Con la colaboración de los creadores de 'Juego de Tronos' y elenco lleno de estrellas 'El problema de los tres cuerpos' se perfila como la siguiente gran serie de Netflix. Esta producción se basa en la saga de libros de Liu Cixin, que explora los confines del universo en una historia de ciencia ficción que es considerada como una de las mejores del género. Dentro de esta interesante narrativa destaca el planeta Trisolaris y sus habitantes, los trisolarianos, que están detrás de gran parte de lo que sucede en la trama.
Trisolaris, es un enigmático planeta del sistema estelar Alfa Centauri, a 4,21 años-luz de la Tierra. Este lugar es el hogar de los trisolarianos, los principales antagonistas de la intrigante trilogía de ciencia ficción ‘El problema de los tres cuerpos’. Este planeta terrestre orbita en un sistema de tres estrellas, creando un caos gravitatorio que da lugar a las Eras Caóticas y Estables, marcando ciclos de extremos climáticos impredecibles.
La singularidad de Trisolaris radica en su órbita inestable, arrojándolo de estrella en estrella durante las Eras Caóticas, con temperaturas que oscilan entre el congelamiento del aire y el derretimiento del suelo. Las Eras Estables son breves periodos de calma, caracterizados por una órbita cómoda alrededor de uno de sus soles. Dicho esto, la estabilidad es efímera ante la inevitable colisión planetaria.
Este desafortunado destino condena a los trisolarianos, quienes desesperados por encontrar un refugio, fijan sus ojos en la Tierra, un planeta que vive en perpetua Estabilidad. Trisolaris, uno de los doce planetas originales de Alfa Centauri, sobrevivió al desarrollar vida frente a la destrucción causada por las Eras Caóticas. Tras numerosas civilizaciones destruidas y el planeta partido en dos por el paso cercano a los tres soles, los trisolarianos comprendieron la imposibilidad de salvar su hogar y emprendieron una monumental expedición hacia la Tierra, tomando cientos de años en alcanzar el Sistema Solar.
Los trisolarianos son una especie nativa de Trisolaris que aspira a expandirse por el universo como respuesta a las amenazas que acechan su mundo natal en el Sistema Alfa Centauri. Aunque gran parte de sus características físicas permanecen envueltas en misterio, se conoce que los trisolarianos poseen la capacidad única de deshidratar completamente sus cuerpos, transformándose en haces de fibra seca sin vida.
Esta adaptación les permite resistir el caótico clima de Trisolaris durante periodos prolongados, aunque durante este estado no pueden pensar ni actuar. Su comunicación se realiza mediante patrones de ondas electromagnéticas generadas directamente por sus cerebros pensantes, fusionando así el habla y el pensamiento, y eliminando la posibilidad de mentirse entre ellos.
El principal objetivo de esta especia alienígena es encontrar un nuevo hogar más estable que su planeta de origen. Durante su intento de invadir la Tierra, los trisolarianos mostraron interés en preservar las ciudades humanas, indicando que comparten un tamaño similar con los habitantes de la Tierra. Su intención de habitar nuestro planeta sin alterar su atmósfera o biosfera sugiere que pueden utilizar los mismos recursos vitales que las formas de vida terrestres, adaptándose de manera sorprendente a nuestro entorno.
La tecnología trisolariana supera con creces la de la Tierra, permitiéndoles manipular partículas subatómicas e incluso alterar constantes físicas en regiones específicas del espacio. Aunque no pueden superar la velocidad de la luz, desarrollaron motores de curvatura para viajar a velocidades relativistas. La posible llegada de una segunda flota trisolariana hacia la Tierra añade una nueva capa de complejidad a esta intrigante narrativa.
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