Justo cuando piensas que ya lo has visto todo en el mundo de los videojuegos, alguna obra llega y te sacude con fuerza. No falla. En mi caso ocurre cada cierto tiempo, y ahora me ha sucedido con un curioso título que, en realidad, ya tiene unos cuantos años, pero que juega con la temporalidad real: para poder pasárnoslo tenemos que esperar 400 días. Más de un año de nuestra vida real para poder llegar al final de un videojuego, ¿cómo te quedas?
Esta es una de las peculiaridades de The Longing, un título desarrollado por el estudio alemán Seufz que se lanzó en 2020 en PC (y un año después en Nintendo Switch), y que destaca por esa idea loca: dura 400 días, sí o sí, ya que es el tiempo que el jugador debe esperar para que el rey dormido despierte. Eso sí, el tiempo avanza aunque el juego no esté en funcionamiento, así que simplemente debemos dejar pasar el tiempo... juguemos o no juguemos, para poder alcanzar el final.
¿Qué hacemos nosotros mientras tanto? Controlamos a Shade, un curioso personaje cuyo objetivo es vigilar al ya mencionado rey dormido. El tema está en que sí, el rey permanece dormido durante 400 días reales, por lo que nosotros podemos ir explorando una red de cuevas mientras tanto, decorando nuestro hogar, haciendo dibujos o completando diferentes actividades. En realidad, sí, lo único que hacemos en The Longing es esperar a que el rey se despierte mientras hacemos (o no) pequeñas acciones dentro del juego.
No es lo único que llama la atención (para bien o para mal) de The Longing, ya que dentro de su lógica interna, realizar cualquier acción requiere días o semanas, por lo que puede llegar a resultar bastante desesperante para algunos jugadores. El movimiento de Shade es muy (pero muy) lento realizando cualquier acción. En realidad, funciona como una especie de experimento y así es como yo me lo tomo: una muestra de lo que un videojuego es capaz de hacer con el tiempo, tanto el real como el virtual, además de plantear objetivos únicos como esperar, simple y llanamente.
Si te llaman la atención los videojuegos que utilizan el tiempo de manera diferente y única, The Longing es uno a tener en cuenta. Me recuerda a ciertos experimentos de otras vertientes culturales como el cine, con las películas como Boyhood de Richard Linklater, que también utilizan el tiempo de una manera muy diferente al de otras obras. Los videojuegos siempre tienen la capacidad de sorprenderte y eso es algo muy bonito, ¿no crees?
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