En esa época de confinamiento en la que todo el mundo entró en una pausa de varios meses, Sam Levinson, el creador de "Euphoria", juntó a su actriz fetiche, Zendaya, y a uno de los actores del momento, John David Washington. La película en cuestión es "Malcolm y Marie", una cinta que se engloba dentro de ese peculiar género en el que se desarrolla una historia en una sola localización, y son los actores, mediante una historia que se va desarrollando de menos a más en la película, los que llevan en sus espaldas toda la carga dramática de la película.
En esta ocasión, la premisa es muy interesante: Malcolm es un director de cine que acaba de estrenar su primera película escrita y dirigida por él mismo, y después de la premiere, acude junto a Marie, su pareja, a su casa para celebrarlo y esperar las primeras críticas y reacciones de la película. Lo que no sabe es que Marie está muy disgustada con su comportamiento y no tiene ningunas ganas de celebrar el triunfo de Malcolm, y una serie de reproches llevará a que la pareja tenga una fuerte discusión en la que se desnuden emocionalmente y digan, sin pelos en la lengua, lo que piensa cada uno del otro.
Un duelo interpretativo en toda regla entre John David Washington y Zendaya que se salda con victoria aplastante de la segunda, y no por demérito del protagonista de "Tenet", sino por que la joven actriz de 24 años está tremenda, interpretando a un personaje complejo, que sin con muchos alardes consigue ser muy creíble. Este es el problema de Malcolm, que personalmente no me lo termino de creer, aunque también tiene un par de monólogos interesantes donde John David Washington demuestra su potencial.
Pero lo mejor de esta notable película es el desparpajo de Sam Levinson para tocar ciertos temas complicados. Uno de ellos, el mundo de la crítica, de cómo muchas veces la prensa reduce una película a un mensaje político sin tener en cuenta las pretensiones artísticas del autor. Esto da pie al debate más interesante de "Malcolm y Marie", ya que ambos defienden posturas opuestas; Marie cree que el arte tiene que depender directamente de la realidad mientras que Malcolm aboga porque no todo tiene que estar impregnado de un mensaje político, y muchas veces es la inspiración la que habla por el creador, y no las experiencias que este ha vivido.
La relación entre Malcolm y Marie, el punto central de la película
Un debate muy interesante que está muy bien llevado, con un ritmo que, aunque a veces puede ser incómodo de seguir, es lo suficientemente frenético para estar atendiendo toda la película. Siendo este el debate más interesante de la película, obviamente la pieza central del relato es la relación entre ambos, la cual está muy desbalanceada, pues Marie es una persona que se siente como un adorno al lado de Malcolm, la típica mujer florero, algo que el egocentrismo de Malcolm le impide ver.
Siendo este el punto central de la película, es aquí cuando vemos las escenas más desgarradoras, cuando ambos se abren en canal para, simplemente, poder herir a la otra persona. Esto me ha recordado mucho a "Historia de un Matrimonio", y a ese concepto en el que, cuando estás a gusto con una persona todo lo que hace te parece maravilloso, y no eres capaz de ver más allá de eso, pero cuando la niebla del amor se va disipando, el final de la carretera no es siempre lo que uno cree.
Marie siente que está a la sombra de su pareja
¿Ligerita, verdad? pues lo cierto es que sí, la dirección de Sam Levinson tiene mucho mérito, pues la película, con todos estos diferentes temas que toca, no se hace pesada en ningún momento, y eso tiene mucho que ver con la gran capacidad que tiene Levinson para crear dinamismo en unos pocos metros cuadrados. La factura técnica también es impecable, con un blanco y negro elegante en el que juegan ambos personajes, que se van moviendo constantemente entre el bien y el mal, y lo único que parece es que en esta historia no hay bueno ni hay malo, solo muchos secretos y confesiones que han hecho mella en cada uno de los protagonistas por no haber sido sacados a tiempo.
Malcolm y Marie habla de la agonía del amor cuando este se empieza a acabar
En definitiva,"Malcolm y Marie" es una gran película, interesante, elegante, y con un duelo interpretativo brutal entre Zendaya y John David Washington. No deja de ser una oda al cine, y a la necesidad implícita del artista para contar algo sin necesidad de tener que justificarlo bajo un mensaje. Un golpe encima de la mesa de Sam Levinson sobre la libertad creativa, con una relación de fondo que agoniza mientras uno de los dos siente que está triunfando en la vida a costa de las ganas de vivir de la otra persona.
"Malcolm y Marie" es una gran película, interesante, elegante, y con un duelo interpretativo brutal entre Zendaya y John David Washington. No deja de ser una oda al cine, y a la necesidad implícita del artista para contar algo sin necesidad de tener que justificarlo bajo un mensaje. Un golpe encima de la mesa de Sam Levinson sobre la libertad creativa, con una relación de fondo que agoniza, mientras uno de los dos siente que está triunfando en la vida a costa de las ganas de vivir de la otra persona.
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