El pasado miércoles una noticia inesperada dejaba a todo Hollywood paralizado; Luke Perry, la icónica estrella de los noventa, protagonista de Sensación de vivir, era hospitalizado por un repentino derrame cerebral. Desde entonces millones de personas se había volcado para animar a la familia, pero finalmente los esfuerzos del actor por sobrevivir han sido en vano.
Según reporta TMZ este lunes, Perry fallecía esta misma mañana a causa de los severos daños que había recibido su cerebro. Lo hacía a los 52 años de edad en el hospital St. Joseph de Burbank, California, rodeado de sus familiares y amigos más cercanos.
Con esta triste despedida se marcha una de las figuras más representativas de la televisión de la década de los 90. Perry saltó a la fama mundial gracias a su papel en "Sensación de vivir", pero a pesar de ser el actor que más réditos sacó de ella, durante los años posteriores optó por mantener un perfil bajo con proyectos como "The Enemy" y "Dirt", así como su debut en la producción con "Jeremiah".
Tras el boom inicial su recorrido fue discurriendo por episodios sueltos de distintas series, y acciones promocionales de escala nacional. Sin embargó nunca rehuyó de la fama. En cine participó en "The Florentine", al lado de estrellas como Hal Holbrook o Jim Belushi, y en otras grandes producciones como "El quinto elemento", "Riot", "Normal Life" o "American Strays". Incluso llegó a aparecer en la película de "Buffy, cazavampiros".
Su incursión en el mundo del doblaje también fue notorio, y su voz se hizo notablemente famosa tras pasar por series de animación bastante populares en la época como "Mortal Kombat", "Hulk", "Padre de Familia", "Johnny Bravo" o "Los Simpsons", donde interpretó al hermano de Krusty el payaso.
Hace unos meses Tarantino se interesó en él para un papel en la esperada "Once Upon a Time in Hollywood". Una participación que llegó a rodar, y que marcará su despedida final del medio que le llevó a cumplir sus sueños.
Descansa en paz.
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