La saga Final Fantasy es una de las más importantes en el mundo de los videojuegos: quince entregas principales, y decenas de ellas secundarias, que han creado un legado para el recuerdo en esta compleja industria del ocio electrónico. Ahora bien, sus inicios no fueron fáciles, y quien se adentre en la marca hoy en día, quizás es mejor que evite algunas de sus primeras iteraciones para no salir escaldados.
Por esta razón, os traemos un ranking para descubrir cuáles son los mejores (y los peores, dentro de lo que cabe) videojuegos que forman parte de la franquicia Final Fantasy, sin entrar en spin-offs o secuelas.
La primera entrega, que es la que inició el universo Final Fantasy, fue un éxito que permitió a Squaresoft salvarse de la quiebra. Fue el competidor principal de Dragon Quest, aunque lo cierto es que no deja de ser un título más básico y simplista que el resto de la saga: es aquí donde descubrimos que juego tras juego, sus desarrolladores se han encargado de reinventarse.
El principal problema de esta secuela es que no tenía ritmo: pese a que su historia era mucho mejor que la de la primera parte, el cambio del sistema de progresión se cargó con cualquier opción de resultar divertido. Ahora, muchos combates los acabábamos sin potenciar a nuestros protagonistas, por una incorporar una forma de mejorar que dejaba todo a la suerte.
La primera incursión de la marca en el mundo de los MMORPG supuso un soplo de aire fresco para la franquicia, pero seamos francos: de no haber existido Final Fantasy XIV, quizás hubiera estado varios puestos por encima, el problema es que debido a la decimocuarta entrega, se relegó a este proyecto experimental a esta posición ya que se ha quedado anticuado en muchos aspectos (pese a que una parte de su comunidad siga aún activa).
Muchos recordaréis a la tercera entrega de Final Fantasy gracias a su 'remake' en Nintendo DS. Si jugáis a esta aventura en dicha plataforma, mejora varios puntos gracias a la actualización sufrida; si recurrís a la versión original, lo cierto es que no deja de ser un JRPG bastante clásico, con una aventura interesante, pero que en poco tiempo quedó eclipsado por su espectacular cuarta parte.
Ay, pobre Lightning. Pese a que su protagonista nos parezca uno de los personajes más complejos de la saga, esta decimotercera aventura cometió un error imperdonable: sus largos pasillos impidieron que la jugabilidad brillase (y eso que era notable), y es que había momentos en los que solo podíamos avanzar hacia delante durante horas, algo que provocaba que estuviésemos ante un videojuego un tanto monótono.
Recuerdo con cariño esta quinta entrega: tiene lo mejor de Final Fantasy IV (su sistema ATB en el que los turnos se hacían bastante más activos), y también lo que más notable tenía Final Fantasy III (sus trabajos, aunque en este caso mucho mejor implementados). Su historia es bastante olvidable, pero es que su jugabilidad es tan exquisita, que no podemos ponerlo más abajo de lo que ya está.
Una decisión controvertida la que voy a tomar, y es que pese a que su mundo me maravilló, sus personajes me enamoraron y su jugabilidad, con el paso de las horas, me atrapó, no puedo dejar de tener la sensación de que los problemas de desarrollo que tuvo esta decimosegunda parte se notan nada más comenzar, y ya más adelante, en un final abrupto que merecía otro desenlace.
La sexta entrega llegó sin ser consciente de lo que lograría poco después Final Fantasy VII. Para muchos, este título es el mejor de la saga; para otros, como un servidor, pese a que acierta en todo lo que hace, sobre todo en lo que a historia se refiere, no deja de ser una aventura en la que se observa a simple vista que la marca necesitaba un cambio urgente en muchos aspectos, algo que llegaría con el paso de los años.
El mejor Final Fantasy de su época; el mejor videojuego de rol que pudimos disfrutar en décadas. Su argumento, sus personajes, su desarrollo y su sistema de combate son buenísimos, y pese a que como ocurre en sagas longevas quedase eclipsado por entregas venideras, su 'remake' de DS nos hizo recordar por qué gustó tanto esta cuarta parte.
La historia de Tidus y Yuna es una de las más emotivas, algo en lo que también se ve implicada su espectacular banda sonora. Y pese a que el sistema de progresión basado en tableros se hacía un tanto tedioso, cuando le cogías el punto conseguías mejorar a tus personajes tal y como tú querías. Olvidemos mejor su secuela, eso sí, sobre todo por su historia 'fanservice'.
Estoy de acuerdo, en parte, con aquellos que se quejan de que el mundo abierto de Final Fantasy XV tiene muchos errores, sobre todo a nivel de actividades: sus misiones secundarias pueden resultar monótonas y aburridas. Pero creo que montarnos en el Regalia y disfrutar de sus paisajes, la gran extensión de territorio que abarcamos, y las enormes localizaciones que visitamos como Altissia, sumado todo ello a un sistema de progresión interesante que aprovecha los campamentos para mejorar lo que hacemos durante el día, hace de esta entrega una de las más disfrutables de la franquicia. Y su historia, si entras en su universo transmedia, es tremendamente adictiva.
Para muchos, el mejor Final Fantasy (esto ocurrirá también con el 'top 3'); para otros, una entrega continuista. Pero lo cierto es que sus personajes son perfectos (quizás los mejores de la saga), y si bien su sistema de combate y de progresión no inventan la rueda, no desentonan. Lo único que podemos achacarle es que llegó quizás demasiado tarde, con PlayStation 2 ya tocando a la puerta.
Una de las entregas más infravaloradas de todas en España, en parte, por no traer subtítulos al castellano; es Final Fantasy en estado puro. En algunos momentos, es la aventura más compleja que jamás viviréis en la saga; en otros, un oasis de libertad en el que podéis hacer todo lo que soñéis. Un indispensable aún hoy en día, y al que le quedan muchas expansiones por llegar.
¿Cuál es mejor? ¿Final Fantasy VII o Final Fantasy VIII? Dura decisión, ya que son ambos títulos verdaderas obras de arte. Pero vamos a optar por analizar su influencia, y en eso gana la séptima entrega; pero la octava cuenta con algunos de los mejores momentos de toda la franquicia. También con un buen sistema de combate y de progresión, y aunque muchos criticasen que era una entrega continuista frente a la aventura protagonizada por Cloud y compañía, con el paso de los años ha ido ganando reconocimiento.
Cloud, Sefirot, Aeris, Tifa, Barret, Red XIII, Yuffie, Zack... Son tantos y tantos los nombres de personajes que nos vienen a la cabeza al pensar en Final Fantasy VII, que solo con eso podemos aclarar por qué es el mejor título lanzado de la saga hasta el momento. Y es que puede ser que estemos ante la entrega más influyente y recordada de toda la marca, algo por otro lado normal gracias a una historia única y atractiva, que se complementó con un gran sistema de combate. Eso sí, quizás lo mejor será que juguéis tanto al original como al Remake de la antigua generación para descubrir dos propuestas bastante diferentes entre sí.
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