Hay videojuegos de acción de casi todos los colores y tamaños, y parte de los que llegan al gran público son los que están protagonizados por esos personajes de cómics que se hacen llamar héroes o incluso superhéroes. Al hablar de estos personajes, a los que podemos llamar iconos culturales en muchos de los casos, siendo honesto; y de videojuegos, me vienen varios nombres a la punta de la lengua.
Por supuesto, Batman (los Batman Arkham son escandalosamente buenos) y Spider-Man (Insomniac Games dio en la tecla adecuada con los Marvel’s Spider-Man) son los grandes exponentes del mundo superheroico dentro de nuestro medio, pero también se puede mencionar a otros como los Guardianes de la Galaxia con su juego de 2021 (título del que siempre diré que es una propuesta más que buena) o a los X-Men, con títulos clásicos del reconocido grupo mutante de Marvel u otros protagonizados por uno de sus integrantes más famosos, Wolverine. De hecho, este último tendrá un nuevo videojuego de la mano de PlayStation y de la propia Insomniac, uno que sigue sin fecha de lanzamiento.
Mientras que estos superhéroes tienen y tendrán adaptaciones a su nivel, logrando consolidarse como grandes juegos per se (en todas partes hay excepciones), uno de ellos parece que nunca termina de estar en esa conversación y parece que tampoco se le espera a día de hoy. Hablo del bueno de Superman. Aprovechando el reciente estreno de su nueva película en cines, me apetecía repasar un poco la complicada trayectoria del último hijo de Krypton en los videojuegos, un lugar en el que, como ya digo, no ha tenido demasiada suerte como protagonista.
El alter ego de Clark Kent (o Kal-El en su Krypton natal) es uno de los héroes más icónicos del mundo del cómic y de la cultura popular global, y es ese personaje al que, de forma casi irremediable, asociamos el término superhéroe. A nivel histórico, su imagen, sus valores y todo lo que representa (la bondad, la esperanza…) Superman ha logrado trascender las páginas de los cómics con sus historias heroicas, dejándonos con una gran cantidad de películas y series que adaptan al personaje y su mundo, a veces mejor y otras veces peor.
En parte, sin decirlo de forma totalmente afirmativa y sin ser yo el mayor fan del superhéroe creado por Jerry Siegel y Joe Shuster, puede que la gran cantidad de adaptaciones que ha recibido, unas cuantas de dudosa calidad en los últimos años, por decirlo de alguna manera; hayan sido las causantes de lo “poco” que se valora su figura dentro del panorama superheroico en la actualidad (siendo conscientes a la vez de su grandeza e historia). Quizás, en los últimos 10 o 15 años, los nuevos fans del género no se han adentrado en él por el buenazo de Kent.
Puede que sean solo sensaciones y pensamientos míos, pero lo que creo que sí que podemos confirmar todos es que ningún aficionado a los videojuegos de superhéroes lo es gracias a Superman. Este ha contado con una presencia notable en varios títulos (aquí, si queréis, podemos contar su existencia en el loco universo de Fortnite) en los que el protagonismo ha sido coral por parte de los personajes de DC, como en los Injustice, donde Kal-El ha tenido un papel más antagónico y unas características más de tirano prácticamente invencible que cercanas a los valores canónicos que son santo y seña del superhéroe. Pero, ¿qué hay de sus juegos propios?
Sus propuestas han contado con la versión más habitual del kryptoniano, pero no se puede decir que hayan funcionado bien. El ejemplo más evidente es el famoso Superman 64 para Nintendo 64, que se lanzó en 1999 para la consola de la gran N y tuvo un recibimiento bastante negativo. Un diseño nefasto, controles malos, gráficos 3D que dejaban mucho que desear, incluso para su época; un argumento y narrativa más que pobres. Todo ello fue suficiente para que el título desarrollado por Titus Software sea, a día de hoy, considerado como uno de los peores de la historia.
Con el tiempo, llegaron más intentos para otras plataformas y de parte de otras desarrolladoras. La suerte que corrieron estas iteraciones no es que fuese mucho mejor. Sin saber mucho de él, tengo entendido que Superman: Shadow of Apokolips, que se lanzó en 2002 para PS2 y GameCube, es la adaptación más honrosa del hombre del mañana en el ámbito de los videojuegos, sin ser precisamente un gran juego. Esta propuesta se inspiraba en la serie de animación del icónico personaje, Superman: The Animated Series, y contaba con un estilo artístico muy similar al de la propia serie y con los mismos actores de voz.
No estoy seguro de si este juego honra mínimamente a Clark Kent y a su alter ego (he estado viendo algunos vídeos y la verdad es que no parece la gran cosa, aunque supongo que por aquel entonces su percepción podría llegar a ser otra), pero del que sí que tengo un ligero recuerdo es de Superman Returns, título que se inspiraba en la película homónima de 2006 y que fue publicado por EA ese mismo año para las consolas de la época. Lo poco que recuerdo de él es que en su día no me desagradó, pero claro, estamos hablando de una época en la que tenía unos 10 años y diría que tampoco jugué demasiado.
