Oculus Rift popularizó la realidad virtual a nivel comercial, trayéndonos grandes experiencias y un concepto totalmente nuevo a la hora del disfrute de videojuegos. Años han pasado tras ese primer Dev Kit del periférico, y después de varias revisiones, la compañía habría descubierto el equilibrio perfecto entre funcionalidad, rendimiento y portabilidad. Oculus Quest era una alternativa más que capaz para disfrutar de los últimos juegos de realidad virtual de manera inalámbrica y sin desembolsar una gran cantidad de dinero. Ahora desde hace un tiempo podemos disfrutar de su sucesor, Oculus Quest 2, un periférico que además de mejorar notablemente sus especificaciones y posibilidades, refleja los nuevos objetivos de Facebook ante este mercado. En este artículo os hemos querido comentar nuestra experiencia con este periférico, el cual nos ha dado unas fantásticas horas de juego.
Oculus Quest nació como una vuelta de tuerca de esas Oculus Go, la primera propuesta inalámbrica de la compañía, ahora en manos de Facebook. Estas últimas mencionadas se trataban de una propuesta más que interesante, sobre todo por la posibilidad de disfrutar de contenido sin cables, aunque había un punto importante en su contra; la imposibilidad de ejecutar juegos de PC. Es por ello que Quest se volvió tan popular, debido a la compatibilidad con esta función en cuestión. Evidentemente disponer de un casco de realidad virtual medianamente económico en comparación a demás modelos, y que sea capaz de ejecutar juegos de Steam, era una propuesta verdaderamente atractiva. Con Oculus Quet 2 ha ocurrido lo mismo, y gracias a su mejora en sus distintos apartados técnicos, ha conseguido incluso una mayor recepción por parte de los usuarios. Y no es para menos, ya que difícilmente se podría encontrar un periférico de tales características al precio tan competitivo al que salieron estas gafas de RV al mercado.
Antes de hablar de nuestra experiencia de forma más ampliada, hemos querido recoger las principales especificaciones técnicas de este visor. En este caso nos encontramos con un periférico que cuenta con un paneles LCD a resolución 1832 x 1920, frecuencias compatibles de hasta 90Hz (72Hz por defecto y 60Hz configurables), procesador Qualcomm Snapdragon XR2 desarrollado específicamente para la realidad virtual, batería de 3.640 mAh, audio integrado y versiones de 64GB y 256GB de almacenamiento interno. El paquete incluye además un cable de carga USB-C y mandos inalámbricos, los cuales funcionan con pilas AA. Aunando todo esto nos encontramos con un dispositivo capaz de ejecutar juegos nativos tales como Beat Saber, Star Wars Galaxy’s Edge, Superhot, o incluso The Walking Dead: Saints & Sinner, entre muchos otros. Mediante el cable Oculus Link (O algún otro compatible), es posible su conexión al PC para disfrutar de los títulos de Steam. Además, apps tales como Virtual Desktop o ALVR, nos permiten jugar a estas experiencias de PC de manera totalmente inalámbrica, algo que consideramos clave y un punto a favor que haría diferenciar estas gafas del resto de propuestas en el mercado.
El diseño de estas Oculus Quest no va desencaminado de la línea de productos de la compañía. Por el momento sólo están disponibles en blanco, y en cuanto a su tamaño, se trata de un periférico bastante compacto, pudiendo llevárnoslas fácilmente a cualquier sitio. Quizás el punto más negativo en este sentido es su estilo de correa, la cual es bastante básica y sobre todo en periodos largos de juego nos puede llegar a molestar, en parte también por el peso del propio periférico. Así pues, se tratan de unas gafas cómodas hasta cierto punto, ya que si queremos disfrutar de ellas de la manera menos problemática posible, habrá que pasar un buen rato ajustando la banda a nuestra cabeza para que nos incomode lo mínimo posible. No obstante, también podemos encontrar accesorios que se venden por separado, como una correa ajustable mucho más cómoda que la que viene de serie o fundas de transporte. En nuestro caso hemos experimentado cierta incomodidad a partir de la media hora de juego, teniendo que tomar algunos descansos por motivo de esto, y para la vista. La impotencia física al querer seguir jugando y no poder, ha estado presente en alguna sesión que otra no os vamos a engañar. La sensación de mareo depende ya tanto de la persona como del juego en cuestión. Títulos que abusan de un desplazamiento sin “teletransporte” pueden jugarnos malas pasadas.
En cuanto a su batería, con una carga completa podremos hacer uso del visor hasta un periodo aproximado de unas dos horas y media. Aunque dicho así no suena a demasiado, hay que recordar que el uso de este periférico cansa, y los descansos nos serán esenciales. Además, su compatibilidad con USB-C hace que el tiempo de carga no sea tan prolongado para volver a ponernos manos a la obra.
