The Legend of Zelda no es solo una saga de videojuegos; es un verdadero fenómeno cultural que ha traspasado fronteras, generaciones y géneros a lo largo de los años. Desde su lanzamiento en 1986, esta franquicia ha sabido capturar la imaginación de millones de jugadores alrededor del mundo con su combinación de aventuras épicas, personajes entrañables y una narrativa que nos invita a explorar mundos llenos de magia y misterio. Cada título nos ha llevado a descubrir tierras desconocidas, resolver acertijos desafiantes y enfrentarnos a enemigos imponentes, pero también nos ha regalado momentos de introspección y conexión emocional con sus historias y protagonistas.
En cada entrega, Zelda nos invita a sumergirnos en un universo que, aunque familiar, siempre encuentra nuevas maneras de sorprendernos. Sus mecánicas innovadoras, sus paisajes cautivadores y su música inolvidable han marcado un antes y un después en la industria del videojuego, convirtiéndola en un referente que ha inspirado a incontables creadores. Sin embargo, detrás de sus mundos fantásticos y sus héroes legendarios, hay una rica historia llena de secretos, anécdotas y curiosidades que muchas veces pasan desapercibidos incluso para los jugadores más dedicados.
En este artículo, quiero llevarte más allá de lo que ves en la pantalla. Vamos a explorar algunos de los detalles más interesantes y desconocidos de la franquicia Zelda, esos pequeños datos que hacen que el universo de Hyrule sea aún más fascinante. Puede que ya conozcas alguno de ellos, pero te aseguro que incluso los mayores fans de la saga encontrarán algo nuevo que descubrir. Prepárate para adentrarte en el lado más curioso y sorprendente de esta obra maestra atemporal. ¡Acompáñame en este viaje a través de los secretos mejor guardados de la leyenda!
Desde su debut en 1986 en la NES, The Legend of Zelda ha mantenido un flujo constante de lanzamientos, pero nunca antes habíamos esperado tanto tiempo entre dos entregas principales como en esta ocasión. Desde la llegada de Breath of the Wild en 2017, los fans estuvimos contando los días para su esperada secuela, The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, inicialmente planeada para 2022 pero finalmente lanzada en mayo de 2023. Este lapso marca el periodo más largo en la historia de la franquicia sin un nuevo capítulo principal, estableciendo un récord en la espera entre títulos.
Posiblemente este hito acabe siendo superado en el futuro, pues a medida que avanzamos en las distintas generaciones, los tiempos de desarrollo son cada vez más largos para asegurar los estándares de calidad y aportar juegos de mayor calidad en cada una de sus facetas.
Si bien la secuela de Breath of the Wild se tomó varios años para llegar a nuestras manos (con un desarrollo que abarcó desde 2017 hasta 2023), The Legend of Zelda: Majora's Mask ocupa el extremo opuesto, con el desarrollo más rápido de toda la franquicia. Este ambicioso proyecto nació tras el éxito arrollador de Ocarina of Time, considerado por muchos como uno de los mejores videojuegos de todos los tiempos. Nintendo, consciente del impacto de este título, quería mantener el impulso y decidió apostar por una nueva entrega que expandiera el universo de Hyrule.
Sin embargo, había un desafío: Nintendo le propuso al director Eiji Aonuma y su equipo desarrollar el juego en un plazo extremadamente corto de solo un año, un tiempo que en la industria del videojuego resulta casi impensable, especialmente para una franquicia tan emblemática como Zelda. Contra todo pronóstico, Aonuma aceptó el reto. Para cumplir con el apretado cronograma, el equipo reutilizó el motor gráfico y numerosos recursos de Ocarina of Time, como modelos de personajes, texturas y mecánicas, permitiéndoles concentrarse en la creación de una nueva narrativa y en el diseño de un mundo diferente, pero igualmente cautivador.
El resultado fue Majora's Mask, un juego que, pese a las limitaciones de tiempo, logró convertirse en una de las entregas más memorables y únicas de la serie. Con su atmósfera oscura, su innovador sistema de ciclos temporales de tres días y su enfoque en las emociones y los conflictos de los personajes, Majora's Mask se desmarcó de las aventuras clásicas de Zelda, ofreciendo una experiencia más introspectiva y madura.
Este récord de desarrollo rápido sigue siendo un testimonio del talento y la dedicación del equipo de Nintendo, que logró crear una obra maestra en un tiempo récord, demostrando que la creatividad y la innovación pueden florecer incluso bajo las mayores presiones.
