El fútbol americano es un deporte que no ha traspasado esencialmente las fronteras de Estados Unidos. Tiene muchos fans alrededor del mundo, pero generalmente todo lo relacionado con la NFL está dedicado en exclusiva a EE.UU. Pero los videojuegos basados en este deporte sí que traspasan fronteras y cada año podemos disfrutar de ellos aquí en Europa. Ahora le toca el turno a Madden NFL 17, que hemos podido probar para contaros si es el juego de fútbol americano definitivo.
Gráficamente, el juego es muy bueno. Ciertamente tiene un toque continuista respecto a Madden 16, pero hay ligeras mejoras que engrandecen el trabajo que ya vimos el año pasado. Actualmente se puede ver el sudor de los jugadores, como se les pega la camiseta a las protecciones o incluso algún gesto debajo de los cascos.
En este sentido, el juego luce mucho. Cuando en una repetición vemos como la hierba se levanta ligeramente bajo las botas de los jugadores o como el balón (que tiene una definición total) acaba en las manos de un jugador que ha saltado a cogerlo en pleno aire, nos podemos dar cuenta del tremendo trabajo que ha hecho Electronic Arts al respecto.
De hecho, no solo en el tema gráfico se nota la mejora, ya que también han introducido numerosas animaciones y un motor de físicas mejorado que hace que lo acontecido en pantalla sea mucho más real. Hay un esfuerzo notable en este punto, dado que los placajes son una parte esencial en este deporte. Los jugadores tienen peso y se nota tanto cuando los controlamos como cuando hay un placaje.
Pero no todo son cosas buenas. Aunque los gráficos son muy buenos, existen texturas que no acaban de estar bien plasmadas del todo. Alguna cara o algún momento de una camiseta que parece de peor calidad. Pero eso no es lo que más afea el juego, curiosamente lo peor que tiene el juego tiene que ver con sus colisiones.
Se ha mejorado mucho en este aspecto pero no es difícil ver cómo un jugador cae al suelo con el efecto de un muñeco de trapo tras un placaje. Después de una gran animación de carrera y un movimiento realista de la colisión con otro jugador, de repente vemos como una pierna se estira de manera irracional y como todo el cuerpo cae como una mole en conjunto. Es un efecto muy feo y, aunque no ocurre siempre, si pasa las veces suficientes como para darse cuenta.
Además, también hay bastantes errores en los que unos jugadores atraviesan a otros. Curiosamente, estos nunca ocurren durante la acción, sino que se ven en las animaciones que hay entre las jugadas. Es muy curioso ver como el quarterback se lamenta de un pase y de repente uno de sus propios defensas le atraviesa. Pero como decimos, esto no suele ocurrir durante el juego.
También nos gustaría aprovechar para criticar el exceso de tiempos de carga. Si bien es cierto que hay multitud de objetos que cargar en el campo, no nos parece normal que haya tantos tiempos de carga diferentes y que estos tarden tanto. Tal vez sea algún tema de programación, pero consideramos que las pantallas de carga son demasiadas y demasiado largas.
La banda sonora del juego consta de múltiples temas de diferentes estilos, desde rock hasta rap, pasando por una enorme amalgama de estilos. Estos temas suenan durante los menús, ya que durante los partidos contamos con las voces de los comentaristas y los sonidos del estadio.
Respecto a los comentaristas, estos mantienen conversaciones que casi no se repiten. Hay un buen número de líneas que sirven para establecer lo que está ocurriendo en el terreno de juego. Son muy buenos comentarios que no suelen equivocarse en aquello que están narrando. Ahora bien, tienen dos fallos enormes: solo están disponibles en inglés (cosa que nos parece lógica) y no existe la opción de los subtítulos. Esto hace que solo aquellos con un buen nivel del idioma anglosajón puedan captar adecuadamente los comentarios de los reporteros durante el partido.
En cambio, donde no hemos encontrado fallo es en los sonidos del estadio. El público ruge enfervorizado cuando nos acercamos a la línea de touchdown, los cascos de los jugadores chocan con un sonido realista y los sonidos del cansancio se hacen patentes durante el partido. Incluso el sonido del balón azotando contra los guantes del receptor está bien definido. Un sobresaliente en este aspecto.
