Ana Mena no solo es cantante, por mucho que sea esa la vertiente que hemos conocido ahora de ella: también es actriz, y bastante buena, he de decir. Es cierto que hasta ahora no ha tenido muchos proyectos en los que brillar, pero en Vive Cantando pudo demostrar que si le dan un personaje interesante, su naturalidad brilla con luz propia.
Y es precisamente esa espontaneidad lo que me llama la atención de Ana Mena, rasgo de su personalidad que continúa hasta el día de hoy y que se verá explotado en Bienvenidos a Edén, su primer gran proyecto televisivo que estrenará en Netflix el próximo 1 de abril. Con motivo de este inminente estreno, he querido repasar el enorme cambio físico que ha protagonizado la malagueña desde que interpretase en 2009 a Marisol, hasta la actualidad. Y sí, te vas a quedar flipado.
A partir del próximo 1 de abril la veremos en Bienvenidos a Edén, una serie juvenil muy esperada en la que compartirá pantalla con la mismísima Belinda. Parece que a estos creadores (Joaquín Gorriz y Guillermo López Sánchez) le gusta trabajar con artistas polivalentes que son cantantes y actrices al mismo tiempo...
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