Repasando vídeos, me quedo con la sensación de que lo más destacable que tenía era el hecho de poder volar libremente por la ciudad, el uso de los poderes del kryptoniano y alguna que otra mecánica más. Por ejemplo, la barra de vida era de la propia Metrópolis y no de Superman, lo que servía para ver el daño que recibía la ciudad cada vez que recibía algún golpe nuestro superhéroe. Oye, siendo un juego con sus deficiencias, este sistema es una forma más que notable de representar la invencibilidad que caracteriza a Superman.
Sea como fuere, es innegable que el recorrido de Superman en los videojuegos no ha sido el más exitoso y, en gran parte, eso se debe a lo complicado que es adaptar al personaje y a sus características. Alrededor de este tema, son varias las cuestiones que los estudios pueden llegar a hacerse: ¿cómo haces divertido jugar con alguien prácticamente invulnerable, rapidísimo, que vuela, tiene superfuerza, visión de rayos X, que puede congelarte y que tiene oído agudo? ¿Qué mecánica puede resistir más de una hora y poco tiempo más sin volverse repetitiva o ridícula ante un personaje que, sobre el papel, no debería tener rival?
La verdad es que la respuesta a estas preguntas no parece sencilla, y seguramente no será muy económica. Los videojuegos, al menos aquellos que apuestan por los géneros de acción y aventuras, necesitan un conflicto, tensión y cierta dificultad (aunque esto también puede ser otro debate a abrir). Y Superman, por norma general, se salta esas bases. Y ahora que llegamos a este punto, llevo días pensando que quizás todas esas cuestiones sean un punto de partida de lo más interesante.
Sí, se pueden buscar soluciones en cuanto a sistemas de acción, enemigos más complejos y que vengan de otros planetas, universos o incluso de otras realidades del propio universo superheroico de DC. Ahora bien, ¿por qué no aceptar todas esas características y bondades de Superman para crear una propuesta que explore todos los dilemas que tiene el personaje a su alrededor y las razones de ser como es? Ya se han adaptado versiones más oscuras de él, como bien decía antes, en los ya mencionados Injustice o incluso en el muy poco memorable Suicide Squad: Kill the Justice League, pero en estos no ha copado todos los focos.
Estoy seguro de que, si en un futuro tenemos un nuevo juego protagonizado por Superman, este tiene que ser ese héroe icónico que inspira al resto del mundo. Este punto me hace cierta gracia, ya que, por lo general, siempre he visto a Kal-El como un personaje de lo más plano, un cliché con patas, capa y con calzones por encima de los pantalones. Siempre me he sentido atraído por otros supers no tan “perfectos”. Y no quiero decir que ahora sea el mayor fan de Superman, pero sí que lo veo de otra manera, comprendiendo que no es tan cliché y que es más el desarrollo de un ser casi divino que elige ser “el bueno” en un mundo que dista mucho de serlo.
Tener el poder de imponer tu voluntad en cualquier momento y, en lugar de ello, escoger ser ese símbolo heroico y de protección para los seres humanos, no debe ser algo precisamente simple, y más si tenemos en cuenta que su recompensa es casi nula al final del día. Todo este conflicto (poder y empatía, contención y sacrificio) puede ser una gran base para construir una historia y una narrativa fuertes para un videojuego del último hijo de Krypton. No sé cómo, pero si se encuentra una manera de hacer que, a nivel jugable y mecánico, sea funcional y no limite por limitar al jugador, sería algo interesante.
Un juego de Superman con dilemas morales y con acciones y decisiones complicadas de tomar, tomando en serio las capacidades del superhéroe y del humano que pretende ser y, por supuesto, de sus enemigos, seguro que sería un camino ideal que recorrer para el personaje en el terreno de los videojuegos. El mejor ejemplo que se me ocurre ya lo he indicado antes, y ese son los Marvel’s Spider-Man de Insomniac, que nos ofrecen la mejor versión del hombre araña en los videojuegos y el lado humano que le aportan tanto Peter Parker como Miles Morales. Creo que ese punto, aportar una narrativa rica tanto para Superman como para Clark Kent, es algo fundamental.
Lo que estoy diciendo aquí no busca ser una guía de absolutamente nada. No soy la persona que tiene que encontrar el camino para llevar a cabo esta ardua tarea. Solo llevo varios días pensando en todo esto y me apetecía compartirlo con vosotros. Hablando de casi el mismo tema, mi compañero Álex Pareja se atreve, creo que de forma acertada, a profundizar más en cómo debería ser ese título que haga justicia al bueno de Superman. Los que estéis leyendo esto, seguro que compartiréis la opinión de que un proyecto así puede ser muy complejo y puede que de lo más caro (quizás habría alguna manera de hacerlo como un AA, pero con el nombre que tiene, lo veo casi imposible ese enfoque), y eso nadie lo va a poner en duda.
Ahora, no creo que sea imposible crear un título original que esté mínimamente a la altura de Superman, con amenazas y enemigos que le pongan a prueba y en peligro a su querida Metrópolis, a sus habitantes y personas más cercanas, y a la humanidad que tanto parece querer; y de Clark Kent, con su día a día conviviendo con su heroico alter ego y todo lo que eso conlleva en su vida. En esencia, es importante entender lo que hace que el hombre de acero sea especial y tan icónico dentro de los fans de los cómics y de la cultura pop global (algo que vuelve a ganar fuerte peso tras su última película) para poder crear ese videojuego que le puede llegar a situar al lado de Spider-Man y Batman en nuestro medio.
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