La saga de The Legend of Zelda se ha convertido en una de las franquicias más importantes en la historia de los videojuegos. Algo que ha conseguido no solo por empujar la industria hacia delante con muchos de sus títulos, sino por la calidad en sí de los mismos. Pero... ¿Cuál es el mejor juego de todos los que han salido? ¿Y el peor? Pues bien; esas son las preguntas a las que daremos respuesta en este artículo.
Para ello, nos valdremos de la nota media que ha recibido cada título en Metacritic. Eso sí, en este ranking nos centraremos solo en las entregas de la saga principal, dejando fuera spin-offs, remakes y remasterizaciones , pero con tal de obtener un top que sea lo más justo posible. A continuación, os dejo con todos los juegos de la saga The Legend of Zelda ordenados de peor a mejor.
Tri Force Heroes es el juego peor valorado de toda la saga The Legend of Zelda, algo que se deba a que se trata de un título cooperativo que cambiaba bastantes aspectos de la fórmula original de la saga. Esto último no gustó demasiado a la comunidad, por no hablar de que no era un título pensado para ser disfrutado en solitario, por lo que los fans lo criticaron mucho en su momento.
The Legend of Zelda: Tri Force Heroes es un título único dentro de la serie The Legend of Zelda, lanzado para la Nintendo 3DS en 2015. Este juego se destaca por su enfoque en el modo cooperativo multijugador, permitiendo que hasta tres jugadores trabajen juntos para resolver puzles, derrotar enemigos y superar mazmorras. Si bien mantiene la esencia de los juegos tradicionales de la franquicia, su diseño está centrado en la colaboración entre los jugadores, lo que lo convierte en una experiencia diferente. Para quienes disfrutan de jugar en equipo y enfrentar desafíos creativos con amigos, este título es una opción muy recomendable.
Uno de los aspectos más llamativos de Tri Force Heroes es su énfasis en la interacción social y el trabajo en equipo. Los jugadores deben comunicarse de manera efectiva para coordinar acciones como formar "totems" (pilas de personajes) o resolver puzles que requieren precisión y sincronización. Sin embargo, para los jugadores que prefieren experiencias en solitario, el juego puede resultar menos atractivo, ya que el modo para un solo jugador es más limitado y no tiene el mismo impacto que el cooperativo. Por esta razón, se recomienda especialmente si tienes acceso a otros jugadores, ya sea localmente o en línea.
A pesar de sus fortalezas, Tri Force Heroes no está exento de críticas. La dependencia del modo multijugador y la falta de profundidad en su narrativa pueden hacer que se sienta menos inmersivo comparado con otros juegos de la franquicia. Sin embargo, su diseño creativo, mecánicas innovadoras y enfoque en la diversión compartida lo convierten en una excelente elección para quienes buscan una experiencia de Zelda diferente y centrada en la colaboración. En resumen, lo recomendaría principalmente para grupos de amigos que deseen disfrutar de un juego ligero y divertido, pero quizás no sea la mejor opción para quienes busquen una experiencia clásica de Zelda en solitario.
The Legend of Zelda II: Adventure of Link es el segundo peor juego de la saga por un motivo concreto: en su momento cambió la filosofía de diseño del primer juego de la misma y abandonó la cámara en vista isométrica por una propuesta en scroll lateral. Haciendo, por tanto, que la sensación de exploración y aventura se sustituyera por un enfoque más centrado en un componente de acción.
The Legend of Zelda II: The Adventure of Link, lanzado en 1988 para la consola NES, es una entrega única dentro de la franquicia The Legend of Zelda, caracterizada por un cambio radical en su jugabilidad. A diferencia del primer juego, esta secuela adopta una combinación de vista lateral para las secciones de acción y un mapa superior para la exploración. Introduce elementos de rol como puntos de experiencia y mejoras de habilidades, lo que lo distingue de otros títulos de la saga. Su dificultad desafiante y su diseño experimental han generado opiniones divididas, pero sigue siendo una pieza importante en la historia de la franquicia.
Recomendar este juego depende mucho del tipo de experiencia que el jugador busque. Por un lado, los fanáticos de los desafíos encontrarán en The Adventure of Link un juego exigente, con combates que requieren precisión, enemigos difíciles y mazmorras complejas. Además, su sistema de progresión basado en niveles ofrece una profundidad interesante para quienes disfrutan de elementos RPG. Sin embargo, esta misma dificultad puede ser un obstáculo para quienes prefieren una experiencia más accesible o similar al enfoque tradicional de acción-aventura que caracteriza a otros juegos de Zelda.
Aunque no es el Zelda más popular ni el más representativo de la serie, The Adventure of Link merece reconocimiento por su innovación y por sentar algunas bases que influirían en futuros títulos, como la importancia del combate estratégico y las habilidades especiales. Lo recomendaría a jugadores que deseen explorar un capítulo diferente y desafiante de la franquicia, siempre que estén preparados para una curva de aprendizaje pronunciada y una experiencia menos convencional en comparación con el resto de la saga. Si buscas un Zelda clásico, este podría no ser el indicado, pero para los curiosos y los fans de lo retro, es una joya que vale la pena probar.
