Hablando con Isak Férriz e Iria del Río la semana pasada con motivo del estreno de Infiesto, llegamos a la conclusión de que el thriller es un género que debería volver a sus raíces, al menos en alguna ocasión. Y creo que Infiesto es una película que lo consigue, aunque tenga algunos problemas de los que hablaré más adelante. En lugar de apostar por una cinta frenética, con giros inesperados que rompen con la credibilidad en más de una ocasión, Patxi Amezcua se adentra en las enfermedades sociales que se propagan como un virus. Y lo hace conquistándome de lleno.
Infiesto es el True Detective español
Todos estamos de acuerdo con que la temporada buena de True Detective es la primera, ¿no es así? En ella, Matthew McConaughey y Woody Harrelson interpretaron a una pareja de detectives de Lousiana que chocan por sus personalidades tan diferentes. Isak Férriz e Iria del Río son nuestra versión española de esos personajes en Infiesto, dos detectives que parecen muy diferentes, pero que deben trabajar codo con codo para descubrir qué hay detrás de un extraño caso que se produce en una pequeña localidad nada más empezar el Estado de Alarma por la COVID-19.
Esta correlación entre Infiesto y True Detective no se queda en el plano interpretativo ni en la actitud de los protagonistas; también puedo hacerla en el tono. Patxi Amezcua se inspira de forma indirecta en ese thriller sórdido, seco y frío, en ocasiones distante con el espectador. Los silencios roban espacio a los sonidos, mientras que la cámara es una mera observadora de los acontecimientos y no participa casi nunca en ellos. Y todo esto es positivo, ojo, porque creo que Infiesto es el mejor trabajo de Patxi como director, después de 25 kilates (2009) y Séptimo (2013).
El error de caer en tópicos
Si sus protagonistas me han conquistado, su plano técnico me ha enamorado y su ambientación me ha encantado, su guion no ha conseguido nada de esto: creo que Patxi Amezcua ha pecado de clasicista y ha recurrido a multitud de tópicos que no consiguen sorprender, tampoco en sus giros ni en su desenlace. De esta forma, el libreto de Infiesto es un lugar de encuentros que a todos nos suenan, centrando todo su esfuerzo en comparar el virus que es la COVID-19 con el virus social que acaban siendo las sectas.
Infiesto es una película clásica, para lo bueno y para lo malo
No quiero pecar de duro, porque al fin y al cabo Infiesto entretiene durante los poco más de 90 minutos que dura. Pero me da rabia ver un buen trabajo en el plano técnico, una labor sobresaliente de todo su reparto (destaco, como siempre, a Luis Zahera) y un intento de aproximarse al thriller más clásico, al mismo tiempo que su director peca de querer homenajear a un género en el que todo ya está visto. Se puede regresar a los orígenes, pero al mismo tiempo sorprendiendo al espectador, y ahí es donde True Detective le da una magistral clase de guion.
Un thriller clásico bastante entretenido, que peca de repetitivo al caer en los tópicos del género por un guion escrito sin pasión. En el plano técnico y de dirección, Infiesto gana varios puntos
Netflix, HBO Max, Prime Video, Disney Plus y Filmin, mis plataformas de streaming favoritas. Harry Potter, Marvel, DC, James Bond y Fast & Furious, mis películas comerciales preferidas. La vida es bella, mi película favorita. Así soy yo, y así seguiré.