¿Alguna vez has mirado a una ardilla y pensado: "Le falta algo…? ¡Ah, sí, una pistola!"? Pues los desarrolladores de "Squirrel with a Gun" lo hicieron, y el resultado es tan absurdo como hilarante. Este juego indie se une a la lista de títulos que convierten a los animales en protagonistas improbables, y lo hace con un estilo que haría que hasta Goat Simulator se quitara el sombrero (si las cabras usaran sombreros, claro).
En "Squirrel with a Gun", eres una ardilla con una misión clara: recolectar nueces doradas mientras evitas (o enfrentas) al FBI. Sí, has leído bien. El FBI quiere tu peluda cabeza, y tú solo quieres tus nueces. Es como "Buscando a Nemo", pero con más tiroteos y menos peces.
El juego te lanza a un mundo abierto lleno de posibilidades. Puedes ser el roedor pacífico que solo quiere trepar árboles y recolectar nueces, o convertirte en la pesadilla peluda de todo agente del FBI. La elección es tuya, y ambas son igualmente divertidas.
Contra todo pronóstico, las mecánicas de disparo son sólidas. Apuntar a la cabeza de los agentes es tan satisfactorio como inesperado. Y cuando los debilitas, puedes realizar "fatalities" de ardilla. Sí, has leído bien. Tu pequeño roedor se convierte en una máquina de acabar con agentes del gobierno de formas que harían que Mortal Kombat pareciera un juego de preescolar.
Pero no todo es violencia. El juego te permite interactuar con los ciudadanos de formas hilarantes. Puedes trepar por sus cuerpos, darles masajes improvisados e incluso atracarlos por unas cuantas bellotas. Es como Grand Theft Auto, pero con más pelo y menos moral.
El mundo de "Squirrel with a Gun" es sorprendentemente grande y lleno de secretos. Hay acorns dorados por descubrir, cosméticos adorables para tu ardilla asesina, e incluso vehículos para robar. Porque, ¿qué es más gracioso que una ardilla conduciendo un coche? Nada, esa es la respuesta.
La física del juego es parte integral de la diversión. Usar el retroceso de tus armas para propulsarte a lugares altos es tan absurdo como efectivo. Es como si Isaac Newton hubiera diseñado un parque de atracciones para roedores armados.
Visualmente, el juego es sorprendentemente detallado y atractivo. Tu ardilla protagonista está modelada con tanto cariño que casi te sientes mal por convertirla en una máquina de matar. Casi.
La banda sonora acompaña perfectamente la acción, con temas que van desde lo épico hasta lo ridículo. Porque nada dice "soy una ardilla peligrosa" como un solo de guitarra eléctrica mientras saltas de un tejado.
No todo es perfecto en el paraíso de los roedores armados. El juego sufre de algunos bugs y glitches, especialmente en las peleas contra jefes. En un momento dado, me encontré luchando contra un tanque en una batalla que parecía sacada de una pesadilla febril de una ardilla.
Los enemigos se multiplicaban como… bueno, como ardillas, y el jefe se quedó atascado en una animación. Fue como si el juego hubiera decidido tomar LSD en medio de la batalla.
"Squirrel with a Gun" es exactamente lo que promete: una experiencia absurda, hilarante y sorprendentemente divertida. Es el tipo de juego que no sabías que necesitabas hasta que te encuentras a las 3 de la mañana gritando "¡Toma esa, agente Johnson!", mientras tu ardilla realiza una voltereta en el aire y dispara a la vez.
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