Entrando ya en la parte más importante del título, su jugabilidad, nos encontramos con un título que ha innovado mínimamente en unos pocos aspectos. Aunque estas innovaciones son realmente buenas, a pesar de ser escuetas.
Por un lado, en Madden 16 se introdujo un sistema de jugadas de defensa que permitía a la CPU cambiar su formación defensiva con bastante buen resultado al ver nuestra formación de ataque. Incluso en Madden 16 se nos daba un amplio tutorial para hacer lo mismo. El problema es que era muy difícil recordar todas las posiciones (por ejemplo, saber que ante una formación Shotgun es mejor una Cover-2 con un hombre haciendo de QB Spy) y eso creaba una descompensación a la hora de jugar, ya que la máquina sí que tenía todos estos conocimientos de manera automática. En Madden 17 han creado el autoflip, que cambia nuestra jugada defensiva atendiendo a estos parámetros, sin que tengamos que rompernos la cabeza y sin tener que saber matemáticamente que posición defensiva le viene bien a la formación atacante. Esto simplifica nuestro trabajo en jugadas, pero se agradece, ya que se vuelve más divertido.
Por otro lado, en el ataque, han hecho que los menús pre-jugada sean más intuitivos, pudiendo cambiar nuestra jugada mucho más fácilmente que en anteriores entregas. Aunque ese no es el gran extra del ataque, ya que han creado un sistema nuevo de botones para todas las posiciones de la ofensiva.
Por un lado, el quarterback puede decidir cómo lanza el pase, pudiendo ser un pase rápido y directo, uno bajo, uno alto o uno suave y con parábola. Todos los pases están hechos para su momento y es cosa nuestra decidir cual sirve para cada momento. Por ejemplo, el pase rápido (o pase bala) es bueno para pases rectos en los que no haya contrincantes en medio. El pase suave (o touch ball) es muy bueno cuando nuestro receptor no es el mejor y además no tiene presión encima. El paso alto viene bien para aquellos receptores muy ágiles y el paso baje es estupendo para conseguir first downs con presión sobre el receptor. Es un lujo ver cómo nuestras decisiones se tornan buenas o malas según el pase que hayamos lanzado. Es uno de los mejores añadidos que este analista recuerda en un juego de fútbol americano.
Aunque la jugada no se acaba al soltar la pelota, ya que también debemos recibirla. Para esto EA ha creado un nuevo sistema en el que podemos escoger entre tres tipos de recepciones, asignada cada una a un botón: la recepción segura, que hace que nuestro jugador coja el balón y lo proteja tirándose al suelo si hace falta, es una muy buena opción para asegurar yardas; también tenemos la recepción en carrera, que es menos segura pero permite al jugador no perder velocidad, estupenda para hacer un quiebro rápido a un defensa según recepcionamos el balón o para salir corriendo como un gamo; y también tenemos la recepción agresiva, conformada por saltos espectaculares y arriesgados que crean momentos épicos, pero difíciles de ejecutar.
A estas recepciones hay que sumarle que los defensas también tienen un sistema de botones similar, con un botón para asegurar el placaje, otro para darle un manotazo al balón alejándolo del receptor y un último botón para intentar la intercepción, cosa harto complicada. Lo mejor de todo es que este sistema funciona muy bien y casi nunca hay un fallo del jugador porque sí, ya que si no recoge la pelota es por un exceso de presión o por un pase mal seleccionado. Han creado un sistema de pases y recepciones muy equilibrado y que roza la perfección tanto en ataque como en defensa. Es muy satisfactorio.
Por otro lado han añadido algún botón más en las carreras, para hacer más quiebros, empujes, estirar el brazo para librarnos de los contrincantes, etc. Aunque ahora estas acciones pueden ser de tres tipos: normales, simplemente apretando el botón adecuado con un buen timing; aceleradas, apretando el botón de turbo; o concentradas, que son más lentas pero casi nos garantizan librarnos de uno o dos contrincantes.
