Cyberpunk 2077: Qué nos ha enseñado CD Projekt RED en gamescom 2019

gamescom 2019 se ha ganado a pulso convertirse en uno de los máximos referentes anuales en la industria de los videojuegos, y todas las grandes empresas que han acudido a la actual edición son prueba de ello. Lógicamente, entre todas estas habían algunas que brillaban con más fuerza, y una de estas se ha tratado indudablemente de CD Projekt RED, la cual ha hecho acto de presencia con la que será su próxima gran referencia en el mercado: Cyberpunk 2077.

Afortunadamente, desde Areajugones hemos podido asistir a la presentación que el estudio polaco ha realizado con respecto al esperado lanzamiento, y lo cierto es que tenemos mucho a comentar. Antes de ello, no obstante, advertiremos de que es posible que algunos usuarios encuentren aquí información que puedan considerar como spoiler, por lo que lo dejaremos a riesgo de cada uno el seguir leyendo a partir del siguiente párrafo.

La demo de Cyberpunk 2077 en gamescom 2019

Comenzaremos destacando que, como se ha dado hasta la fecha, fue la propia CD Projekt RED la que se encargó de ponerse a los mandos del título, por lo que no podemos realizar aún ningún tipo de valoración sobre la jugabilidad de primera mano. En este sentido, indicaremos que el objetivo de la demo que nos mostró la desarrolladora era uno bien sencillo: los Voodoo Boys, grupo caracterizado sobre todo por el liderazgo de Placide y Brigitte, contactan con V, un mercenario a sueldo, para conseguir eliminar a la facción de los Animales de una ubicación poco habitual en ellos -hasta el punto de que se sospecha que una tercera fuerza puede haberles llevado a este ahí-.

Previo a pasar a la acción, el equipo de CD Projekt RED nos mostró uno de los puntos fuertes de la obra: la personalización. En una sociedad en la que cada individual cuenta con la libertad absoluta de expresarse, tanto a nivel superficial con atuendos -que de todos modos afectarán a cómo nos perciben los NPC- como de una forma más personal como con un sexo no definido, Cyberpunk 2077 lucirá un sistema de ropas por rareza, con distintos atributos, que nos ayudarán a identificarnos y a reforzar y equilibrar nuestro personaje. Además, también nos recordaron la relevancia de los 'Life Paths', es decir, ese trasfondo que define los inicios de nuestro personaje como corporativo, 'de las calles' o nómada. Esto, en más de una ocasión en el gameplay que se nos mostró, limitaba o abría nuevas puertas durante las opciones de diálogo, por lo que los jugadores harán bien al no tomárselo como una formalidad más.

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Así pues, V recibe su encargo, como hemos indicado, de la mano de los Voodoo Boys, una red de hackers de gran poder que habitualmente se mueve entre las sombras, pero que en esta ocasión acabaron reuniéndose en una capilla en la que fue posible encontrar el contacto que V buscaba. Este, posteriormente, envía al mercenario a hallarse con Placide, uno de los líderes de los Voodoo Boys y quien nos da nuestra misión, y sobre el cual además encontramos una curiosidad destacable: mientras que la mayoría de personajes se hallan con un nivel 18, este contaba con uno de 40. Esto implica que, pese a que alguien quiera intentar poner a prueba su habilidad de combate, abatir a alguien de dicho calibre se alza como un desafío ciertamente inabarcable. Y es que aunque en ocasiones pueda olvidarse, en CD Projekt RED siempre hacen gran énfasis en el valor RPG de su producción.

Por otro lado, también pudimos echar un vistazo a uno de los métodos de transporte del juego: la moto. Dado que Night City se tratará de una ubicación de grandes dimensiones, de la cual aún queda mucho por ver, es más que probable que nuevas misiones nos acaben enviando a localizaciones que requieran de recorrer una distancia considerable. Gracias a 'ventajas' como el uso de la moto -la cual solo vimos en primera persona a nivel de conducción-, cumplir con estas distancias no será algo tan complejo como pudiera imaginarse. Asimismo, vale la pena destacar el hecho de que en Cyberpunk 2077 no encontraremos una sola pantalla de carga, por lo que contaremos con una experiencia sin cortes sea lo que sea que ocurra in-game.