El juego que lo originó todo no se encuentra entre los mejor valorados de la saga, a pesar de que se trata de un título que creó prácticamente un género nuevo. No obstante, esto se debe a que los baremos de puntuaciones se han modificado con el tiempo y un 84 sobre 100 era una nota altísima para la época, lo cual tiene más sentido con lo que el juego representa a nivel de legado.
The Legend of Zelda, lanzado en 1986 para la NES, es el juego que dio inicio a una de las franquicias más icónicas de la industria de los videojuegos. Diseñado por Shigeru Miyamoto y Takashi Tezuka, este título revolucionó el género de acción-aventura con su mundo abierto y no lineal, permitiendo a los jugadores explorar libremente Hyrule en busca de mazmorras, secretos y mejoras para derrotar al villano Ganon y rescatar a la princesa Zelda. Su sistema de guardado, una innovación en su tiempo, permitía a los jugadores continuar su aventura sin tener que empezar desde cero, estableciendo un estándar para los juegos futuros.
Este título es altamente recomendable para los amantes de los videojuegos retro y quienes deseen experimentar un pilar fundamental en la historia del gaming. Aunque sus gráficos y controles pueden sentirse rudimentarios por los estándares modernos, el juego ofrece una experiencia rica en exploración, con un diseño de niveles que recompensa la curiosidad y el ingenio del jugador. El equilibrio entre combate, resolución de puzles y búsqueda de secretos es un testimonio del diseño visionario que sigue siendo influyente en la industria.
Si bien The Legend of Zelda puede resultar desafiante para jugadores acostumbrados a ayudas modernas como marcadores de objetivos o tutoriales, su libertad para explorar y su sensación de descubrimiento lo hacen una experiencia profundamente gratificante. Es una recomendación esencial para los fanáticos de la serie que deseen ver cómo comenzó todo, así como para cualquier jugador interesado en explorar un título que ayudó a definir el género de acción-aventura y consolidar a Nintendo como un líder en innovación en videojuegos.
Echoes of Wisdom es una de las entregas más recientes de la franquicia de The Legend of Zelda y, aunque muchos lo valoran como un juego notable, no ha llegado a estar a la altura de otras obras anteriores. Quizás se deba a que la idea de sustituir a Link por Zelda como personaje jugable es todo un acierto, pero hace falta pulirla más de cara a futuras entregas protagonizadas por la princesa.
Actualmente, The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom no es un título oficial dentro de la franquicia de The Legend of Zelda. Es posible que te refieras a un proyecto fan-made o a un concepto no confirmado por Nintendo. Los juegos de Zelda inspirados por fanáticos suelen rendir homenaje al estilo clásico de la serie o explorar nuevas ideas basadas en la rica historia de la franquicia. Este tipo de proyectos demuestran el impacto cultural y la pasión que The Legend of Zelda ha generado a lo largo de los años.
Si Echoes of Wisdom es un concepto creado por la comunidad, probablemente incluye elementos característicos de la serie, como exploración, mazmorras temáticas, resolución de acertijos y una narrativa épica. Los juegos fan-made suelen tomar inspiración de títulos icónicos como A Link to the Past o Ocarina of Time, integrando nuevas historias o mecánicas únicas para ofrecer una experiencia fresca pero familiar. Estos proyectos pueden ser un excelente complemento para los fanáticos que ya han jugado los títulos oficiales y desean algo más.
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Si bien es cierto que hay otras aventuras cooperativas dentro de la saga que no fueron bien valoradas por los fans, esto es algo que no ocurrió con Four Swords Adventures. Algo que se debe a que presentaba una serie de mecánicas sólidas que eran muy fieles a la fórmula clásica de la saga. Lo malo, por otro lado, es que no era un juego pensado para ser jugado en solitario, lo que no terminó de convencer a todo el mundo.
The Legend of Zelda: Four Swords Adventures, lanzado en 2004 para la Nintendo GameCube, es un título cooperativo dentro de la franquicia de The Legend of Zelda, diseñado para ser jugado por hasta cuatro jugadores. Basado en la mecánica introducida en el título previo Four Swords (incluido en la reedición de A Link to the Past para Game Boy Advance), este juego lleva el concepto del multijugador al siguiente nivel, ofreciendo una mezcla de acción clásica y trabajo en equipo. Los jugadores controlan diferentes versiones de Link (representadas por colores) mientras resuelven puzles y enfrentan desafíos para derrotar a Vaati, el principal antagonista.
Uno de los aspectos más destacados de Four Swords Adventures es su enfoque en la cooperación y la estrategia. Cada jugador utiliza un Game Boy Advance conectado a la GameCube mediante un cable especial, lo que permite explorar áreas individuales de manera privada mientras se mantiene la interacción con el grupo en la pantalla principal. Esta integración única de hardware potencia la experiencia colaborativa, aunque también lo hace uno de los juegos más técnicamente complejos de configurar para aprovechar su potencial máximo. Además, incluye un modo para un solo jugador donde se controlan los cuatro Links, aunque la experiencia es más enriquecedora con amigos.