Hablando un poco de su software, lo cierto es que Oculus ha conseguido una interfaz atractiva a la par que intuitiva, haciendo que sea realmente fácil acceder a lo que necesitamos. En el menú principal podemos intercambiar y descargar entornos, para darle siempre un toque fresco a la hora de comenzar nuestras sesiones de juego. No hay que olvidarse que estamos en territorio de Facebook, lo que significa que la interacción con nuestros amigos será una parte importante. En este caso, si así lo deseamos, podemos ver el progreso de nuestros amigos, notificaciones sobre cuando juegan a algo en concreto, tablas de clasificación, y todo este tipo de cosas. Además, uno de los puntos considerados “negativos” es la obligación de disponer de una cuenta de Facebook para iniciar sesión. De todos es sabido cómo gestiona la compañía de Zuckerberg nuestros datos personales. De igual manera, creemos que es un paso que merece la pena realizar, pudiendo crear en caso de que lo deseemos una cuenta específica para ello.
Compartir nuestra sesión de juego también es más fácil que nunca, ya que con tan solo un botón podemos transmitir nuestra partida y verla a través de la app de Oculus o generar un link para verla en distintos dispositivos. Aunque es realmente cómodo, esto es un factor que depende de nuestra conexión a internet, luego hay casos en los que retransmitir una partida para que los de nuestro alrededor puedan ver lo que hacemos puede fallar o verse pixelado.
Y ya que hemos mencionado la app de Oculus, es importante saber que podemos gestionar varios parámetros del visor y de nuestra cuenta a través de nuestro dispositivo móvil. Además, esta aplicación nos notifica de eventos exclusivos adaptados a la realidad virtual o recomendaciones de juegos en base a nuestros títulos de la biblioteca.
En cuanto al sistema guardián del periférico, lo cierto es que funciona francamente bien. Básicamente se trata de una manera de que no nos demos un golpe en la primera esquina de nuestro habitáculo, ya que se basa en una pared virtual de mallas previamente configurada para conocer en todo momento dónde nos situamos en nuestro espacio real. Además, cuando sobrepasamos ese límite, se activan las cámaras externas del visor, permitiéndonos ver lo que hay a nuestro alrededor mientras tenemos el casco puesto. Este sistema, aunque está muy bien diseñado y es realmente útil, a veces nos puede sacar de la inmersión, sobre todo en entornos pequeños, ya que estaremos viendo los límites casi en todo momento.
Echando un vistazo a otras partes de su software, hay que recalcar que la precisión de los mandos es realmente excelente. Si esta era una de vuestras inseguridades a la hora de haceros con uno de estos visores, creemos que no hay que preocuparse al respecto, ya que el control es muy preciso y realmente intuitivo, tanto que incluso hasta vuestros abuelos podrían disfrutar de estas gafas de RV. Además, Oculus también ofrece una opción de detección de manos, pudiendo hacer uso de ellas para navegar por la interfaz e incluso jugar a según qué juegos. Sin embargo de momento no recomendamos esta opción, ya que no es tan precisa. Aunque por otra parte, es útil si estamos viendo algún vídeo o película y nos hemos dejado los mandos en otro lado, por poner algún ejemplo.
Durante nuestra prueba con las Oculus Quest 2 hemos podido jugar a una gran lista de títulos, entre los que se incluyen Half Life Alyx, título que pudimos analizar en Areajugones. Fueron estas gafas las que hicieron posible que pudiéramos contar con esta review en la web. El funcionamiento de estas gafas tanto en juegos nativos como en títulos de Steam es soberbio. Si no somos un público muy exigente, realmente no hay necesidad de adquirir un producto tal como las Valve Index, o cualquier otro visor más costoso. Ganaríamos un plus sobre todo en imagen y comodidad según en qué casos, pero el hecho de jugar a todo de manera inalámbrica y con un visor más compacto hace que se disuelvan esas necesidades. También creemos que se tratan de unas gafas muy adecuadas para entrar al mundo de la realidad virtual. Un buen punto de partida donde explorar las bondades de este concepto que solo puede ir a más. El principal problema son las dificultades de promocionar un producto de realidad virtual, ya que solamente podemos averiguar lo único que es éste si lo hemos probado. El tráiler de Half-Life Alyx era impactante, aunque hablando en frío, no nos dice nada si no hemos catado esa experiencia por nuestros propios medios. Pero bueno, eso es una cuestión que dejaremos para otro día.
En definitiva, las Oculus Quest 2 son unas gafas de realidad virtual realmente recomendables, sobre todo para aquellos que quieren comenzar esta excitante travesía. Con un diseño compacto e inalámbrico, aunque ligeramente incómodo según nuestro tiempo de uso, este visor es más que capaz a la hora de ejecutar títulos nativos o disfrutar de nuestros juegos favoritos de Steam, incluso de manera inalámbrica, obteniendo ventajas clave respecto a sus competidores.
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