Hace unas semanas que hemos tenido acceso a la versión Preview de Xbox One de ARK: Survival Evolved y ha llegado el momento de empezar a escribir lo que nos ha parecido el juego de supervivencia de Wild Card.
Empezar a jugar a ARK: Survival Evolved en Xbox One es lo más parecido a jugar a un juego de PC, porque lo primero que debemos hacer es encontrar un servidor libre al que unirnos. Si tenemos suerte y no están todos ocupados (Wild Card añadió 30 nuevos servidores hace poco tiempo), podremos empezar a darle forma a nuestro personaje mediante un completo editor que contiene las típicas opciones de caracterización: hombre o mujer, color del pelo, piel y ojos, largada de los brazos, manos, piernas, etc.
Una vez tenemos hecho a nuestro personaje empieza la acción. Aparecemos en una isla, semi desnudos y en nuestros primeros pasos deberemos empezar a crear alguna arma primitiva que nos permita cazar algún bichejo para poder comer, aunque cogiendo hierbas que contienen frutas también podremos alimentarnos. Dependiendo del momento del día en el que estemos nuestro personaje tendrá frío o calor. Seguramente en nuestro avance en busca de comida veremos algún dinosaurio grande y algún otro pequeño, pero su nivel será el que nos dirá si podemos atacarlo o no. Meterte a pelear con una hacha primitiva contra un dinosaurio de 3 metros de altura y de nivel 46 será un suicidio que pagaremos caro, pues perderemos todo lo de nuestro inventario, y es en ese momento cuando deberemos elegir si volver a nacer en el mismo sitio o en un lugar diferente del gran mapa que tenemos a nuestra disposición.
Nuestra adaptación al medio hostil al que nos enfrontaremos será la clave para triunfar y no morir de hambre, que también puede ocurrir. El hambre, la sed, los dinosaurios u otros jugadores serán nuestras principales amenazas en la isla ARK. Un factor que nos puede ayudar en este sentido es unirnos a una tribu y empezar a trabajar en equipo para crear construcciones de diferentes tipos y así podernos resguardar de todos los peligros que hay ahí fuera.
En el mundo abierto de ARK en su versión preview hay unas 30 razas de dinosaurios y criaturas, pero en la versión final que saldrá este 2016 se pretende superar las 70 especies. Para no ir a pie y desplazarnos más rápido podremos domar a las bestias, dejándolas inconscientes primero y curarlos para ganarnos su amistad. La criatura en cuestión podremos equiparla también para mejorarlas. Si logramos echar muchas horas al juego y ganar mucha experiencia, podremos incluso realizar sacrificios e invocar criaturas mitológicas.
ARK: Survival Evolved hace uso del motor gráfico Unreal Engine 4, y destacan los puntos de luz, y lo bien que están hechos los dinosaurios, aunque en ocasiones los modelados de árboles, asentamientos humanos o armas parece que no acaben de estar del todo bien elaborados. Otro punto negativo es que la versión preview tiene muchos fallos gráficos que suponemos que acabarán de pulir en la versión final, como derribar un árbol y que desaparezca incluso antes de caer al suelo, o la desaparición repentina de hierbas una vez recolectadas todas las frutas, que son invisibles al ojo humano. Si estos fallos salen igual en la versión final, y teniendo en cuenta que dependiendo del servidor al que nos unamos, el juego funciona mejor o peor, sin duda será uno de los puntos negativos que encontraréis en nuestro futuro análisis.
En los momentos en los que cacemos la música cambiará y se volverá más inquietante, ya que literalmente nos jugamos la vida. Este punto del juego no destaca en nada, si no es por este momento que hemos nombrado aquí.
Vamos ahora a realizar una pequeña valoración de la versión a la que tenemos acceso, que es la Preview de Xbox One. Con ARK: Survival Evolved nos encontramos ante un port de un juego de PC que tiene todas las características de un juego de esa plataforma: un MMO de supervivencia prehistórico que llega a una resolución de hasta 4K en esa plataforma, pero las consolas Xbox One y la futura versión de PlayStation 4 no lograrán alcanzar ni por asomo. A esto hay que añadirle que debemos encontrar un servidor que no esté lleno y que no nos tire para atrás y que deberemos pasar muchas horas para poder conseguir subir de nivel y adquirir la experiencia suficiente como para que no venga el primer jugador de turno y nos mate. Desconocemos si este tipo de juego llegará a triunfar en versión consola, pero a día de hoy es bastante difícil encontrar un servidor de Xbox One que esté vacío para que tengamos una partida decente. Con ARK: Survival Evolved tenemos un juego que es una brillante idea, pero que falla en los modos, en las formas y en los gráficos. ¿Será la versión final muy superior a la de prueba, o nos dejará un sabor agridulce como esta?
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