Jinpachi Ego tiene un plan: encontrar al delantero egoísta definitivo que lleve a la selección de Japón a hacerse con su primer mundial. Para ello, ha reunido a una serie de jóvenes por tal de dar con ese candidato que tenga más hambre de gol que Messi y Cristiano juntos. Pero no todo es chute en el fútbol, y un buen regateador se las puede apañar para generar ocasiones clarísimas en un abrir y cerrar de ojos. Es así que seguidamente repasaré a los mejores regateadores de la disciplina de "Blue Lock".
Karasu es un jugador peculiar, porque desde luego que no se le puede considerar un regateador extremo como otros los hay en "Blue Lock". No obstante, posee un excelente control de su cuerpo y las distancias, lo que le permite mantener el balón pegado a sus pies a pesar de la presión que reciba. Obviamente no lo vamos a ver nunca desbordando por la banda y rompiendo a un último defensor, pero en lo relativo a jugadores capacitados para zafarse de las acometidas de la defensa y mantener el control de la pelota, es definitivamente de lo más élite que se puede encontrar.
Similar a Karasu, como jugador Barou no destaca por tener un toque refinado que le permite dejar atrás a las defensas. No obstante, posee una increíble potencia que le permite realizar cambios de dirección tan impredecibles como díficiles de detener. A diferencia del mencionado Karasu, a Barou sí que se le ha visto desmontado defensas por completo gracias a la combinación de técnica y fuerza bruta de la que goza, lo que le convierte en una amenaza constante.
Reo por su propia cuenta es un jugador que lo hace todo bien... pero no destaca en nada. Eso sí, cuando descubre su talento innato para copiar las técnicas de otros jugadores, ahí se despierta un potencial latente inmenso. Obviamente, siendo una copia nunca va a ser capaz de estar a la altura del original, pero de la misma manera, el hecho de poder 'cambiar el chip' y repentinamente ser una amenaza mayor con el balón en los pies le da muchísimo valor. Si se lo propone, Reo realmente puede destrozar a las defensas al copiar los movimientos de sus compañeros.
Rin es un jugador generacional, alguien verdaderamente especial llamado a escribir su nombre entre los más grandes. Posee una técnica celestial y un entendimiento del juego al alcance de muy pocos. Y es precisamente la fusión de todas sus fortalezas lo que le convierte en un regateador élite. La sutileza de los movimientos en el campo de Rin así como la lectura de sus oponentes le permite desbordar con facilidad incluso sin tener que tirar de grandes recursos. En definitiva, se trata de uno de los regateadores más eficientes en el marco de "Blue Lock".
Chigiri es uno de esos jugadores capaz de dejar atrás a todo el mundo gracias a su tremenda velocidad. Es, por así decirlo, una especie de Dembélé, solo que en este caso utiliza la cabeza cuando está en el campo. Una vez Chigiri toma la banda es prácticamente imposible detenerle, y eso es algo que hemos visto ante los miembros de la selección Sub 20 de Japón. Definitivamente no es un jugador que cuente con un repertorio antológico de movimientos mediante los que dejar alucinados a todo el mundo, pero un simple autopase en su caso es más que suficiente para salirse con la suya.
Con diferencia se trata de uno de los jugadores más habilidosos de todo "Blue Lock". En su caso sí que estamos hablando de un regateador que cuenta con una inmensa cantidad de técnicas diferentes gracias a las que zafarse de su marcador: desde amagos hasta recortes, pasando por cambios de ritmo y todo cuanto haga falta por tal de despistar a su oponente. De hecho, el único motivo por el que Yukimiya no se considera el mejor regateador en todo el panorama de "Blue Lock" es porque en una escala de valoración sobre 10, el tipo que viene a continuación es simplemente un 12.
El monstruo del regate. Bachira es la definición más pura de lo que es un regateador nato; es el Neymar de "Blue Lock". Bachira se trata de un jugador que no tiene límites en cuanto a los movimientos que puede desplegar con el balón en los pies: le hemos visto realizando incontables bicicletas con las que volver loco al oponente, pisar el balón y colarlo por cualquier mínimo hueco que pueda existir en la defensa. Y no importa si tiene a 2, 3 o 4 jugadores a su alrededor, en el instante en el que Bachira se encuentra 'en la zona', siempre encontrará la llave que le abra la puerta hasta el gol.
Creo que claramente estos son los que uno puede considerar como los mejores regateadores de "Blue Lock". Si un caso, entiendo que se podría argumentar la candidatura de Nagi para unirse a este grupo, pero no se trata de un jugador al que veamos driblar a otros una vez que tiene el balón en los pies, sino que su desequilibrio se despliega mayormente del primer toque que realiza al controlar el balón. Y en efecto, lo que buscaba en este artículo eran esas estrellas capaces de romper defensas con el esférico ya en control.
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