Una vez llegado a nuestro destino, los chicos de CD Projekt RED optaron por un acercamiento a los animales, recordemos grupo caracterizado por su fuerza bruta y uso de extraños 'extras' mediante los que potenciarse físicamente, en el que primara sobre todo el sigilo y la infiltración, ya que V se adentra en una localización en la que se avisa de que podemos hallar unos 30 enemigos distintos. Lo verdaderamente resaltable de la presentación que realizaron fue que esta contó con una doble perspectiva: cómo sería superar tal nivel haciendo uso de un personaje adaptado en especial al hackeo y cómo lo sería con otro en el que casi todos nuestros puntos de atributos se hubieran depositado sobre el valor de fuerza. El contraste entre una y otra rama es, ciertamente, de grandes dimensiones.

Señalaremos, así, que siendo el gran hacker para colarnos en el recinto debemos desactivar una cámara y realizar un recorrido que nos lleva por diversas áreas repletas de enemigos, lógicamente escondiéndonos de todos estos. Similarmente, en este fragmento observamos uno de los derribos de entorno que tanto valor darán a la jugabilidad, y es que en atrapar a un enemigo por la espalda podemos acercarlo hasta un contenedor de basura para dejarlo ahí mismo fuera de combate -y alejado de la vista de los enemigos-. También observamos a otros Animales quedarse completamente KO al hackear un robot de entrenamiento o un equipo de ejercicio que acaban volviéndose en contra de aquellos que se hallaban utilizándolos. Finalmente, llegamos a una zona abierta en la que debemos acceder a la información de una furgoneta.

Ahora, indicaremos que para hacer todo este mismo recorrido, la 'build' de fuerza solo hizo necesario forzar una puerta con nuestros grandes músculos y ya, sin más. Lógicamente, en esta ocasión se ve más útil llevar a cabo esta última, pues los jugadores pierden mucho menos tiempo. No obstante, esto acabará siendo puramente circunstancial, y cada jugador acabará encontrando situaciones más o menos favorables dependiendo de la personalización de atributos de su personaje. Una vez ya de forma definitiva en la gran zona de la furgoneta, señalaremos que el contraste entre los modelos de inteligencia y fuerza sale a la luz no solo en la lucha contra enemigos, usando uno el hackeo contra estos propios para forzarles a suicidarse mediante un software previamente adquirido en tienda, o valiéndose de una pesada ametralladora que con todo arrasa -en el caso de la fuerza-, sino también a la hora de quitar de nuestro camino a la clásica gatling robotizada. Si somos hackers, la pondremos de nuestra parte, si somos de fuerza, también, pero arrancándola de cuajo y cargando con ella.

Superado este punto hallamos a Sasquatch, la líder de los Animales que verdaderamente muestra la dificultad que supondrán los enemigos de este calibre en Cyberpunk 2077. Esto se debe, sobre todo, al hecho de que para poder abatirla 'cómodamente' hemos de centrarnos en disparar una luz de tono rosado en su espalda, la cual en destruirla la hace muy vulnerable. Si no conseguimos hacer esto, lo que nos encontraremos será un muro de piedra, capaz de propinar increíbles golpes con un mazo a dos manos, que absorberá prácticamente todas y cada una de nuestras balas sin sufrir daño alguno. Esto, lógicamente, implica una idea clara: lo nuevo de los creadores de The Witcher 3 es un título que dará mil y una formas de afrontar una situación, pero siempre con alguna siendo más eficaz que otra.

Entrando en el tramo final nos mostraron una zona en la que se hallaba un agente de NetWatch, red perteneciente a las grandes corporaciones que pretenden controlar Night City, y que intenta advertirnos de que los Voodoo Boys y, sobre todo Palacide, no son tan 'honestos' como puede parecer. A pesar de las advertencias, V se lanza a a acceder a la memoria de dicho agente en favor de los Voodoo Boys, todo para encontrar que estos emiten un software letal en su sistema que se redistribuye entre todos los miembros conectados a una red similar, incluido V. Afortunadamente, gracias al extraño chip de V, el cual posee el secreto a la inmortalidad -y que nos permite ver en diversas ocasiones a Johnny Silverhand-, se logra que el mercenario despierte del letal estado en el que se encontraba con un solo deseo: hallar a Placide y recriminarle lo ocurrido.

En última instancia, al volver con los Voodoo Boys nos encontramos con Brigitte, la máxima dirigente, que muestra una actitud bastante distinta a la agresividad que había caracterizado a Placide. Es con esta con la que encontramos el Ciberespacio, una zona virtual a la que el grupo de hackers accede a través de V y, sobre todo, de la posibilidad de poder hacer uso del chip que permite conectarse con Johnny Silverhand. Esta ubicación, cuyo verdadero valor se encuentra todavía por descubrir, presenta una especie de zona prohibida a la que muy probablemente intentaremos abrirnos paso a lo largo del juego y que, con todavía mayo seguridad, ocultará secretos a tener muy en cuenta.