De entre la retahíla de proyectos que Lucasfilm tiene planteados en streaming para Disney Plus, uno de los que más llamaba la atención era "Star Wars: Visions". Y ahora que se ha estrenado, esa curiosidad se ha confirmado como lo que parecía, una verdadera pasada. La serie, dividida en nueve cortos de anime, explora los límites de la lejana galaxia de una forma diferente, original y nunca vista hasta ahora. Hay algunos mejores que otros, está claro, así que vamos a ordenarlos. Y recuerda, vota por el que más te haya gustado en nuestro test y deja en los comentarios el por qué.
¿El poderoso Jabba the Hutt tiene un sobrino con melenas, un piercing y una banda de música? ¿En serio? De lejos el peor episodio de "Star Wars: Visions", y quizá el único al que me atrevería a suspender si tuviera que ponerle nota. Intenta funcionar por acumulación de elementos conocidos y lo único que hace es generar extrañeza. El perfecto ejemplo de que por mucho que quieras incluir cosas reconocibles, si no entiendes Star Wars lo único que consigues es alejarte de la saga. Si se ve sin pensarlo demasiado puede tener un pase por el buen rollo que pretende generar, pero es que se hace difícil comprar esta idea.
El pequeño cyborg T0-B1 y su creador/papá/maestro tampoco son el episodio que mejor funciona en "Star Wars: Visions". Hay una intención que se ve perfectamente que está ahí, pero no han conseguido plasmarla del todo. El ritmo, al principio muy lento y luego increíblemente apresurado, no es el idóneo para transmitir esa idea de que cualquiera puede convertirse en Jedi. Tampoco ayuda su estilo visual, quizá el más chocante de toda la serie (al margen de "El Duelo"). Como digo, parece que podría haber sido más de lo que es, y es una pena. No pasará a la historia como lo mejor de la franquicia.
Esto es el típico fanfic ultraflipado al que no se le han dado demasiadas vueltas. Dos hermanos creados por el Imperio que mantienen una bestial batalla que podría decidir el futuro de la galaxia. Aquí "Star Wars: Visions" ha cogido cosas que ya han funcionado en la saga (dualidad familiar, importancia de cristales kyber, un arma de destrucción planetaria...) y les han metido esteroides por un tubo. Si se reflexiona un poco, hace más aguas que el Titanic, pero tiene una acción muy chula de ver y visualmente es de lo mejor de toda la serie. Este estilo de anime le va como anillo al dedo y oye, son 15 minutillos entretenidos.
Entramos ya en el terreno de episodios que sí tienen algo realmente interesante que contar. "Lop y Ochō" asume muy bien algunos conceptos de Star Wars -otros no tanto- para ponerlos a jugar en favor de una historia que, en realidad, podría estar ambientada en cualquier saga conocida. Por tanto, tienes pros y contras que saltan muy rápido a la vista. Lo peor es que es una historia que sabemos exactamente cómo va ha desarrollarse y cuál es su final, así que no es capaz de sorprender ni un poco. No es lo mejor de "Star Wars: Visions" pero se deja ver.
Un episodio un tanto desconcertante y que deja un regusto amargo pero agradable. Como el chocolate de 80% cacao. Tiene una virtud enorme y es que cuenta una historia que enseguida se aprecia que es muy larga, pero es capaz de condensarla y darle un final en poco más de un cuarto de hora. Quizá se pueda echar un poco en falta algo de esa reflexión sobre el bien y el mal al que tana costumbrados nos tiene la saga. Pero eh, más que suficiente. "Star Wars: Visions" tiene un final, cuanto menos, curioso.
Qui-Gon Jinn y Obi-Wan Kenobi pero con nombres distintos. Esa relación maestro-aprendiz que tanto gustó de "La Amenaza Fantasma" (para algo bueno que tiene la peli, había que explotarlo) regresa en "Star Wars: Visions". Lo hace con un episodio que vuelve a explorar el silencioso realzamiento de los Sith en medio de una República liderada por unos Jedi cada vez más alejados de sus funciones como pacificadores y centrados en asuntos más políticos. Vaya, una historia que ya estaba inventada pero que siempre mola ver. Y si encima le metes al villano más chulo y aterrador de toda la serie, con ecos muy cercanos a Palpatine, pues mejor que mejor.
¿Decíamos antes que queríamos reflexión? Pues toma dos tazas. En este episodio, "Star Wars: Visions" cuenta dos historias. Una es sobre un pueblo oprimido con ganas de revolución. Fantástico. La otra es sobre una Jedi caída y un misterioso anciano. De estos dos personajes tan llenos de luces y sombras apenas se dan unas pinceladas sobre su historia. Todo se centra en el momento presente y en un plano muy espiritual. Espectacular. Para volver a él una y otra vez.
La primera de las dos grandes joyas de la corona de "Star Wars: Visions". Una pequeña historia que destila la esencia más pura de Star Wars por los cuatro costados. Jedi, Sith, el bien, el mal, espadas láser, persecuciones, héroes y villanos inesperados... Y un girito de guion que lo consagra como un grandísimo episodio. Encima lo hace sin tener que recurrir a conflictos o ambientaciones conocidas porque no le hace ninguna falta. Si eres fan incondicional de la saga, vas a amar este episodio con toda tu alma, tremenda maravilla.
Qué decir sobre "El duelo". Si es que cualquier cosa se va a quedar corta. Un estilo visual impecable conjugado a la perfección con su ambientación nipona y la narración de una fábula que homenajea descaradamente el cine de Akira Kurosawa. Y con tintes de Star Wars de por medio. Es una locura. Una locura perfecta. Si "Star Wars: Visions" se hizo fue para cosas así. No me digáis que no tenéis la NECESIDAD de saber más sobre este Ronin y su particular colección. No digo más, me voy corriendo a verlo otra vez.
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