
Soy un enganchado empedernido de las aventuras gráficas desde que era pequeño he jugado muchísimas y siempre tengo buenos recuerdos de ellas, me marcaron mucho aventuras como The Longest Journey, Broken Sword y cómo no los dos primeros Sybera, sí sé que hay muchas más y seguramente mejores pero esas las recuerdo con especial cariño. Syberia es uno de esos juegos que marcaron época no es hablar por hablar ya que, cuando salió en 2002, demostró que las aventuras gráficas no estaban muertas, vendiendo 500.000 copias en una época donde 3D y shooters dominaban todo. Benoît Sokal (que nos dejó en 2021, descanse en paz) creó algo especial: una historia adulta, contemplativa, sin violencia y con unos puzles bastante chungos la verdad. Ahora Microids lo trae de vuelta con gráficos 3D modernos, pero la pregunta es si esto es un homenaje digno o un producto innecesario.
La historia sigue intacta y menos mal porque sino me da algo: eres Kate Walker, abogada neoyorquina que viaja a Valadilene, un pueblo en los Alpes franceses para cerrar la venta de una fábrica de autómatas. Lo que parece un trámite rutinario se convierte en una odisea por Europa del Este buscando al heredero Hans Vorlberg y su sueño de encontrar la isla de Syberia, donde supuestamente viven los últimos mamuts. Te acompaña Oscar, un autómata con más personalidad que muchos humanos del juego.
Estamos ante un remaster, y claro eso tiene sus consecuencias, para bien y para mal. El cambio visual más gordo es el paso a entornos 3D. Adiós a los fondos pintados digitalmente estilo Final Fantasy VII o Resident Evil clásico que tan bien le sentaban en la época todo sea dicho. Ahora todo es tridimensional con iluminación mejorada, modelos de personajes actualizados y arquitectura rediseñada. Validilene se siente más conectado, menos separado por cortés entre pantallas y realmente te da una nueva visión de aquello que viviste en 2002.
No quiero desmerecer el trabajo de remasterización ya que, en algunos momentos el resultado es impresionante. La iluminación atmosférica, los efectos climáticos, los interiores de la universidad... hay secciones donde el juego brilla. Los desarrolladores respetaron la dirección artística original de Sokal, cada autómata y calle nevada mantiene el espíritu clockpunk que hizo famoso al juego y realmente te absorbe con sus detalles.
Pero aquí viene el problema gordo y algo que no me ha convencido: las escenas originales no se remasterizaron bien. Usaron algún tipo de upscaling que las deja borrosas y comprimidas, contrastan fatal con los gráficos nuevos y te sacan completamente de la ambientación. Es chocante pasar de entornos 3D bonitos a vídeos que parecen de YouTube en 240p. Entiendo que probablemente fue decisión de presupuesto o homenaje al original, pero el resultado es cuestionable pero sigamos.
En este aspecto tengo mis dudas, la verdad, el modelo de Kate es otro tema. Algunos fans lo defienden, otros dicen que parece zombie con ojos muertos, es que lo de los ojos es una cosa jaja. Es rígida al moverse, las animaciones son tiesas y para mi gusto, demasiado forzada, leñe que Kate no es un autómata! . En un juego donde pasas horas mirando al personaje, esto molesta más de lo que debería y, al menos para mi, me ha pasado.
La cámara 3D nueva también tiene sus momentos. En espacios abiertos funciona bien, pero en interiores estrechos se vuelve incómoda, eligiendo ángulos raros que dificultan ver puertas y caminos, se que esto es complicado de mejorar pero me saca demasiado de quicio. El sistema de cámaras fijas original tenía sus limitaciones, pero al menos estaba diseñado pensando en esos espacios específicos donde hay cosas con las que debes interactuar.
Aquí está uno de los problemas más frustrantes con los que me he topado. El juego ofrece dos opciones de control: point-and-click clásico con ratón o control directo de Kate con mando. Ninguno de los dos termina de funcionar correctamente y te cuento por qué.
Si vas con ratón como hice yo, Kate no responde bien a dónde haces click. Se queda enganchada en geometría, ignora comandos, te encuentras machacando el botón izquierdo como idiota mientras ella decide si quiere moverse o no igual es cosa mía pero es raro de narices. Para un juego que literalmente tiene "point-and-click" en su descripción de género, esto es imperdonable.
Con mando ya es otra cosa, va algo mejor pero sigue siendo lenta y pesada. Kate se mueve lenta incluso corriendo, como yo cuando me hinco un kebab de ternera, y el mundo está lleno de paredes invisibles que no tienen sentido. El problema es que los entornos 3D nuevos no están diseñados pensando en control directo, son adaptaciones de escenas que originalmente funcionaban con clicks en puntos específicos.
