Siempre he querido aprender a tocar el piano pero, como no tengo tiempo para dedicarme en serio a ello, me limito a tenerle envidia a la gente que sabe tocar el piano. Sobre todo, si veo la genialidad de algunas personas como Elesky que han logrado destacar a través de su puro esfuerzo. Es por ello que uno siente tanta rabia cuando le cuentan cosas cómo esta; cuando la propia Elesky contaba a través de su cuenta de Twitter cómo no pudo acceder a USA por una experiencia bastante desagradable con uno de los aduaneros de su frontera:
Los estadounidenses demostrando, una vez más, que no todo el mundo es Estados Unidos y que hay mucho terreno más allá de sus fronteras. Y esto os lo digo de forma totalmente sincera: saben venderse muy bien en el sector mainstream como un país al que envidiar desde fuera, pero lo cierto es que tienen una serie de creencias, políticas sociales y filosofías de vida que no le desearía ni a mi peor enemigo.
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