Eiji Aonuma es un pilar fundamental en la historia de The Legend of Zelda, una figura cuya influencia ha definido el rumbo de la franquicia desde finales de los años 90 hasta la actualidad. A sus 58 años, Aonuma ha dedicado más de dos décadas a esta icónica saga, evolucionando de diseñador a director y luego a productor principal, guiando algunos de los títulos más memorables de la historia de los videojuegos.
Aunque Aonuma comenzó en Nintendo en 1988 trabajando en proyectos como Marvelous: Another Treasure Island, no fue hasta Ocarina of Time (1998) que se integró al equipo de The Legend of Zelda. En este título, asumió el rol de diseñador de mazmorras, contribuyendo a la creación de algunos de los entornos más desafiantes y memorables del juego. Su capacidad para diseñar espacios interactivos complejos y llenos de ingenio impresionó a Shigeru Miyamoto, quien rápidamente lo señaló como un líder en potencia para futuros proyectos.
Tras el éxito de Ocarina of Time, Miyamoto le ofreció a Aonuma la oportunidad de dirigir Majora’s Mask, un proyecto que debía completarse en solo un año. Aonuma aceptó el desafío, liderando un equipo que reutilizó el motor gráfico y recursos de Ocarina of Time para crear una de las entregas más experimentales y únicas de la serie. Majora’s Maskdestacó por su atmósfera oscura, su narrativa más introspectiva y su innovador sistema de ciclos temporales de tres días, consolidando a Aonuma como un director dispuesto a arriesgarse y romper moldes.
Desde entonces, Aonuma ha estado al frente de todos los juegos principales de la franquicia. Eiji Aonuma no solo ha mantenido viva la esencia de The Legend of Zelda, sino que la ha llevado a explorar nuevos horizontes con cada entrega. Su capacidad para innovar mientras respeta las raíces de la franquicia lo ha convertido en una figura clave para los fans y un referente en la industria de los videojuegos. Desde su primer trabajo en Ocarina of Time hasta la ambiciosa expansión de Hyrule en Tears of the Kingdom, Aonuma ha sido el guardián de una leyenda que sigue maravillando a generaciones de jugadores.
No es ningún secreto que Peter Pan, el icónico personaje creado por J.M. Barrie y popularizado por Disney, fue una de las principales inspiraciones para la creación de Link, el eterno héroe de The Legend of Zelda. Shigeru Miyamoto, creador de la saga, buscaba un personaje que pudiera capturar la esencia de un espíritu joven, aventurero y valiente, alguien que, a pesar de su apariencia inocente, tuviera la fuerza para enfrentarse a desafíos épicos. Así nació Link, un joven de aspecto similar al de Peter Pan: orejas puntiagudas, ropajes verdes y una conexión innata con la naturaleza y la magia. Este diseño no solo evocaba la sensación de estar en un cuento de hadas, sino que también facilitaba que los jugadores, especialmente los más jóvenes, se identificaran con el héroe.
Las referencias no terminan con la apariencia de Link. Al igual que Peter Pan tiene a Campanilla como su fiel compañera, Link suele estar acompañado por guías mágicas que lo asisten en sus misiones, siendo Navi en Ocarina of Time la más famosa. Navi, una pequeña hada luminosa que flota alrededor del héroe y ofrece consejos, no solo recuerda a Campanilla en su tamaño y forma, sino también en su personalidad: encantadora, pero con una tendencia a ser insistente (¡“Hey, listen!” todavía resuena en la memoria de los jugadores!). Esta conexión con Peter Pan refuerza el tono mágico y nostálgico de The Legend of Zelda, haciendo que sus aventuras se sientan como un puente entre los cuentos infantiles y las épicas historias de heroísmo y valentía que han capturado a generaciones de jugadores.
Link es zurdo, desde el inicio se decidió que el héroe blandiría su espada con la mano izquierda. No obstante esto no siempre ha sido así. Las dos entregas lanzadas en Wii, al tener poder jugarse con el control de movimiento, se ofreció la posibilidad de que Link fuese diestro para no confundir al jugador si él también lo era. Twilight Princess y Skyward Sword son los dos juegos donde Link es diestro (o más bien, dónde usa la mano que el propio jugador).
Si tuvisteis una Game Boy Color, quizás recordáis que la plataforma recibió dos lanzamientos, que casualmente, como nota curiosa, fueron editados por Capcom. Oracle of Ages era una versión con la portada en azul y Oracle of Season en color rojo. ¿Recordáis dos juegos que también tuvieran portadas diferentes? Efectivamente. Estos dos juegos se inspiraron en Pokémon Rojo y Pokémon Azul. Dos juegos que bebían de una misma base pero que aplicaban diferencias para complementarse.