Al menos los menús son funcionales. Contestar el móvil de Kate, seleccionar objetos del inventario, revisar notas... todo eso si que va fluido. Pequeño consuelo en un mar de dudas y autómatas.
Vamos con esto porque es importante, Syberia siempre se ha caracterizado por ser una de las aventuras gráficas más complejas de las que recuerdo. Los desarrolladores decidieron modificar algunos puzles del original y ya sabes lo que pasa, si algo funciona mejor no lo toques... La idea era dar algo nuevo a los fans que ya conocen el juego. En teoría suena bien, en práctica el resultado es mixto tirando a malo.
Los cambios básicamente añaden más pasos a ecuaciones que ya existían. No son puzles más inteligentes o mejor diseñados, simplemente alargan el proceso de forma innecesaria. En un juego que ya tenía bastante backtracking, esto convierte las secciones en ejercicios de paciencia más que de ingenio y eso no mola nada de nada.
El juego original nunca tuvo el diseño de puzles más brillante del género, seamos honestos. Syberia destacaba por su atmósfera y narrativa, no por rompecabezas que te volaran la cabeza, eso sí eran complejos. Los puzles eran funcionales, integrados en la historia, pero no especialmente memorables más allá de volverte loco por lo poco intuitivos que son algunos. Esta versión los hace más tediosos sin hacerlos más interesantes.
Hay dos modos de dificultad: Story Mode (más guiado) y Adventure Mode (menos ayuda). El diario de Kate da pistas útiles si te atascas y esto viene realmente bien. Los puzles en sí son razonables pero no siempre intuitivos, nada es injustamente difícil con paciencia en la mano claro, pero el ritmo lento combinado con el backtracking extra puede resultar agotador para jugadores modernos acostumbrados a experiencias más ágiles.
La narrativa es lo mejor del juego y permanece intacta demos gracias a Dios. La historia de Kate, su viaje de autodescubrimiento mientras persigue a Hans, los temas de crecimiento personal, el deterioro de sus relaciones en casa, la destrucción de industrias tradicionales... todo sigue siendo potente y si vienes de nuevas la historia de Benoit te va a molar muchísimo.
Las llamadas telefónicas de tu jefe agresivo, tu madre preocupada, tu prometido Dan (que es un capullo de manual) y tu amiga Olivia... se vuelven progresivamente más molestas. Esto es deliberado y brillante: te hace sentir la misma frustración que Kate con las interrupciones constantes mientras ella se obsesiona con su misión.
El doblaje original se mantiene y menos mal porque siempre me encantó. Las actuaciones son producto de su época: algunas líneas suenan tiesas, los encargo son menos naturales que lo que esperarías hoy. Para fans nostálgicos es encantador, para nuevos jugadores puede sonar anticuado, raro y sin gracia.
La banda sonora orquestal sigue siendo preciosa. Melancólica, atmosférica, carga mucho peso emocional y entra perfectamente en la historia para meterse de lleno. El problema es que hay poca variedad - escuchas las mismas melodías repetirse constantemente. Más diversidad musical habría sido bienvenida pero bueno, para cagarla mejor dejarla así que está muy bien.
El juego tiene problemas técnicos considerables y se vuelve loco pidiendo recursos sin sentido. He tenido algún crasheso que me ha mandado la partida al carajo pero al menos los checkpoints hacen bien su trabajo. Las pantallas de carga se hacen larguísimas y no entiendo bien por qué. Me he encontrado con algunos bugs donde literalmente no puedes hacer nada y tienes que reiniciar. Pero bueno, en líneas generales lo puedes jugar de principio a fin.
La duración ronda las 6-7 horas dependiendo de tu habilidad con los puzles y tu paciencia con el juego pero si la historia te convence, te lo vas a ventilar rapidito.
Syberia Remastered es un producto que divide no te voy a engañar. No es terrible, pero tampoco es lo que un clásico de este calibre merecía. Hay respeto por la obra original de Sokal, eso es innegable y menos mal. La historia permanece intacta con toda su magia, la atmósfera clockpunk sigue siendo única, y para fans nostálgicos como yo hay momentos de genuina emoción reviviendo este viaje.
Pero los problemas son demasiados para ignorar. Los controles son frustrantes en ambas opciones, Kate se mueve como un autómata de Hans, los puzles modificados añaden tediosidad sin razón, las escenas se ven mal, hay bugs técnicos molestos pero si pasas esto por alto y vienes de nuevas te puede interesar.¿Para quién es? Si eres un fan nostálgico de Syberia y quieres revisitarlo con gráficos nuevos, puede funcionar aunque te frustrarán los cambios. Si nunca lo jugaste y te interesan las aventuras gráficas contemplativas con historias adultas y ritmo lento, dale una oportunidad, ya solo por la historia merece mucho la pena. Si buscas algo ágil, moderno o bien pulido técnicamente, busca en otro lado.
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