El guionista y director Alejandro Marín debuta en la gran pantalla en esta ópera prima que narra el nacimiento del movimiento LGTBIQ+ en Andalucía. Se trata de su primer largometraje después de su paso por televisión con la serie Maricón perdido. Te estoy amando locamente se sitúa durante la época de la transición y la derogación de leyes franquistas. En un momento en el que la homosexualidad es delito, la historia se centra en Miguel, de 17 años, que está a punto de convertirse en el primer universitario de la familia. Remedios, una madre tradicional movida por el amor de su hijo, está emocionada con la idea. Sin embargo, Miguel tiene aspiraciones de artista y desencadenará unas injustas consecuencias.
Un equipo artístico fantástico
Ambientada en los década de los setenta (1977), está película muestra la crueldad y la falta de empatía vivida en la lucha por sus derechos, pero también toda la luz y cariño que envolvía el movimiento. Durante aquella época todavía se practicaba la Ley de Peligrosidad Social, un artículo que servía para excusar como delito la homosexualidad y la transexualidad en nuestro país. En algunas consultas médicas se utilizaba electroshock como terapia a los homosexuales. Unas personas que sufrían trato de delincuentes, ingresándolos en prisión y marginando socialmente.
Esta película muestra la vivencia de un grupo del colectivo durante el último año de transición hasta 1978, momento en el que salieron a la calle para reivindicar sus derechos, siendo el primer Día del Orgullo de la historia de España. El escenario, Sevilla, y los intérpretes, arte. Ana Wagener hace una interpretación soberbia. Encabeza un reparto de artistas poco conocidos para el gran público pero que forman un equipo artístico fantástico. Destacados se encuentran Omar Banana, Alba Flores y Jesús Carroza, que hacen suyos los personajes con gran carisma. La película tiene un apartado de vestuario brillante y una estética general notable.
Una historia trágica, pero también divertida
Te estoy amando locamente, habla del drama y el conflicto que vivían las personas del colectivo en aquella época. Muestra la lucha interna y externa por la que tuvieron que pasar, pero tampoco olvida la luz y la vitalidad que guardaban, que mostraban cuándo se sentían libres, todo el cariño que tenían para dar y la familia que llegaba a formarse. Una familia que escogían cuando a veces, no la encontraban en casa. Este largometraje intenta mostrar todas las caras y lo consigue, es una película trágica y divertida, muestra las consecuencias de la lucha por los derechos conseguidos pero también la satisfacción y el orgullo de los compartidos, con los que son y los que vendrán. A la cinta le acompaña un tono festivo durante gran parte del metraje, pero se detiene en los momentos dramáticos cuando es necesario, sin caer en el exceso ni el artificio, con mucha naturalidad para mostrar los grises y el color, mucho color.Te estoy amando locamente es reivindicación y orgullo, de la lucha, sí, pero también de la libertad y una forma de vida, mostrando que merece la pena.
Te estoy amando locamente, habla del drama y el conflicto que vivían las personas del colectivo en 1977. Muestra la lucha interna y externa por la que tuvieron que pasar, pero tampoco olvida la luz y la vitalidad que guardaban, que mostraban cuándo se sentían libres, todo el cariño que tenían para dar y la familia que llegaba a formarse
Redactor de cine y series y Técnico Superior en Realización de Proyectos Audiovisuales. Aficionado a los cómics, la fantasía y la ciencia ficción. Siempre con una película en la cabeza.