Rainbow Six Siege es un juego que me da muchísima rabia. Pero, atención, por una razón diferente a la que muchos estaréis pensando: porque me gustaría poder tener un grupo de colegas con el que reventarme a jugarlo. Pero los que tengo o se cansan rápido de los juegos multijugador o siguen anclados a la idea de que probar uno free to play es siempre mejor que pagar por uno premium, por mucha diferencia de calidad que haya entre ambos (sí, te estoy enviando esta puyita a ti querido amigo, ya sabes quién eres).
Han sido muchas las ocasiones en las que he contemplado como ese colega me ha ido enseñando algunos de los juegos gratis que se ha bajado de PlayStation Store mientras yo le preguntaba sin poder creérmelo: ¿pero cómo puedes jugar a algo tan cutre? A lo que el me contestaba, como si el loco fuera yo: ''pues porque es gratis''. Supongo que si esa regla valiera para todo debería atarme un hamster rabioso a los pezones para que me los desollara porque, total, no es agrabalde, pero tampoco he pagado por ello... ¿no?
Pero no vengo a hablaros aquí de roedores ni de pezones, sino de operadores de las fuerzas especiales matando zombies... de los zombies que me han hecho la vida imposible en Rainbow Six Extraction tras haberlo probado durante casi cuatro horas.
¿En qué consiste Rainbow Six Extraction?
Rainbow Six Extraction ofrece una experiencia cooperativa para tres jugadores ✅
La cuestión aquí será recorrer una serie de mapas cumpliendo diferentes objetivos dentro de ellos ✅
La gracia del juego está en que debemos sopesar si queremos continuar para cumplir más retos en cada mapa y conseguir más experiencia o, por el contrario, largarnos de allí echando leches para conservar la que hemos conseguido ❓
El juego tiene un sistema de operadores similar al de Rainbow Six Siege con cierta personalización en cuanto a armas y a tecnología ✅
La gracia del juego reside, esencialmente, ̶e̶n̶ ̶q̶u̶e̶ ̶d̶e̶b̶e̶r̶e̶m̶o̶s̶ ̶c̶o̶o̶p̶e̶r̶a̶r̶ ̶d̶e̶ ̶f̶o̶r̶m̶a̶ ̶s̶u̶p̶e̶r̶ ̶a̶j̶u̶s̶t̶a̶d̶a̶ ̶c̶o̶n̶ ̶n̶u̶e̶s̶t̶r̶o̶s̶ ̶c̶o̶m̶p̶a̶ñ̶e̶r̶o̶s̶... en que de las 10 partidas que jugué junto a mis otros dos compañeros en la preview, nos calentaron el hocico en 9 de ellas por no comunicarnos bien entre nosotros. ❌
¿Por qué deberías seguirle la pista?
Si eres de los que disfrutan un juego de zombies en el que vas como un loco pegando tiros y donde los enemigos casi tienen que pensar más que tú, te aconsejo que huyas
Rainbow Six Extraction es para aquellos que disfrutan de algo exigente (y encima táctico): de esas situaciones en las que hablar con el ruso con el que has sido emparejado será crucial para que no acabéis muertos en cuestión de minutos
Esto último lo digo porque el juego comenzó a ser realmente disfrutable cuando entendí que Rainbow Six Extraction no va de salir airoso de todas las misiones, sino en tratar de sobrevivir a ellas
Las mecánicas de Rainbow Six Siege se acoplan a la perfección a una experiencia que, al ser cooperativa, cambia completamente el planteamiento de todo:
Los drones de reconocimiento sirven para algo de verdad
Los equipos han de ser conformados teniendo en cuenta las sinergias entre operadores
Fortificar una sala puede salvarte el culo cuando la cosa se desmadra
El sigilo será tú mejor herramienta hasta que alguien del equipo la líe y empieces a ver como hordas de zombies que chillan van corriendo a por ti
La sensación de una intensa tensión perpetua dura toda la partida y, la verdad, ahora quiero volver a sentirme así y cuánto antes, por favor
Conclusión
La primera partida en la que fracasamos pensé: ''bueno, es normal... estamos aprendiendo a jugar''. Pero cuando en la décima volvimos a caer como moscas entendí a la perfección lo que iban gritando los zombies conforme venían corriendo hacia nosotros en hordas inabarcables: ''os falta calle, cracks''.
La conclusión a la que llego con Rainbow Six Extraction es que tengo intenciones de que me sigan abofeteando por todos lados cuando vea por fin la luz. Tengo ganas de que algún compañero de equipo (o yo mismo) la líe al dejar de ser sigiloso para tener que hacérselo saber a gritos... pero con la calma de un S.W.A.T. Cambio y Corto.
Crecí rodeado de naturaleza y campos de trigo, pero con la cabeza llena de historias sobre dragones y planetas lejanos. Después me hice psicólogo para poder fascinarme con las historias de los demás.