El juego es una recomendación sólida para quienes buscan una experiencia multijugador divertida y diferente dentro de la serie The Legend of Zelda, especialmente si tienen acceso al equipo necesario. Su diseño de niveles y mecánicas ofrecen una combinación fresca de acción y resolución de acertijos, pero la dependencia del hardware específico y la falta de una narrativa más profunda podrían limitar su atractivo para quienes buscan una experiencia Zelda más tradicional o accesible. En general, es un título que sobresale en reuniones con amigos y es una joya para los coleccionistas y fanáticos de la serie.
Spirit Tracks es el segundo juego de la saga que salió para Nintendo DS y su principal atractivo tenía que ver con una mecánica que nos permitiría usar un tren dentro del juego. De hecho, se trata de uno de los títulos de Zelda que abren la segunda parte del top para pasar a aquellos que son recordados con mucho cariño por los fans. Y, precisamente, esta entrega de 2009 es uno de ellos.
The Legend of Zelda: Spirit Tracks, lanzado en 2009 para la Nintendo DS, es una entrega única dentro de la franquicia de The Legend of Zelda que introduce un enfoque fresco a la exploración y mecánicas de juego. Ambientado en un mundo donde las vías ferroviarias conectan las regiones, el juego pone a Link al mando de un tren para viajar entre locaciones, añadiendo un nuevo nivel de estrategia y planificación. En esta aventura, Link se une al espíritu de la Princesa Zelda, quien desempeña un papel activo como aliada, una innovación notable en la serie.
La jugabilidad se aprovecha al máximo de la pantalla táctil de la Nintendo DS. Los controles permiten manejar a Link dibujando su trayectoria, resolver puzles creativos y utilizar herramientas icónicas como el Báculo Arenoso y la Flauta Espiritual, que utiliza el micrófono de la consola. La inclusión de Zelda como compañera activa es un cambio refrescante: su espíritu puede poseer armaduras espectrales, lo que permite a los jugadores colaborar en resolver acertijos y enfrentar enemigos. Esta dinámica de trabajo en equipo entre los dos personajes agrega profundidad a las mazmorras.
Spirit Tracks es recomendable para jugadores que buscan una experiencia única dentro de la serie, con énfasis en la resolución de puzles y mecánicas innovadoras. Aunque su sistema de control y el enfoque en el tren han sido criticados por algunos por ser restrictivos o repetitivos, su narrativa encantadora, el diseño de mazmorras y la química entre Link y Zelda lo convierten en un título memorable. Es una opción excelente para quienes disfrutaron de Phantom Hourglass y desean otra aventura que aproveche al máximo las capacidades de la Nintendo DS.
The Minish Cap fue uno de los intentos con éxito de llevar la saga de The Legend of Zelda a las plataformas portátiles de Nintendo, las cuales habían conseguido mucha popularidad años atrás. En este sentido, esta entrega transfiere todo lo que se podía esperar de un Zelda en 2D a la Game Boy Advance, lo cual encantó a la comunidad de fans de la franquicia.
The Legend of Zelda: The Minish Cap, lanzado en 2004 para la Game Boy Advance, es un título que destaca por su encanto visual, innovadoras mecánicas de juego y una narrativa entrañable. Desarrollado por Capcom en colaboración con Nintendo, este juego introduce a los jugadores al reino de los Minish, una diminuta raza que solo Link puede ver tras reducirse de tamaño con la ayuda de su sombrero mágico, Ezlo. Esta peculiaridad de cambio de tamaño es el núcleo de la jugabilidad, permitiendo explorar un mundo que cambia completamente dependiendo de la escala de Link, agregando una nueva dimensión a los clásicos puzles de la serie.
El diseño del juego brilla en todos los aspectos. Las mazmorras están llenas de desafíos ingeniosos que aprovechan la dualidad de tamaño, mientras que las herramientas y objetos, como el bastón Moltrin y el tarro mágico, añaden profundidad y creatividad al combate y la exploración. Además, la interacción con los habitantes del mundo y la mecánica de fusionar piedras kinstone para desbloquear secretos enriquecen la experiencia y fomentan la curiosidad del jugador. Los gráficos y la música, especialmente para la época, son coloridos y vibrantes, capturando perfectamente el espíritu de la franquicia.
The Minish Cap es altamente recomendable tanto para los fanáticos de The Legend of Zelda como para aquellos nuevos en la serie. Su combinación de una jugabilidad accesible, una historia bien estructurada y un diseño visual encantador lo convierten en una experiencia inolvidable. Si bien puede sentirse algo corto en comparación con otros títulos de la saga, su calidad y creatividad más que compensan su duración. Es un imprescindible para cualquier amante de los juegos de aventuras.
Empezamos el sector de los juegos sobresalientes con Link's Awakening, juego del que se hizo un remake para Nintendo Switch muchos años más tarde; algo que indica la relevancia que tuvo este juego en su momento a nivel cultural. Básicamente, fue uno de los primeros títulos de The Legend of Zelda en la portátil primigenia de Nintendo, convirtiéndose en un título muy popular para la época.
