Después de una producción secreta y una rápidez en su postproducción impecable, "Borat 2" ya estaba lista para estrenarse en Amazon Prime Video. Antes de anunciar de manera oficial el estreno definitivo de la película, ya se sabía que sería antes del día de las elecciones de Estados Unidos, y eso se debe a que esta cinta es una radiografía perfecta de la postura de ambos partidos estadounidenses frente a los temas de moda.
Si, en la primera película de "Borat" ya había política, pero tenía un cariz mucho más social, algo de lo que por cierto se beneficiaba en gran medida el formato del falso documental. En esta segunda entrega del periodista kazajo, el reportero tendrá una nueva misión, volver a Estados Unidos para, gracias a un regalo en forma de mono para Donald Trump, lograr que Kazajistán recupera la honra perdida ya que la primera película ha provocado que todo el mundo se ría del país exportador de potasio. ¿Estaría a la altura este viaje de la loable misión de su predecesora de conocer a Pamela Anderson?.
Un cronista perfecto
Antes de ver esta película cabe destacar que Sacha Baron Cohen ha cambiado su estilo recientemente. Ahora es un humorista que centra su discurso en la política. De hecho, solo hay que echar un vistazo a su anterior trabajo, la serie "Who is America?", para darse cuenta de que el actor lo sabe hacer a la perfección. Es por ello que la trama principal se centra en entregarle al mono a Mike Pence, el vicepresidente del país. Por el camino van surgiendo los principales temas de actualidad que están en boca de todos, aborto, feminismo... y finalmente coronavirus, como no.
Obviamente este último es el más importante y todo un reto hablar en clave de sátira sobre la epidemia, pues aun nos encontramos en plena pandemia. No obstante, "Borat 2" lo hace a la perfección, sabiendo fusionar la relación de sus personajes con la pandemia, a la vez que realiza una mordaz crítica contra los negacionistas. Digo que es un cronista porque Cohen cuenta a la perfección las fases para con el virus, la resignación al aparecer, el confinamiento y todo lo que ello conlleva, las teorías conspiranoicas, y finalmente las locas teorías que se están utilizando por parte de Donald Trump, con su discurso del 'virus chino'.
Una radiografía brutal de la campaña estadounidense y la gran influencia del Covid en ella. Ahora bien, lo que me chirría un poco, y no es que yo sea fan de Donald Trump. todo lo contrario, es que la historia se centre tanto en ridiculizar a los republicanos. Obviamente la cinta tiene un tono claramente progresista, pero en la campaña política estadounidense hay dos grandes personajes. En la cinta no se nombra en ningún momento a Joe Biden, sí a los demócratas, pero de manera subversiva, porque lo requiere el contexto, o para hacer chistes fáciles sobre Hillary Clinton.
Aun así... se lo pasó, pues al fin y al cabo el que está en el poder es quien más tiene que demostrar en unas elecciones presidenciales.
Un cambio de estilo
La influencia de la evolución de la carrera de Sacha Baron Cohen también tenía que estar presente en esta secuela. Y la mencionada "Who is America?" tiene mucha influencia aquí. La primera entrega tenía un carácter más documentalista, arrojando a una persona ingenua como Borat a un país de tiburones como es Estados Unidos. Aquí añaden un factor a la trama que es esencial, la hija de Borat. Si bien al principio es un estorbo, porque lo que el espectador quiere es ver al kazajo hacer de las suyas, posteriormente se convierte en un personaje capital para la evolución del personaje y en la auténtica estrella de la película, ofreciendo un punto de vista distinto y protagonizando alguna que otra escena hilarante.
Sigue habiendo escenas con personajes reales, no os confundáis, de hecho vais a alucinar con una que involucra al abogado de Trump. pero no son tan libres como en la primera película y siempre encaminan la trama hacia donde quiere la película. Pero esto no es un problema, porque el resultado es una cinta que, a pesar de ser una sátira, también es capaz de contar una historia y tiene mucho más corazón que la primera.
El humor, una salvajada
En serio, en este punto si que no ha rebajado ningún escalón el bueno de Sacha Baron Cohen. No creo que haya nadie ahora mismo en la industria que tenga los bemoles a hacer lo que hace él. El humor no es que sea negro, es lo siguiente, con chistes sobre absolutamente todo (aquí sí que hay más equidistancia) y con un par de escena que te impactarán. Todo un mérito el haber hecho una película con más trama, menos documentalista, y aun así, con humor punzante que es capaz de incomodar a algún espectador con la piel fina.
Para acabar...
"Borat 2" es una muy buena secuela. Mejora la fórmula ofreciendo una historia con mucho más corazón e incluso sentido, pero sin perder el verdadero sentido y objetivo del personaje: hacer una sátira sobre la vanidad y la situación política de Estados Unidos. algo que solo un cronista de la talla de Sacha Baron Cohen es capaz de hacer con mucho acierto y sin ningún tipo de remordimiento.
"Borat 2" es una muy buena secuela. Mejora la fórmula ofreciendo una historia con mucho más corazón e incluso sentido, pero sin perder el verdadero sentido y objetivo del personaje: hacer una sátira sobre la vanidad y la situación política de Estados Unidos. algo que solo un cronista de la talla de Sacha Baron Cohen es capaz de hacer con mucho acierto y sin ningún tipo de remordimiento.
El humor negro
La hija de Borat, un gran fichaje
Una gran radiografía de la situación política-social de Estados Unidos
El atrevimiento a enfangarse satirizando el coronavirus
Una película con mucho más corazón que la primera
En ciertos tramos puede pecar de partidista
Sacrifica un poco la 'telerealidad', algo que no gustará a todo el mundo