. ¿Volveremos a sentir esa emoción desbordante que nos regaló Breath of the Wild? ¿Será por fin el momento de que un nuevo Mario Kart nos devuelva esa sensación de asombro y competitividad? Para entender lo que podría estar por venir, viajemos al pasado y recordemos cómo Wii, Wii U y Switch conquistaron nuestros hogares (o lo intentaron) durante sus primeros días.
Cuando Wii aterrizó en las tiendas aquel 19 de noviembre de 2006, llegó con una propuesta que sonaba a locura: "vamos a hacer que muevas el culo para jugar". Su catálogo inicial fue una declaración de intenciones que conquistó a millones de personas que jamás habían cogido un mando en su vida:
Wii Sports capturó la imaginación colectiva de una manera que pocos juegos han logrado. Incluía cinco deportes universalmente reconocibles: tenis, béisbol, bolos, golf y boxeo. La magia sucedía cuando movías el mando y veías cómo esos movimientos cobraban vida en pantalla, con una inmediatez y naturalidad que derribaban barreras.
Lo mismo disfrutabas viendo a tu abuela descubrir los videojuegos por primera vez, que compitiendo fervientemente con amigos en maratones de bolos. Este título transformador fue el catalizador que llevó a Nintendo a vender más de 82 millones de consolas Wii, conectando generaciones enteras a través del juego.
Una aventura épica con Link en un Hyrule oscuro y melancólico que te absorbía durante horas sin piedad. Twilight Princess adaptó su jugabilidad al control por movimiento de Wii y, aunque nació en GameCube (pobrecita, siempre a la sombra), su llegada a Wii lo convirtió en el juego que todo friki quería tener en su estantería desde el minuto uno.
Una colección de minijuegos que te enseñaba todo lo que podía hacer ese mandito tan peculiar. Desde disparar a dianas hasta mover tanquecitos, Wii Play no tenía la misma magia que Wii Sports, pero cumplía su función: hacer que invitaras a tus amigos a casa a "probar esa cosa nueva de Nintendo".
SEGA metió a sus monetes dentro de bolas y los hizo rodar por niveles imposibles. Con controles que aprovechaban el movimiento, este título aportó ese toque arcade frenético que ningún lanzamiento puede permitirse olvidar.
El debut de Wii fue revolucionario porque sus juegos transmitían perfectamente la esencia de aquella consola blanca. Wii Sports trascendió el concepto de videojuego para convertirse en experiencia social, capaz de atraer incluso a quienes nunca habían mostrado interés por esta forma de entretenimiento. Derribó barreras, cambió percepciones y sembró sonrisas en reuniones familiares. El resultado habla por sí solo: más de 100 millones de consolas vendidas y una valiosa lección que Nintendo nunca olvidaría.
El 18 de noviembre de 2012, Wii U llegó con la promesa de reinventar el juego asimétrico con ese pedazo de mando-tablet. Pero su catálogo de lanzamiento fue como un globo pinchado. Estos fueron algunos de sus títulos:
Mario volvió con un plataformas 2D que era más de lo mismo pero en HD. El juego usaba el GamePad para cosillas secundarias como crear plataformitas, pero ni revolucionó nada ni destacó lo suficiente como para que la peña saliera corriendo a las tiendas.
Un parque de atracciones virtual con minijuegos inspirados en las franquicias de Nintendo. Nintendo Land quería ser el Wii Sports de Wii U, mostrándonos ese juego asimétrico que nadie había pedido, pero se quedó a medias y el público pasó olímpicamente.
Ports. Ports everywhere. Juegos que ya habían salido en otras plataformas, algunos con meses de retraso, y que añadían cuatro cosillas en el GamePad. Sólidos, pero completamente insuficientes para justificar gastarse 350 pavos en una consola nueva.
La Wii U vendió la miseria de 13 millones de unidades, y su lanzamiento fue como intentar vender una nevera en el Polo Norte. Los juegos no supieron explicar qué demonios era esa consola, y el público se quedó con cara de "¿esto es una nueva consola o un accesorio para Wii?". Más tarde llegarían juegazos como Mario Kart 8 y Super Mario 3D World que nos hicieron ver que la culpa no era de la consola, sino de cómo la presentaron. Pero para entonces, ya era tarde.
El 3 de marzo de 2017, Switch explotó en nuestras caras con una propuesta que era puro sentido común: "¿Y si pudieras jugar lo mismo en casa y en el bus?". Su catálogo inicial fue pequeño pero BRUTALMENTE efectivo:
Breath of the Wild se reveló como una auténtica obra maestra que transformó nuestra comprensión de lo que significa explorar en un videojuego. Nos ofreció un Hyrule vasto y misterioso donde la libertad era total desde el primer instante, invitándonos a perdernos en sus colinas, bosques y montañas siguiendo solo nuestro instinto.