The Legend of Zelda: Link's Awakening, lanzado originalmente en 1993 para Game Boy, es una de las entregas más singulares de la franquicia The Legend of Zelda. A diferencia de otros juegos de la serie, no tiene lugar en Hyrule, no incluye a la Princesa Zelda ni al villano Ganon. En su lugar, la historia se desarrolla en la misteriosa isla Koholint, donde Link naufraga tras una tormenta. El objetivo principal es recolectar los instrumentos mágicos para despertar al Pez del Viento y escapar de la isla. Esta narrativa peculiar y su atmósfera onírica lo han convertido en un favorito de los fanáticos.
El juego ofrece la clásica jugabilidad de acción y aventura de Zelda, con mazmorras llenas de acertijos, enemigos y objetos icónicos como el gancho, la espada maestra y el escudo. Sin embargo, lo que realmente lo distingue son sus referencias cruzadas a otras franquicias de Nintendo, con la aparición de personajes como Goombas y Chain Chomps, lo que le da un tono único y encantador. Además, su diseño de niveles compacto pero rico en secretos asegura que siempre haya algo nuevo por descubrir.
La versión original fue remasterizada en 2019 para Nintendo Switch con gráficos en 3D estilo diorama y una banda sonora modernizada. Esta nueva edición conserva toda la magia del original mientras actualiza la experiencia para los jugadores modernos. Link’s Awakening es altamente recomendable tanto en su versión clásica como en la remasterizada, especialmente para quienes buscan una historia distinta dentro del universo de The Legend of Zelda. Su combinación de nostalgia, diseño innovador y narrativa encantadora lo convierten en una experiencia inolvidable.
Phantom Hourglass fue un título que se intentó lanzar de manera complementaria a Wind Waker en la primera Nintendo DS y acabó convirtiéndose en un auténtico bombazo que reivindicaba los juegos en 2D de la saga y la idea de que la gran N no debía abandonar este tipo de obras de The Legend of Zelda.
The Legend of Zelda: Phantom Hourglass, lanzado en 2007 para la Nintendo DS, es una secuela directa de The Legend of Zelda: The Wind Waker, continuando la historia en un mundo de islas y aventuras marítimas. Este título destaca por su innovador uso de la pantalla táctil de la consola para controlar a Link, marcar mapas y resolver puzles, ofreciendo una experiencia de juego que aprovecha al máximo las capacidades únicas del hardware. Con gráficos en 3D al estilo cel-shading y una narrativa ligera pero cautivadora, Phantom Hourglass es un juego que combina frescura e innovación con el espíritu clásico de la franquicia.
La jugabilidad de Phantom Hourglass es uno de sus mayores atractivos. Los jugadores guían a Link mediante toques en la pantalla táctil, lo que permite un control intuitivo y preciso, ideal para realizar ataques con la espada, lanzar objetos o dibujar la trayectoria del bumerán. Además, el juego introduce el Reloj Espectral, un artefacto clave que limita el tiempo de exploración en el Templo del Rey del Mar, el área central del juego. Aunque esta mecánica ha sido criticada por algunos jugadores por su repetitividad, añade un elemento de tensión estratégica al progreso.
Recomiendo Phantom Hourglass especialmente a quienes disfrutaron de The Wind Waker o buscan una experiencia que combine el encanto clásico de The Legend of Zelda con mecánicas de juego innovadoras. Su enfoque en la navegación y la exploración lo hace un título único dentro de la serie, aunque los jugadores que no son fanáticos de los controles táctiles o de las misiones con límite de tiempo podrían encontrar ciertos aspectos frustrantes. En general, es una excelente adición a la saga y una muestra de cómo la serie experimentó exitosamente con nuevas ideas en consolas portátiles.
Este es el último The Legend of Zelda con vista cenital que ha visto la luz en la historia de la franquicia. No obstante y a pesar de la fama que habían cogido los juegos en tercera persona de la franquicia, estamos ante un título incontestable en todos los sentidos: Nintendo creó un nuevo Zelda con todas las letras que sorprendió al mundo con sus buenas ideas sin que perdiera la esencia clásica de la saga.
The Legend of Zelda: A Link Between Worlds, lanzado en 2013 para la Nintendo 3DS, es una secuela espiritual de The Legend of Zelda: A Link to the Past. Ambientado en el mismo mundo de Hyrule, este título introduce una historia completamente nueva y mecánicas frescas que revitalizan la fórmula clásica de la franquicia. Su innovación principal es la habilidad de Link para convertirse en una pintura y moverse por las paredes, una mecánica que añade una nueva dimensión a la exploración y la resolución de acertijos, además de permitir un diseño de mazmorras más creativo y dinámico.
El juego también se destaca por ofrecer una estructura más abierta. En lugar de progresar por las mazmorras en un orden predeterminado, los jugadores pueden alquilar o comprar herramientas desde temprano, lo que les permite decidir en qué orden abordar los desafíos. Este enfoque no lineal es un guiño moderno a la libertad del juego original de 1986 y ofrece una mayor sensación de exploración y personalización de la experiencia. El mundo paralelo de Lorule, una contrapartida oscura de Hyrule, también añade profundidad y variedad a la narrativa y al diseño del mapa.
