Después de haberse pegado un buen batacazo en taquilla en Estados Unidos, Ridley Scott llega a España con "El Último Duelo", con una promoción muy discreta; todo invitaba a pensar que estábamos frente a otro fallido proyecto como el que resultó siendo "Todo el Dinero del Mundo". Pero cuando comienza la película, se apagan las luces, y solo se escuchan el crujir de las armaduras, los golpes de las espadas en el hierro, el trote fiero y asustado de los caballos, y dos titanes de la interpretación en pantalla como Matt Damon y Adam Driver el sentimiento es bastante claro: Ridley Scott, lo has vuelto a hacer.
Y para ello nos trae una historia real centrada en el último juicio por combate que se realizó en Francia en 1386, que enfrentó a Jaques Le Gris y Jean de Carrouges, Un juicio que se determinó para resolver un caso en el que la mujer de de Carrouges, Marguerite (interpretada por Jodie Comer) denunciaba que Le Gris había abusado de ella y que la había violado. Un juicio para determinar si las relaciones sexuales fueron consentidas o si se trataba de una violación. Un juicio que a día de hoy aun traería cola, pero en 1386.
Un De Carrouges y Le Gris que se hacen amigos en el fervor de la batalla, pero que lejos de ella son muy distintos. Le Gris, Adam Driver, es frío, inteligente, atractivo y libertino. Por su parte, De Carrouges es un tipo más campechano, temperamental, poco leído y clásico, por cierto que a ambos actores les va el personaje como anillo al dedo. Ambos, vasallos del vasallos del rey Carlos VI, el Loco (Alex Lawther), y escuderos del conde Pierre II de Alençon (interpretado por Ben Affleck) se batirán el duelo para defender el honor de Margueritte de Carrouges, interpretada por la gran estrella de la película, Jodie Comer.
Una narrativa muy pulcra, separada en tres actos, con una historia contada por cada uno de los protagonistas del caso nos deja con una de las grandes historias del año. Una obra que refleja el movimiento Me Too a la perfección, curiosamente ambientada en la Edad Media, a año luz de la sociedad moderna actual y perfecta. Pero sobre todo, es que si a esta gran historia le sumamos el trabajo de Ridley Scott en la dirección, inmersivo, recreando todo este universo de manera arrolladora, "El Último Duelo" es sin duda una de las mejores películas del año, y nos demuestra que Ridley Scott aun tiene mucho que darnos.
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