El otro día estaba en directo en Twitch hablando de la actualidad de la semana en el mundo de los videojuegos (si, hemos empezado a hacer streamings en Areajugones cada jueves a las 3 de la tarde) cuando acabé hablando sobre las últimas filtraciones de God of War: Ragnarök. Una serie de datos que habrían desvelado cuál sería su fecha de lanzamiento.
Sin embargo, no podremos salir de dudas con esto último a corto plazo: el State of Play que tendrá lugar esta misma semana no estará centrado en los grandes juegos first-party de PlayStation, por lo que sería muy raro que saliera en dicha presentación. Y es que, ante la falta de datos, es normal que surjan las inseguridades; cosa que me lleva pasando con God of War: Ragnarök desde hace ya un tiempo. Porque le tengo unas ganas increíbles al juego, pero hay algo que me preocupa mucho de él.
Mis 2 grandes preocupaciones con God of War: Ragnärok
Una cuestión de expectativas
El God of War de 2018 dejó el listón altísimo y me preocupa que esta secuela no esté a su altura
Sin embargo, tengo claro que esto último podría tener que ver más con mis propias sensaciones que con la calidad del juego en sí
Es decir, según lo visto en el tráiler del juego, parece que nos encontramos ante una experiencia muy parecida a lo que ofrece 2018 en cuanto a lo jugable
Ahí viene exactamente mi preocupación: el primero me gustó tanto por reinventar completamente una saga a la que le hacía falta un reinicio
Me da miedo que este God of War: Ragnarök no me sorprenda tanto y, por ello, no lo disfrute tanto como el anterior ❌
Además, me ocurre con bastante frecuencia que me canso rápido de aquellos juegos que son muy continuistas con sus precuelas
Mi pesadilla con los mundos abiertos
El mundo abierto del God of War de 2018 tenía el tamaño perfecto: lo bastante grande como para darte un puñado de horas extra de contenidos, pero no tanto como para abrumar ✅
Me preocupa que a Santa Monica le haya podido la ambición y se haya dedicado a hacer un mundo abierto demasiado grande
Cada vez me cuesta más afrontar juegos que son sumideros de horas: cuando uno sobrepasa las 40 horas suele costarme mucho terminarlo
Tengo miedo de que la tendencia que están siguiendo ahora los mundos abiertos haya afectado al diseño de God of War: Ragnarök: prefiero un mapa más compacto lleno de contenidos llamativos y útiles para la aventura que uno grande con tareas repetitivas
¿Qué pensáis vosotros? ¿Creéis que estoy exagerando? Al final del día son preocupaciones que no se despejarán hasta que no veamos nuevos materiales del juego. Pero ya sabéis lo que dice el refrán: mejor fuera que dentro.
Crecí rodeado de naturaleza y campos de trigo, pero con la cabeza llena de historias sobre dragones y planetas lejanos. Después me hice psicólogo para poder fascinarme con las historias de los demás.