A Link Between Worlds es ampliamente recomendable tanto para veteranos de la serie como para nuevos jugadores. Los fanáticos de A Link to the Past apreciarán la nostalgia mezclada con innovaciones modernas, mientras que los recién llegados disfrutarán de un juego accesible con una jugabilidad refinada. Su combinación de mecánicas clásicas y frescas, su diseño de mazmorras excepcional y su mundo vibrante lo convierten en uno de los mejores títulos de The Legend of Zelda en consolas portátiles y un imprescindible para cualquier fan de los juegos de acción-aventura.
Teniendo en cuenta que Oracle of Seasons/Oracle of Ages era como coger el primer juego de The Legend of Zelda y trasladarlo en color a la portátil de Nintendo, mucha gente se enamoró de su propuesta. Básicamente, porque era todo lo que un fan de la franquicia podía esperar en cuanto a estilo artístico, jugabilidad y efectos de sonido.
The Legend of Zelda: Oracle of Seasons y Oracle of Ages, lanzados simultáneamente en 2001 para la Game Boy Color, son dos títulos interconectados que ofrecen experiencias complementarias y únicas dentro de la franquicia de The Legend of Zelda. Desarrollados por Capcom en colaboración con Nintendo, estos juegos destacan por sus temáticas y mecánicas específicas: mientras Oracle of Seasons se centra en la acción y el cambio de estaciones para alterar el entorno, Oracle of Ages se enfoca en la resolución de puzles y viajes en el tiempo para avanzar en la historia. Juntos, forman una experiencia rica y multifacética que recompensa a los jugadores que completan ambos juegos.
En Oracle of Seasons, Link utiliza el Cetro de las Estaciones para manipular el clima, desbloqueando nuevas áreas y superando obstáculos. Por otro lado, en Oracle of Ages, el Arpa de los Tiempos permite a Link viajar entre el pasado y el presente, lo que añade una capa extra de estrategia a la exploración y la interacción con personajes. Aunque ambos juegos pueden disfrutarse de forma independiente, están diseñados para conectarse mediante un sistema de contraseñas o un cable link, permitiendo transferir datos, desbloquear eventos adicionales y acceder a una batalla final contra el villano principal, Ganon.
Ambos títulos son altamente recomendables para los fanáticos de The Legend of Zelda y los amantes de los juegos de acción-aventura clásicos. Su diseño inteligente, mazmorras desafiantes y mecánicas únicas los convierten en joyas de la era de la Game Boy Color. Si bien las diferencias en enfoque hacen que cada juego tenga su propia personalidad, jugarlos juntos permite disfrutar de una experiencia completa que celebra la exploración, los acertijos y la narrativa épica que definen a la serie. Para quienes busquen una aventura portátil con profundidad y variedad, Oracle of Seasons y Oracle of Ages son imprescindibles.
Skyward Sword es un juego que siempre ha generado cierta división de opiniones dentro de la franquicia, pero aún así está entre los mejor valorados de la misma. Quizás esto se deba a que Nintendo tuvo que alterar ciertos aspectos clásicos de la saga para que el juego se adaptase a las nuevas tecnologías de sensor de movimientos de la Wii, las cuales no siempre funcionaban del todo bien.
The Legend of Zelda: Skyward Sword, lanzado originalmente en 2011 para la Nintendo Wii y posteriormente remasterizado en 2021 para la Nintendo Switch como Skyward Sword HD, es una de las entregas más destacadas de The Legend of Zelda por su enfoque en los orígenes de la saga. Este título narra los eventos que preceden a todas las demás historias de la serie, explorando el origen de la Espada Maestra, la eterna lucha contra el mal, y los lazos entre Link, Zelda y el villano Ghirahim, predecesor de Ganon.
La jugabilidad de Skyward Sword se centra en el uso del control por movimiento, aprovechando el Wii Remote Plus para ofrecer combates basados en movimientos precisos. Cada golpe con la espada debía ser dirigido con cuidado, ya que los enemigos reaccionaban a los patrones de ataque. La remasterización para Switch ofrece controles tradicionales además de la opción de movimiento, lo que hace el juego más accesible para los jugadores modernos. Además, introduce mecánicas innovadoras, como el uso del Loftwing, un pájaro que permite a Link explorar los cielos, y una serie de herramientas únicas, como el látigo y el escarabajo volador.
Skyward Sword es ampliamente recomendable por su rica narrativa, que profundiza en la mitología de la serie, y su diseño de mazmorras, que está entre los mejores de la franquicia. Sin embargo, su linealidad y algunas mecánicas repetitivas, como la búsqueda de lágrimas en las misiones de la Fuerza Espiritual, han sido puntos de crítica. La versión HD aborda varias de estas quejas, ofreciendo mejoras de calidad de vida como guardados más frecuentes y tiempos de carga más rápidos. En general, es un imprescindible para los fanáticos de The Legend of Zelda que desean explorar los orígenes de esta icónica saga en una aventura épica y emocional.
The Legend of Zelda: A Link to the Past fue la primera secuela real al primer The Legend of Zelda, dado que Nintendo se dejó de experimentos y se limitó a trasladar la fórmula clásica de aquel juego a una máquina que contase con una tecnología más avanzada. Esto permitió no solo que el juego se viera mejor en pantalla, sino que hubiera un espacio dentro de él para desarrollar mecánicas nuevas, lo cual fue muy bien valorado en su momento.
