
Desde su lanzamiento en 2015, no hemos vuelto a tener noticias de él. Ni una actualización de PS5, ni una mejora (necesaria) de su tasa de imágenes por segundo, ni un esperado y querido remake. Bloodborne se ha convertido en el elefante más grande en la habitación de PlayStation, y ojito, porque una interesante teoría podría volver a hacer que más de un fan se ilusione: ¿será 2026 el año elegido por Sony para regresar a la cacería?
Esta teoría, vista recientemente por redes sociales, tiene que ver con las marcas registradas y su funcionamiento. Básicamente, se expone que las grandes compañías (incluyendo a Sony, y ahora vemos algunos ejemplos) suelen "reactivar" algunas de sus marcas más importantes cuando han pasado cerca de diez años desde su lanzamiento original, para que no pierdan valor pasivo. Demon's Souls es un gran ejemplo: cuando pasaron los años, Sony decidió realizar el remake para volver a "reactivar" esta marca. Y también se trataba de un juego de From Software.
Pero tenemos otros casos relativamente recientes, como el remake de MediEvil, por ejemplo, que Sony decidió realizar cuando también habían pasado varios años. Otra razón importante que enmarca a esta teoría tiene que ver con la ausencia de acción de la compañía hasta el momento: Bloodborne no ha recibido ni una mísera actualización para mejorar su rendimiento o para aprovechar las capacidades de PS5, por ejemplo, como sí ha ocurrido con un montón de otros títulos. Y, según esta hipótesis, sería a propósito: cualquier parche limitaría el impacto de un remake, que podría llegar o anunciarse en 2026.
Si bien la teoría es sólida, también forma parte de algo evidente: la fe de los jugadores es muy grande y se apoya en ciertos sucesos que pueden no tener relación. La realidad es que pasaron 11 años justos entre el lanzamiento original de Demon's Souls y la aparición de su remake en PS5, y en 2026 se cumplirán 11 años justos desde el lanzamiento original de Bloodborne en PS4. Sin embargo, en otros ejemplos como MediEvil, pasaron más de 20 años.
Hay que reconocer que lo que ocurre con Bloodborne no es muy normal: se trata de un juego exclusivo de PS4 muy popular, de uno de los estudios más exitosos de los últimos años, cuyo impacto en el mercado en forma de remake o actualización sería muy grande. ¿Por qué no se tiene en consideración? ¿Por qué ni Sony ni From Software lo han tocado hasta el momento? Como no lo sabemos, toca elucubrar, y esta es una buena teoría (como cualquier otra).
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