Sony lanzó al mercado europeo la PS5 el 19 de noviembre de 2020, desde su salida en plena pandemia se hizo saber a todo el mundo que esta consola contaría con un stock limitado debido a la escasez y encarecimiento de las materias primas para poder fabricarla. Debido a esto las webs que disponían de la posibilidad de reserva quedaron totalmente colapsadas y todo el stock disponible quedó vendido en apenas cinco minutos.
En aquel momento elucubrábamos un futuro mejor en el que como en generaciones pasadas podríamos acudir a nuestra tienda de confianza y llevarnos aquella caja enorme con nuestra consola favorita, lejos de eso seguimos aún hoy, y es que Sony parece estar cómoda trabajando a base de reservas y producto vendido casi antes de ser fabricado.
Teniendo en cuenta el momento actual de mercado es evidente que parece una locura pensar en la llegada de una versión PRO de PlayStation 5 pero desde Sony han dejado caer que 2023 será un gran año para la compañía, y, con el rumor de una PS5 con el disco extraíble, solo nos queda pensar más allá, y más allá solo está la PlayStation 5 PRO.
Por otro lado existe un precedente, PlayStation 4, que fue lanzada al mercado el 15 de noviembre de 2013 y tres años más tarde, el 10 de noviembre de 2016 llegaba su versión PRO. Ya hemos comentado que la situación de mercado no es la misma, pero las generaciones de consolas tienen sus tiempos y postergar mucho la llegada de una versión mejorada de la consola base podría resultar ser un error y más teniendo en cuenta el aumento de precio que esta tendría.
La respuesta rápida es no, pues como ya he comentado ahora mismo PlayStation 5 está vendiendo maravillosamente bien dentro del stock disponible, pero por otro lado, el mercado de tarjetas gráficas no para de aumentar su demanda y el crash de las criptomonedas ha abaratado mucho un mercado que hace un año era impracticable. Hoy es fácil montarse un PC por unos 800 euros que aguante mejor el paso del tiempo que cualquier consola, y este sí sería un problema para Sony, desgastar al público, recurrir a packs inflados por los proveedores que no interesan al consumidor y que este opte por tomar otro camino.
Por esto, pienso que el primer golpe de efecto que necesita Sony es el de reabastecer el stock y hacer accesible para la mayoría una consola que cumplirá tres años en el mercado en este 2023. Que no le restan más de cuatro hasta la siguiente generación, tal y como ha ocurrido en generaciones pasadas. Por último, si así lo consideran oportuno, lanzar una consola con mayor capacidad de almacenamiento y capaz de correr todos los juegos de su catálogo a 4K/60FPS, quizá con un rediseño más compacto o una mejor ventilación, pero nada de esto terminará de cuajar si cuando voy a la tienda y no puedo comprarla.
De igual manera tocará esperar a ver que es lo que Sony tiene entre manos para este 2023, desde un plano personal espero eso, acudir a la tienda de turno para llevarme el cacharro en la mano soltando la morterada en el mostrador, a fin de cuentas era uno de esos momentos en los que te sentía poderoso por unos minutos.
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