Ha pasado ya casi un año desde que Tim Miller rompió su contrato con 20th Century Fox y a día de hoy son todavía muchos los misterios que rodean a su salida, y toda la polémica suscitada a su alrededor. "Deadpool" fue un éxito incontestable en la taquilla mundial con 783 millones de dólares, y supuso un punto de inflexión en la forma de abordar las historias de superhéroes en la gran pantalla. La historia del Mercenario Bocazas implantó una nueva forma de hacer cine que han seguido otras películas como "Logan", reconstruyendo las bases que regían el genero desde hace años. No obstante solo hubo una mancha en uno de los episodios más remarcables de Fox desde que presentara a los mutantes en la gran pantalla.
La salida de Miller cogió a muchos fans por sorpresa, quienes temieron por la continuidad de Ryan Reinolds en el personaje y por el futuro de ese nuevo estilo de cine que había aplicado el director al superhéroe. Tiempo después se ha demostrado que todos los rumores estaban equivocados, y que Fox no consideraba a Miller como una pieza fundamental del proyecto, fichando a David Leitch como el director de la prometedora "Deadpool 2". Tras meses de silencio, la participación de Miller en "Terminator 6" ha vuelto a destapar los trapos sucios de la relación entre el cineasta y el estudio.
Las desavenencias creativas entre las distintas figuras de un equipo de producción han estado bajo el foco mediático de manera constante durante los últimos meses. La más afectada por esto ha sido Lucasfilm, pero no la primera. Y es que Miller también sentía que su trabajo con "Deadpool" había terminado, y que debía continuar su camino con nuevos proyectos. "Sentí que había más historias (para Deadpool) que contar ahí, pero estoy contento de que alguien más esté contándolas", afirmó en su entrevista con THR. "Sentí alivio de hacer algo nuevo frente a Deadpool 2".
A falta todavía de comprobar cómo ha afectado la salida del director de la producción de la secuela, su conciencia parece estar tranquila al pertenecer ahora al barco de Cameron. "Creo que hubiera sido una buena película, pero también iba a ser la continuación de algo que ya había hecho", confesó. "Esto realmente me dio la oportunidad de hacer algo nuevo".
A día de hoy todavía no se sabe cual fue el factor clave que empujó a Miller a abandonar el prometedor futuro de un personaje que él mismo había encumbrado, pero de lo que no hay duda es de que se cubrió las espaldas convenientemente antes de tomar la decisión. Y es que puede que el director le estuviera poniendo los cuernos a Fox antes incluso del anuncio. "Quería hacer Deadpool 2, iba a hacerlo hasta que finalmente no lo hice. Era algo que me había costado 7 meses de mi tiempo", afirmó. "Pero incluso entonces, David (Ellison, quien tiene los derechos de la franquicia Terminator) y yo estuvimos hablando después de lo de Deadpool 2, e iba a ser esta (Terminator)".
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