The Legend of Zelda: A Link to the Past, lanzado en 1991 para la Super Nintendo Entertainment System (SNES), es ampliamente considerado como uno de los mejores juegos de la serie y un pilar fundamental en el género de acción-aventura. Este título marcó un regreso a la vista aérea clásica después del experimento de desplazamiento lateral en Zelda II: The Adventure of Link, y perfeccionó muchas de las mecánicas que se convertirían en estándar de la franquicia. Con un enfoque en la exploración de un vasto mundo, mazmorras llenas de acertijos y un diseño de niveles excepcional, A Link to the Past sigue siendo una experiencia atemporal.
La trama introduce conceptos clave de la serie, como la Trifuerza dividida, los mundos duales (el Mundo de la Luz y el Mundo Oscuro) y una narrativa épica que mezcla heroísmo y misticismo. Link debe salvar a la Princesa Zelda y derrotar al malvado Ganon, viajando entre ambos mundos para resolver acertijos y recolectar herramientas como el gancho, el bastón de fuego y, por supuesto, la Espada Maestra. La mecánica del cambio entre mundos, accesible mediante un espejo mágico, añade una capa estratégica a la exploración, ya que lo que haces en un mundo afecta al otro.
A Link to the Past es esencial para cualquier fanático de los videojuegos, no solo por su importancia histórica, sino también por su diseño atemporal y accesibilidad. Su estructura equilibrada, con una curva de dificultad justa y una jugabilidad fluida, lo convierten en una experiencia altamente satisfactoria. Disponible en múltiples plataformas, incluidas las consolas virtuales de Nintendo, este título sigue siendo una joya imprescindible para los veteranos de la saga y los nuevos jugadores que desean experimentar uno de los capítulos más icónicos y fundamentales de The Legend of Zelda.
Con Twilight Princess entramos en la recta final de este ranking, el cual está conformado por lo que puede considerarse como obras maestras dentro de la franquicia. En este sentido, el segundo título de la saga para Game Cube traía un universo mucho más oscuro y adulto a la franquicia. Algo que provocó una muy buena respuesta inicial por parte de la comunidad.
The Legend of Zelda: Twilight Princess, lanzado en 2006 para Nintendo GameCube y Wii, es uno de los títulos más oscuros y maduros de la franquicia The Legend of Zelda. Con una atmósfera sombría y un tono narrativo más serio, el juego destaca por su estilo visual realista, su mundo expansivo y una historia cargada de emoción y simbolismo. Los jugadores asumen el papel de Link, quien debe enfrentarse a la invasión del Reino Crepuscular en Hyrule, ayudado por un personaje icónico y complejo: Midna, una compañera que rápidamente se convirtió en una de las favoritas de los fanáticos.
La jugabilidad combina elementos clásicos de la serie, como la exploración, los acertijos y el combate, con innovaciones únicas. Una de las mecánicas más destacadas es la capacidad de Link para transformarse en un lobo, lo que le permite interactuar con el mundo de formas nuevas y resolver puzles que requieren el uso de sus sentidos mejorados. Las mazmorras están diseñadas con una maestría característica de la saga, y el uso de herramientas como el aerodisco y el gancho doble añade profundidad y creatividad al gameplay. El combate también es más dinámico gracias a las habilidades de la espada que se pueden aprender a lo largo del juego.
Recomendaría Twilight Princess a cualquier fan de The Legend of Zelda o de los juegos de acción-aventura que busque una experiencia inmersiva y cargada de narrativa. Si bien algunos críticos han señalado que el ritmo inicial del juego es un poco lento, una vez que la historia se desarrolla, ofrece momentos épicos y memorables. Su remasterización en alta definición para Wii U, lanzada en 2016, mejora los gráficos y añade controles más pulidos, haciendo que la experiencia sea aún mejor para los nuevos jugadores. En resumen, Twilight Princess es una aventura imprescindible que combina la profundidad emocional con la exploración épica, características que definen a la serie.
Majora's Mask es ese juego que siempre ha competido contra Ocarina of Time en el recuerdo de la comunidad de fans. Y es que, quizás este se haya quedado algo más abajo en el ranking porque ya no contó con el factor sorpresa; aunque bien es cierto que ofreció una serie de novedades diferenciadoras que hacen que muchos usuarios lo defiendan a día de hoy como el mejor The Legend of Zelda de la historia.
The Legend of Zelda: Majora's Mask, lanzado en 2000 para la Nintendo 64, es una de las entregas más únicas y emocionalmente impactantes de la franquicia The Legend of Zelda. Como secuela directa de Ocarina of Time, este título lleva a Link a un nuevo mundo llamado Términa, donde debe evitar la caída de la luna en tres días. La mecánica central del juego es el ciclo de tiempo, que reinicia los eventos cada 72 horas dentro del juego, creando una experiencia dinámica donde las acciones del jugador alteran el mundo y sus habitantes.