Su diseño resplandecía tanto en la grandeza de un televisor como en la intimidad de la pantalla portátil, convirtiéndose en el motor emocional que impulsó a millones de jugadores a adquirir una Switch desde su lanzamiento.
Un conjunto de minijuegos que usaba los Joy-Con para duelos rápidos y absurdos, como ordeñar vacas o desenfundar pistolas. 1-2-Switch quería ser el nuevo Wii Sports, pero pedían 50 eurazos por él y se quedó en el intento.
El regreso del clásico de las bombas y un adorable juego de puzles donde recortabas personajes de papel. Títulos sólidos que completaban una oferta inicial decente, pero que vivían bajo la gigantesca sombra de Zelda.
El éxito de Switch (más de 140 millones de unidades a día de hoy, ¡QUÉ SALVAJADA!) se debe a que Nintendo aprendió la lección: un solo juego ÉPICO puede llevar el peso del lanzamiento si está respaldado por un hardware que tiene sentido y que la gente entiende a la primera. La lección era cristalina: menos es más, si lo que ofreces es la bomba.
Con la Switch 2 confirmada para 2025 y ese Nintendo Direct del 2 de abril que nos mantiene en vilo, las expectativas crecen día tras día. Nintendo ha demostrado aprender tanto de sus mayores logros como de sus tropiezos, y todo indica que están preparando algo extraordinario. Estas son nuestras predicciones más sentidas:
El teaser inicial de Switch 2 nos dejó un vistazo a lo que parece ser el nuevo Mario Kart, y no es para menos. Después de que Mario Kart 8 Deluxe vendiera la barbaridad de 60 millones de copias, un Mario Kart 9 con circuitos más grandes, roster ampliado y un online que funcione como Dios manda sería un auténtico PELOTAZO desde el día uno.
Anunciado allá por 2017 y retrasado más veces que el tren de mi pueblo, este título podría ser el Breath of the Wild de Switch 2. Con un tráiler en 2024 que nos dejó con la boca abierta, su lanzamiento junto a la nueva consola sería un movimiento maestro que consolidaría a Samus como la reina del debut.
Han pasado OCHO AÑOS desde Super Mario Odyssey (sí, somos viejos), y ya toca que el fontanero más famoso del mundo vuelva a las andadas en 3D. Nintendo podría lanzar un plataformas que exprimiera la potencia de Switch 2 y siguiera la tradición de grandes Marios en lanzamientos clave. ¿Os imagináis un Odyssey 2 con mundos el doble de grandes y mecánicas nuevas? Se me cae la baba solo de pensarlo.
Nintendo siempre tiene un conejo en la chistera. ¿Un remake de Ocarina of Time con gráficos next-gen? ¿Un experimento tipo Ring Fit Adventure pero que te haga sudar el doble? ¿O quizás el regreso de F-Zero o Star Fox? Switch 2 podría sorprendernos con algo que ni se nos ha pasado por la cabeza y que aproveche sus rumoreadas mejoras, como esos Joy-Con magnéticos o esa potencia gráfica que, según dicen, rivaliza con PS4 Pro.
Si algo nos enseñan los lanzamientos de Wii, Wii U y Switch, es que Nintendo brilla cuando mezcla innovación con juegos que te dejan pegado a la pantalla durante horas. Switch 2 tiene el listón altísimo para superar a su hermana mayor, pero también cuenta con millones de fans que estamos deseando dejarnos el sueldo en ella.
Con un lanzamiento que apunta a junio de 2025 y esos eventos "Nintendo Switch 2 Experience" que arrancan en abril, todo indica que la Gran N está cocinando algo GORDO. El 2 de abril estaremos pegados a YouTube como lapas para ver qué nos cuentan, pero hasta entonces, especular es parte del hype. ¡Que empiece la cuenta atrás!
¿Y tú qué sientes ante lo que está por venir? ¿Crees que Nintendo apostará por la seguridad de sus franquicias más queridas, o nos sorprenderá con una propuesta completamente nueva? ¿Qué experiencia te haría adquirir una Switch 2 desde el primer día? Comparte tus esperanzas, sueños y teorías en los comentarios. Cada día que pasa nos acerca más a descubrir el siguiente capítulo de esta historia que llevamos décadas construyendo juntos.
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