No era ni mucho menos la favorita, pero Blanca Paloma ganó el Benidorm Fest 2023 demostrando que su propuesta era mucho más sólida que la de Agoney (y su Quiero arder) y la de Fusa Nocta (con su Mi familia). Ya se oye en toda Europa el 'EAEA' y el legado de la 'yaya Carmen' será conocido por millones de espectadores el próximo sábado 13 de mayo de 2023.
Pero el eurofandom ha pecado una vez más de optimista: España no va a ganar Eurovision 2023 como se viene diciendo desde que Blanca Paloma conquistó Benidorm. Por supuesto, Blanca Paloma enamorará a Europa con su torrente de voz, con su maravillosa propuesta escénica y con su poder en el escenario, pero las posibilidades de arrasar en Liverpool son cada vez menores.
Benidorm Fest es un regalo que no nos merecemos los eurofans, un espacio en el que conocer las propuestas que pueden representarnos en Eurovision, con toda la ambición escénica que precisa de un festival de estas características. Pero al mismo tiempo, es un regalo envenenado: lo que ha ganado en España, no tiene por qué ganar en Europa. Y la fiebre que se vivió por EAEA, conquistando a jurado y público, puede no repetirse en Liverpool el próximo sábado 13 de mayo.
¿Entenderá Europa una canción tan experimental como EAEA? Porque EAEA no es flamenco puro y duro, es algo más. Es la prueba de que los géneros no tienen límites, mezclando aquí una bulería con una base electrónica y mucho beat. EAEA será un tema extraño en el running order de Eurovision 2023 como lo fue 1944 de Jamala o Amar Pelos Dois de Salvador Sobral. El asunto es si Europa, sin entender qué es EAEA, admitirá que es la propuesta ganadora de la noche como espectáculo, como canción y como poder sobre el escenario.
Siento si he sonado demasiado pesimista. En realidad es todo lo contrario: aún sigo optimista y creo que Blanca Paloma puede rivalizar con sus principales contrincantes, incluyendo a Loreen y su comeback, o a Finlandia y su Cha Cha Cha.
Pero siendo sincero conmigo mismo, cada vez veo más difícil su victoria. Ni siquiera las maravillosas actuaciones que ha venido desarrollando en las preparties durante los últimos meses ha conseguido que el eurofandom más habitual (sí, hablo de asociaciones como la OGAE o la INFE) de una oportunidad a una propuesta de raíz, con sentimiento y muy artística, prefiriendo la enésima balada (masculina, cómo no) de Italia, la chanson français de Francia, lo comercial de Suecia o el 'mamarracheo' (en el buen sentido de la palabra) de Finlandia. Quizás no haya cambiado demasiado desde aquel Quien maneja mi barca de Remedios Amaya con un '0 points' en toda la cara. Pero nosotros, volveríamos de Reino unido con la frente bien alta, y con una estrella bajo el brazo.
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