Cuando hablamos de The Legend of Zelda: The Wind Waker, es imposible ignorar su distintivo estilo artístico, que marcó un cambio radical en la franquicia. Este título adoptó un enfoque visual cel-shading que le daba una apariencia de cuento animado, con colores vibrantes, formas redondeadas y un diseño que transmitía calidez y fantasía. Este estilo no fue una decisión arbitraria, sino que estuvo claramente influenciado por el trabajo del legendario Studio Ghibli, conocido por películas como Mi Vecino Totoro, La Princesa Mononoke y El Viaje de Chihiro. Las similitudes entre los mundos creados por Hayao Miyazaki y el universo de The Wind Waker no pasan desapercibidas, desde el uso de tonos saturados hasta los paisajes oníricos y la forma en que los personajes interactúan con la naturaleza y la magia.
El espíritu de exploración, la conexión emocional con el entorno y el énfasis en los detalles pequeños son características compartidas entre las obras de Ghibli y este juego. Al igual que en las películas de Ghibli, The Wind Waker se esfuerza por transmitir sensaciones de asombro y tranquilidad a través de su mundo marino, donde cada isla tiene su propia personalidad y cada interacción enriquece la experiencia del jugador. Aunque inicialmente el estilo visual del juego generó polémica por alejarse de los gráficos más realistas de entregas anteriores como Ocarina of Time y Majora’s Mask, con el tiempo The Wind Waker se ha convertido en una de las entregas más queridas de la franquicia. Este título es tan apreciado que muchos fans sueñan con una adaptación para Nintendo Switch, ya sea en forma de remake o remaster, como ya ocurrió con la versión HD para Wii U.
La influencia de Studio Ghibli no solo dotó a The Wind Waker de un estilo artístico inolvidable, sino que también reforzó la narrativa emocional y el sentido de aventura que hacen que este título sea único.
The Legend of Zelda: Ocarina of Time es un juego que ha marcado un antes y un después en la historia de los videojuegos, pero incluso esta obra maestra no ha escapado a la censura. Tras su lanzamiento original en 1998, Nintendo decidió realizar un cambio significativo en ciertas copias del juego debido a una escena en la batalla final contra Ganondorf. En la versión inicial, cuando el villano recibía daño, sangraba un líquido rojo, lo que muchos interpretaron como sangre. Sin embargo, para evitar posibles controversias relacionadas con la violencia gráfica, Nintendo optó por modificar el juego en futuras distribuciones, cambiando el color de la sangre de rojo a verde. Este detalle, aunque sutil, marcó una diferencia entre las versiones existentes del juego.
El cambio no se limitó solo al color de la sangre. En esta misma revisión, Nintendo también alteró otros elementos que podrían considerarse sensibles, como los cánticos religiosos en el Templo del Fuego, que originalmente incluían un sample de oraciones islámicas. En las versiones posteriores, estos cánticos fueron reemplazados por música ambiental más genérica. Estas decisiones reflejan el enfoque proactivo de Nintendo hacia la censura en una época en la que los videojuegos estaban bajo un escrutinio cada vez mayor.
Curiosamente, como no existían los parches digitales que permiten actualizar juegos en las consolas modernas, la única forma de aplicar estos cambios fue reeditando físicamente los cartuchos. Hoy en día, es posible encontrar en el mercado ambas versiones de Ocarina of Time: la original, con los elementos más polémicos intactos, y la revisada, que se convirtió en el estándar para las reediciones posteriores. Estas variaciones no solo son un recordatorio de cómo la censura ha influido en la industria, sino que también han convertido a las primeras copias del juego en objetos de colección altamente valorados por los fans y coleccionistas.
Entre las curiosidades que rodean a The Legend of Zelda: Ocarina of Time, una de las más destacadas es la ausencia de una traducción al español en su lanzamiento original. Este detalle, que frustró a muchos jugadores hispanohablantes, tuvo dos razones principales. En primer lugar, el equipo de desarrollo estaba muy ajustado de tiempo. Ocarina of Time fue un proyecto ambicioso y extremadamente complejo, y cumplir con la fecha de lanzamiento era una prioridad que no permitía dedicar recursos adicionales a la localización en más idiomas.
