En ocasiones, volver al pasado suele ser vital para enfocar nuestro futuro. En el mundo de los videojuegos esta praxis se está llevando a cabo tanto para eso como para rendir homenaje a títulos que han marcado a los desarrolladores de una compañía. En el caso de Flynn’s Arcade ocurre literalmente eso, y es que de sus manos ha salido un Eternum EX que nos lleva en volandas al pasado de las máquinas recreativas y los intentos reiterativos para lograr vencer cada uno de sus mundos.
El resultado ha sido el de un juego que recrea muy bien esa nostalgia pero donde merece la pena detenerse en algunos puntos para contar qué hace a Eternum EX un juego digno de estar en nuestras bibliotecas.
El título ofrece una historia sobre la búsqueda de la eterna juventud para nuestro anciano personaje, Sir Arthur. Como si de la novela La Magia del Monje o el Elixir de la Vida de Alexander de Comeau se tratara, deberemos atravesar un sinfín de peligros con nuestro personaje con el fin de lograr un elixir que se esconde en unas mazmorras. Y aquí es donde entra en juego la típica premisa de monstruos por doquier y demás peligros que harán de nuestro viaje una tortuosa aventura.
Es cierto que la historia sirve más como una excusa que como un todo. El estilo arcade puro y duro que se nos ofrece en el juego invita a no pensar en la historia absolutamente nada, aunque también parece como si se estuviera contando si un videojuego con tal aspecto retro pudiera sobrevivir al paso del tiempo haciéndose inmortal, habiendo conseguido ese elixir que no lo haga envejecer nunca. Lo cierto es que esto es algo que funciona a las mil maravillas, puesto que en ningún momento sentimos la torpeza y las dificultades técnicas de antaño, y en su lugar se respira esa magia en todo momento que jugamos a Eternum EX.
Las acciones a realizar dentro de los cinco mundos que nos ofrece el título son simples de entendimiento pero complicadas de ejecución. En cada nivel tendremos que ir recolectando un determinado número de cofres mientras vamos sorteando las trampas y enfrentando a los enemigos que se nos pongan por delante que, por norma general, suelen ser muchos y bastante molestos. La realización correcta de coleccionar dichos cofres nos llevará hasta nuevos niveles, siendo el último de cada mundo donde la premisa cambia totalmente y pasamos de coleccionar cofres a escalar una torre mientras nuestros enemigos nos intentan dar caza. Por si eso no fuera poco, al finalizar nuestra escalada, llegará el momento de enfrentar al jefe de cada mundo, cada uno con sus patrones de ataques, su forma de fastidiarnos la vida y contando con ataques que nos pondrán las cosas verdaderamente complicadas.
A priori, uno puede pensar que Eternum EX no parece un título complicado según lo leído, pero la realidad es bien distinta. Sumando las dificultades que nos ponen para coger algunos cofres, el poner toda nuestra agudeza visual para que ningún enemigo nos pueda quitar nuestras preciadas vidas—ya sabemos cómo funcionan estos juegos, un golpe, una vida menos—y algunos saltos calculados que son especialmente visibles en los niveles de escalar la torre, nos encontramos ante un título que rescata toda la maldad y dificultad sita en los juegos de antaño.
Para añadir un plus de dificultad tenemos los dos modos de juego que nos ofrecen sus desarrolladores para batir cada uno de los cinco mundos del juego. Diferenciados como Modo Home y Modo Arcade, la diferencia nos la encontramos en dos aspectos clave del juego: el progreso y los créditos que podamos gastar para pasarnos el juego. Mientras en el Modo Home se nos ofrece un progreso con guardado automático tras completar cada mundo y poder empezar desde donde deseemos, en el Modo Arcade tendremos créditos infinitos—algo similar a si gastásemos monedas como si no hubiera un mañana en una recreativa—pero no se guardará nuestra partida en ningún momento.
Es cierto que no es un juego de echar horas y horas dentro de su universo, y pese a todo, cuando nos adaptamos a sus mecánicas lo suficiente, el juego se nos hace mucho más sencillo de lo que cabría esperar. Pero aun así es un título que trae ese aroma a añejo, a merienda en los recreativos y a disfrutar tanto las partidas que juguemos como las que puedan jugar nuestros amigos. Su música y el aspecto gráfico es otro punto a tener en cuenta dentro de esa reminiscencia que comentaba antes, esa evocación a otros tiempos completamente distintos a los que corren ahora. Además, cada detalle está cuidado a la mínima para que la experiencia sea grata tanto para personas que quieran recordar viejos tiempos, como para los que quieran saber qué características tenían los juegos por entonces. Eternum EX es eso, pura nostalgia elevada a su máximo exponente.
Eternum EX es un título que destila alma recreativa se mire por donde se mire. Puede que no innove de la manera que harían otros títulos, pero el compromiso, el buen hacer, la dificultad y un diseño excelente de los jefes finales tanto a nivel de dibujo como de programación resultan ser claves para que nos enamoremos del título amantes y no tanto del mundo del Retro.
Es ideal para que entre amigos podamos disfrutar de una combinación letal entre diversión, reto y ese constante pensamiento de si esa será la partida buena, la partida en la que podamos vencer el título de una vez por todas. Eternum EX no cabe duda de que mira al pasado para enfocar un futuro, un futuro que de ser tan resultón como este título se puede mirar esperanzado y con buenos ojos.