La jugabilidad de Majora's Mask es profundamente innovadora. Link utiliza máscaras especiales, cada una con habilidades únicas, como la Máscara Deku para planear, la Máscara Goron para rodar y la Máscara Zora para nadar. Además, el reloj en tiempo real añade un nivel de presión que obliga a los jugadores a planificar sus acciones cuidadosamente. Esto, combinado con las interacciones profundas y significativas con los personajes, convierte el juego en una experiencia más personal y emotiva, donde el destino de los habitantes de Términa está directamente influenciado por las decisiones del jugador.
Recomiendo Majora's Mask a los fanáticos de los juegos con un tono más oscuro y narrativas complejas. Su atmósfera melancólica, temas de pérdida y redención, y su enfoque en la interacción con personajes secundarios lo diferencian de otros títulos de la serie. Sin embargo, su estructura basada en el tiempo puede ser desafiante para algunos jugadores. La remasterización para Nintendo 3DS, lanzada en 2015, mejora la accesibilidad del juego al optimizar los controles y el sistema de seguimiento de misiones, haciéndolo más amigable para los nuevos jugadores. En definitiva, Majora's Mask es una obra maestra que recompensa a quienes buscan una experiencia emocionalmente rica y narrativamente audaz dentro del universo de The Legend of Zelda.
Tears of the Kingdom es el juego más ambicioso de la franquicia The Legend of Zelda en todos los sentidos: para empezar, aprovecha el mundo abierto de Breath of the Wild y le añade varias capas más tanto arriba como abajo a nivel geográfico (en forma de un sistema de islas flotantes y cavernas sin precedentes en la franquicia). Todo ello por no hablar de que el sistema de construcción del juego es uno de los mayores hitos tecnológicos de la historia reciente de los videojuegos.
The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom es la esperada secuela de Breath of the Wild, lanzada el 12 de mayo de 2023 para Nintendo Switch. En esta nueva entrega, los jugadores vuelven a encarnar a Link en una aventura que expande el mundo de Hyrule, incorporando islas flotantes en el cielo y profundidades subterráneas, ofreciendo una experiencia de exploración más vertical y compleja.
El juego introduce nuevas habilidades para Link, como Ultramano, que permite manipular y combinar objetos para crear vehículos y estructuras; Combinación, que fusiona armas y materiales para mejorar su eficacia; Retroceso, que invierte el movimiento de objetos; y Infiltración, que facilita atravesar superficies sólidas hacia arriba. Estas mecánicas fomentan la creatividad y la experimentación, permitiendo a los jugadores abordar desafíos de múltiples maneras.
Tears of the Kingdom ha sido aclamado por la crítica y los jugadores por su innovador diseño de mundo abierto, la profundidad de su jugabilidad y la libertad otorgada al jugador. En sus primeros tres días de lanzamiento, vendió más de 10 millones de copias, consolidándose como uno de los títulos más exitosos de Nintendo Switch. Para quienes buscan una experiencia de aventura y exploración sin precedentes, este juego es una recomendación imprescindible.
Es paradójico comprobar como Wind Waker no solo es uno de los títulos mejor valorados de toda la franquicia, sino también uno de los más criticados. De hecho, mucha gente en su momento valoró de forma negativa su estilo artístico de corte cartoon, pero lo cierto es que el tiempo ha hecho justicia con su propuesta hasta colocarlo en el tercer puesto de este top.
The Legend of Zelda: The Wind Waker, lanzado en 2002 para la Nintendo GameCube, es una de las entregas más distintivas de la franquicia debido a su estilo visual cel-shading y su enfoque en la exploración marítima. Este título transporta a los jugadores a un vasto océano lleno de islas por descubrir, ofreciendo una sensación de aventura y libertad que pocos juegos de su época lograron igualar. La narrativa sigue a Link en una misión para rescatar a su hermana Aryll, lo que eventualmente lo lleva a enfrentarse al villano Ganon y descubrir secretos sobre el mundo sumergido de Hyrule.
El juego combina elementos tradicionales de The Legend of Zelda, como mazmorras, acertijos y combate, con nuevas mecánicas relacionadas con la navegación. Link utiliza un barco llamado el Rey del León Rojo para viajar entre islas, apoyado por la Batuta de los Vientos, un artefacto mágico que controla el clima y las direcciones del viento. Las mazmorras están cuidadosamente diseñadas, y las herramientas clásicas, como el gancho y el arco, se combinan con nuevas mecánicas que aprovechan el estilo único del juego.
Aunque The Wind Waker recibió críticas iniciales por su estilo visual más caricaturesco, con el tiempo ha sido reconocido como uno de los juegos más artísticos y bellos de la serie. Su remasterización en HD para Wii U, lanzada en 2013, mejora los gráficos y resuelve algunas de las quejas del juego original, como los largos tiempos de navegación, al agregar mecánicas más rápidas y una interfaz más amigable.
Recomendaría The Wind Waker a quienes buscan una experiencia de aventura épica con un estilo visual encantador y una narrativa emocionante. Es una obra maestra que combina una jugabilidad sólida, personajes memorables y un mundo cautivador, consolidándose como uno de los juegos más queridos y distintivos de The Legend of Zelda.