El segundo motivo fue una limitación técnica: el espacio disponible en el cartucho de la Nintendo 64 era limitado. Los textos del juego ya estaban traducidos al inglés, japonés, francés y alemán, pero incluir el español habría requerido eliminar una de las traducciones ya existentes, algo que no era viable debido a las prioridades del mercado. La tecnología de los cartuchos de la época, aunque innovadora, no permitía las facilidades de almacenamiento y actualizaciones que disfrutamos hoy en día.
Nintendo buscó una solución para mitigar este problema y lanzó el juego en España acompañado de una guía de textos. Este libro contenía las traducciones necesarias para entender el desarrollo del juego y ayudaba a los jugadores a superar los desafíos de Ocarina of Time. Aunque esta medida fue útil, muchos fans lamentaron no poder disfrutar plenamente de la experiencia en su idioma.
Con el tiempo, esta situación cambió. Las reediciones del juego, como la versión de Nintendo 3DS lanzada en 2011, ya incluyen una traducción completa al español, lo que permitió a los nuevos jugadores disfrutar de la obra maestra de Nintendo en su lengua materna. Sin embargo, esta anécdota sigue siendo un recordatorio de las limitaciones y desafíos técnicos de la época, así como del compromiso de Nintendo por intentar adaptarse a sus audiencias, incluso con recursos limitados.
Entre los muchos coleccionables y ediciones especiales de The Legend of Zelda, hay uno que destaca por su exclusividad y su exorbitante valor en el mercado de coleccionistas. Se trata de una edición rarísima que nunca llegó a España y fue distribuida exclusivamente en Suecia. Este artículo, cuya tirada se estima entre 500 y 1000 unidades, es un auténtico tesoro para los fans de la franquicia. Con el paso del tiempo, muchas de estas ediciones se perdieron: algunas acabaron en la basura, mientras que otras desaparecieron sin dejar rastro, aumentando aún más su escasez.
Hoy en día, encontrar una de estas ediciones es prácticamente imposible, y en el improbable caso de que una aparezca en plataformas de reventa como eBay, su precio supera fácilmente los 3000 euros. Este elevado costo no solo refleja la rareza del objeto, sino también el fervor y la pasión de los coleccionistas por The Legend of Zelda, una franquicia que ha marcado generaciones. Este artículo se ha convertido en una pieza de culto, no solo por su exclusividad geográfica, sino también por el aura de misterio que lo rodea, siendo uno de los ejemplos más claros del impacto cultural y el legado de la saga en todo el mundo.
Robin Williams, el legendario actor conocido por su carisma y pasión por los videojuegos, era un gran fanático de The Legend of Zelda. Su amor por la saga no se limitaba a disfrutar de los juegos, sino que llegó a formar parte de su vida personal. Tanto era su entusiasmo que decidió nombrar a su hija Zelda en honor a la princesa de Hyrule. Zelda Williams, su hija, ha contado en varias entrevistas que creció rodeada de videojuegos y que su nombre siempre ha sido un motivo de orgullo, además de una constante conversación con los fans de la saga.
El gesto de Robin Williams no pasó desapercibido para Nintendo, que decidió homenajear esta conexión especial entre el actor y la saga. Robin y Zelda protagonizaron dos campañas publicitarias oficiales para la compañía, una para el lanzamiento de The Legend of Zelda: Ocarina of Time 3D y otra para The Legend of Zelda: Skyward Sword. En estos anuncios, padre e hija mostraban no solo su amor por los videojuegos, sino también la conexión emocional que Zelda había creado en sus vidas.
Pero el homenaje no terminó ahí. En The Legend of Zelda: Breath of the Wild, Nintendo incluyó un detalle conmovedor: un NPC (personaje no jugable) que muchos fans creen que está inspirado en Robin Williams. Aunque Nintendo no lo ha confirmado oficialmente, las características del personaje, su diseño y su aire amigable recuerdan al actor, y los fans lo consideran un tributo a uno de los seguidores más icónicos de la franquicia. Este detalle demuestra no solo el impacto de la saga en la vida de Robin Williams, sino también el cariño con el que Nintendo agradeció su pasión por The Legend of Zelda.
CONTENIDO RELACIONADO
Junto con Netflix y KFC, Ibai ha anunciado un nuevo evento donde tú mismo vas a poder participar
Existe una aplicación que nos permite hacer lo que ofrecen otras apps como Spotify
Un reputado dataminer ha confirmado que el futbolista llegará al juego de Epic Games pronto
Esta nueva edición de la ceremonia es uno de los eventos más esperados del año
Epic Games celebra varias promociones tanto dentro del battle royale como de su modo de LEGO
Teniendo en cuenta toda la información que está saliendo a la luz, el anuncio estaría al caer