De esta manera, se crea un sistema de juego realmente bueno que ha innovado lo justo, pero con muy buenas ideas. El problema reside en aquello que se hace fuera del campo y es que EA se ha empeñado en que su Ultimate Team sea absolutamente todo en sus juegos. No nos equivoquemos, los Ultimate Team son divertidos, pero que los jugadores que tienes no puedas utilizarlos siempre (ya que sus cromos “se gastan”) y que por crear esta propuesta, especialmente enfocada al online, dejen de lado otros modos más clásicos, nos parece inadecuado.
Siendo sinceros, se han esforzado por crear cierta faceta offline en el Ultimate Team, con los desafíos en solitario, que nos permiten acceder a sobres básicos y a algunas monedas para mejorar nuestro equipo. Pero donde está la verdadera competición es en el multijugador online, donde podemos medirnos con los equipos creados por otros jugadores. En esto no han evolucionado casi nada y, aunque divertido, hay menos esfuerzo del que debiera. Y esto se nota al mirar al resto de modos de juego.
Bueno, en realidad al único modo de juego, el modo franquicia. Esta modalidad es la que todos conocemos, podemos ser entrenador del equipo que queramos y hacer que el equipo mejore y crezca durante las temporadas, pudiendo entrenar, jugar o simular los partidos, aumentar de nivel a los jugadores, tomar decisiones sobre quien se queda en banquillo e intentar conseguir mejores jugadores gracias al dinero o el intercambio de jugadores. El modo liga de toda la vida, con menús simplificados (que se agradece) y la posibilidad de jugar todo lo que queramos al fútbol americano. Pero en realidad no trae nada nuevo. De hecho, el modo franquicia puede jugarse como entrenador, como Manager General o como jugador.
Siendo el Manager el juego se convierte más en un simulador de llevanza de un equipo profesional decidiendo a quién contratamos para todo, desde el entrenador a el masajista, y además podemos jugar los partidos. Es el modo más completo y complejo del juego.
Aunque sin duda el modo más divertido es el modo franquicia con un jugador, ya que podemos crear un jugador y jugar en el equipo que queramos. Es más sencillo, pero más directo y no tenemos que jugar partidos enteros, solo las jugadas en las que intervenga nuestro deportista. Es lo más divertido porque también podemos decidir cómo aumentar su nivel gracias a la experiencia que recibimos durante los partidos y ver como mejora jugada a jugada. Además, es el modo que más nos ayuda a hacernos con los controles de cada tipo de jugador.
Pero claro, son modos en los que simplemente jugamos. Es decir, ¿Dónde están las cinemáticas donde tenemos que tomar decisiones?¿Dónde están las ruedas de prensa donde hacer comentarios que cambien la visión del público de nuestros actos? En este sentido EA está completamente dormida. Sabe que no tiene ningún competidor en este deporte y se permite hacer un juego en el que simplemente se juegue al Ultimate Team. Esto es un problema y es la muestra de por qué en otros deportes ha ido perdiendo fuelle contra competidores más inteligentes (FIFA tiene que esforzarse para superar a PES según qué año y NBA 2K hace tiempo que se desmarcó de la saga NBA Live). Da la sensación de que no hacen más porque nadie les obliga a esforzarse y eso no es bueno.
Estamos ante el mejor juego de fútbol americano que se ha hecho en mucho tiempo. Su jugabilidad es estupenda, sus gráficos geniales y sus comentarios creíbles (aunque solo aptos para bilingües). El mayor fallo que tiene es que se centra demasiado en el modo Ultimate Team, haciendo que el Modo Franquicia sea demasiado continuista.
Da la sensación de que EA se esfuerza menos por no tener competencia. No se confundan, es un juegazo, pero estamos seguros de que sería mucho mejor si hubiera otra compañía apretando en ventas. No es bueno cuando se nota que en un juego se podría haber hecho más.
Madden 17 ya está a la venta para PlayStation 4 y Xbox One, siendo una compra recomendadísima para todos aquellos amantes del deporte estadounidense por excelencia.