Sin duda alguna, Breath of the Wild es uno de esos juegos que cambiaron la industria de los videojuegos y provocaron que un género creciera de manera exponencial en cuanto a ambición. Principalmente, porque los mundos abiertos nunca han vuelto a ser lo mismo desde esta obra de The Legend of Zelda y su calidad es realmente coherente con la nota media que consiguió.
The Legend of Zelda: Breath of the Wild, lanzado en 2017 para Nintendo Switch y Wii U, es un título revolucionario dentro de la franquicia de The Legend of Zelda y del género de los juegos de mundo abierto. Con un enfoque en la libertad absoluta, este juego permite a los jugadores explorar el vasto reino de Hyrule a su propio ritmo, enfrentándose a desafíos de múltiples maneras y utilizando la creatividad para resolver problemas. Su innovador diseño lo ha establecido como uno de los mejores videojuegos de todos los tiempos.
La narrativa se desarrolla en un Hyrule devastado por el Cataclismo, donde Link despierta tras un letargo de 100 años para detener al malvado Calamity Ganon. Aunque la historia principal es opcional, los jugadores pueden descubrir fragmentos del pasado a través de recuerdos ocultos y la interacción con personajes secundarios, lo que añade profundidad al mundo y sus habitantes. Las cuatro Bestias Divinas, mazmorras mecánicas gigantes, y los santuarios, pequeños desafíos de puzles y combate, reemplazan las mazmorras tradicionales de la serie.
La jugabilidad de Breath of the Wild es su mayor logro. Los jugadores pueden escalar cualquier superficie, cocinar alimentos y pociones para sobrevivir, manipular el entorno y usar el sistema de física del juego para superar desafíos. Herramientas como el paravela, el sistema de runas y la amplia variedad de armas ofrecen infinitas posibilidades. Además, el ciclo de clima y tiempo añade realismo e impacto en la estrategia de juego.
Breath of the Wild es un imprescindible para cualquier fan de los videojuegos, no solo por su relevancia histórica, sino también por su innovación y capacidad para atraer tanto a veteranos de la saga como a nuevos jugadores. Su enfoque en la exploración, la libertad creativa y el descubrimiento lo convierten en una experiencia profundamente personal y memorable. Es un punto de referencia en el diseño de mundos abiertos y un título que seguirá inspirando a desarrolladores y jugadores durante años.
No es extraño que Ocarina of Time sea considerado como el mejor juego de la historia de la saga. Con una puntuación casi perfecta de 99 sobre 100, se trata de un título incontestable que cambió para siempre la manera en la que muchas compañías empezaron a hacer sus propios videojuegos. En cuanto a calidad e importancia histórica, su primer puesto en este ranking es más que merecido.
The Legend of Zelda: Ocarina of Time, lanzado en 1998 para la Nintendo 64, es considerado uno de los mejores y más influyentes videojuegos de la historia. Como la primera entrega en 3D de la franquicia The Legend of Zelda, estableció nuevos estándares en diseño de juegos de acción y aventura, introduciendo innovaciones que se han convertido en elementos básicos de la industria, como el sistema de fijación de objetivos (Z-targeting) y un mundo abierto rico en exploración y narrativa.
La historia sigue a Link mientras intenta detener a Ganondorf, el Rey Gerudo, de obtener el control de la Trifuerza y sumir a Hyrule en la oscuridad. La trama introduce un viaje en el tiempo único, donde Link debe alternar entre su yo joven y adulto para resolver acertijos, explorar mazmorras y desbloquear el camino hacia la derrota de Ganondorf. Las ocarinas, instrumentos mágicos, juegan un papel clave en la narrativa y la jugabilidad, permitiendo a los jugadores manipular el tiempo, el clima y acceder a áreas ocultas mediante melodías.
El diseño de mazmorras en Ocarina of Time es emblemático, con desafíos memorables como el Templo del Agua, que desafía tanto la lógica como la paciencia de los jugadores, y el Templo del Bosque, que combina elementos de exploración y combate. Además, el juego introduce personajes icónicos como Navi, Epona y Sheik, quienes han dejado una marca duradera en la serie y en la cultura de los videojuegos.
Recomendaría Ocarina of Time tanto a veteranos como a nuevos jugadores. Su versión remasterizada para la Nintendo 3DS, lanzada en 2011, ofrece gráficos mejorados y controles refinados, haciendo que la experiencia sea más accesible mientras conserva el espíritu del original. Este título no solo es un hito en la historia de The Legend of Zelda, sino también en los videojuegos en general, y es una aventura imprescindible para cualquiera que busque experimentar un clásico atemporal lleno de emoción, innovación y magia.
Siguiendo el ranking que acabo de compartir, las dos respuestas que lanzaba al principio de este artículo ya se pueden resolver: el juego mejor puntuado de toda la franquicia es The Legend of Zelda: Ocarina of Time. Por otro lado, aquel que es considerado como el peor se corresponde con The Legend of Zelda: Tri Force Heroes.
¿Cuál sería vuestro top de los mejores juegos de la franquicia de The Legend of Zelda? Teniendo en cuenta la puntuación internacional que recibió en su momento cada uno de esos juegos, podría decirse que los primeros puestos de este ranking son más que merecidos, pero siempre hay espacio para cambios pertinentes.
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