El tópico de “todo tiempo pasado fue mejor” suele quedarse simplemente en eso, un tópico. Ahora bien, si analizamos los últimos hitos en la carrera de Guy Ritchie salta a la vista que en su caso es un hecho. Hemos visto “The Gentlemen” y hoy os contamos si nos ha parecido un regreso a esos tiempos mejores o si continúa en la línea habitual.
Al divertimento puro de "Sherlock Holmes" se le sumó un “Rey Arturo” para olvidar y que supuso un descalabro financiero debido a su poco impacto en las taquillas de todo el mundo. Tras esto, Ritchie se puso bajo las órdenes de Disney para filmar el “live-action” poco inspirado de “Aladdin”. Llegado este punto, muchos aficionados del director empezaron a criticarlo desde las redes sociales afirmando que había abandonado para siempre su característica firma. Todo esto en detrimento de un cine más comercial y naíf.
Atrás quedaba su cine más canalla e interesante empezado con “Lock & Stock” y continuado por “Snatch: cerdos y diamantes” y “Rock and Rolla”. Por ello, cuando “The Gentlemen” fue anunciada, los suspiros de alivio se intercalaron con algunos gestos de escepticismo. Parece que el cineasta de Hatfield buscaba redimirse y llegado este punto merece la pena preguntarse si lo ha conseguido o no.
Desde luego, lo que os podemos adelantar es que “The Gentlemen” tiene bastantes luces, y unas cuantas y pesadas sombras.
Una larga - y pesada - herencia
Cuando uno piensa en “The Gentlemen” le viene poderosamente una sensación de familiaridad. Si estás bregado en el cine de Ritchie todo se hará familiar, desde su último fetiche (Charlie Hunnam) a su forma pretendidamente macarra a la hora de filmar y narrar la película. Y es que Ritchie tiene – sin dejar a un lado un tipo de cine comercial –un estilo muy particular de contar historias, rompiendo sutilmente con la cuarta pared y permitiéndonos entrar en ocasiones en el discurrir del filme.
Los papeles también tienen un aire familiar. El hilo conductor de toda la historia será Charlie Hunnam que parece haber encandilado al director. Como siempre, el mítico motero de “Hijos de la anarquía” hace un papel solvente dentro de las limitaciones del propio papel que se le ha impuesto. No obstante, se ve opacado por las buenas actuaciones de Matthew McConaughey (True Detective, Dallas Buyer Club), Colin Farrel (Alejandro Magno) y del estupendo Hugh Grant (Love Actually, Granujas de medio Pelo).
Todos ellos mantienen un perfil bastante bueno y nos regalan momentos excelentes. La cinta cuenta con puntos de humor, pero están muy bien cohesionados por lo que no se hacen en absoluto pesados. De hecho, aunque la película tiene un tono siempre socarrón y gracioso, no se convierte en una pasarela de gags, algo que hay que agradecer.
La trama es solvente, está bien llevada y narrada, haciendo que todo encaje perfectamente. Sin embargo, tiene un problema bastante grave. Cuando estamos viendo la película, no da la sensación de que estemos viendo algo nuevo del director, sino que estamos viendo exactamente lo que ha hecho siempre. Coge una batidora, mete en el vaso a “Lock & Stock”, “Snatch: cerdos y diamantes” y “Rock and Rolla” y tendrás exactamente la misma película. De hecho, el motivo inicial en torno a la marihuana nos recuerda poderosamente a “Lock & Stock”.
Si que es verdad que Ritchie hace un esfuerzo por diferenciarse de su habitual estilo. En sus tres películas “clásicas” nos presenta a unos protagonistas bastante inútiles, de clase baja y drogodependientes. En esta ocasión los protagonistas son hombres elegantes, enfundados en trajes entallados y que intentan tener algo de clase. Si esta película la hubiera filmado hace 15 años, los protagonistas habrían sido Colin Farrel y su banda de boxeadores del lumpen.
El problema es que aquí terminan las diferencias. En cambiar el chándal por el traje. Es cierto que es muy difícil crear algo nuevo que sorprenda, y lo cierto es que está muy bien llevada. No obstante, se agradecería un punto de originalidad que no se encuentra en la película. Sabemos lo que va a pasar en cada momento y quien va a salir mal parado. De hecho, sus películas antiguas son mucho menos predecibles.
Una película muy bien rodada
Guy Ritchie tiene una filia a la hora de rodar sus películas. Le gusta demasiado la cámara lenta y esto hace que abarrote sus películas de escenas con la misma. En este sentido recuerda bastante a Zack Snyder. Sin embargo, Ritchie se ha contenido esta vez insertando las cámaras lentas justas y necesarias.
En general, la dirección de Ritchie suele ser impecable y en este caso vuelve a serlo. La fotografía, la puesta en escena y las secuencias están llevadas de una forma estupenda haciendo la película muy disfrutable en su forma. Al menos para lo que solemos estar acostumbrados a ver en el cine más comercial.
Conclusiones
“The Gentlemen” es una buena película, está bien rodada, sus personajes son sólidos y la trama está bien llevada. El problema es que la losa que porta Ritchie sobre su espalda es muy pesada ya que nos regaló unas cintas estupendas en el pasado.
La cinta te llena de ganas de volver a ver sus primeras películas, pero se queda ahí. No innova, no sorprende y su estilo no engancha como si lo hizo en el pasado.
El cambio estético le sienta bien a la cinta. Pero nos hace añorar a personajes como el gitano que interpretaba Brad Pitt en “Snatch” o al trilero de Jason Statham en “Lock & Stock”.
En ocasiones, la herencia se convierte en una pesada losa difícil de superar. Ahora bien, si te gusta su cine o simplemente las películas de mafia, vas a disfrutar.
Ritchie nos trae de nuevo una cinta de mafiosos después de su impasse marcado por Disney y "El Rey Arturo". La cinta es buena, entretiene y nos recuerda a sus buenos tiempos. El único problema es que compite contra su propio cine y en esto tiene las de perder.
Responsable de tecnología. Me encanta el ecosistema Android, pero también disfruto mucho de lo que nos trae Apple. Como buen gamer, siempre con la cabeza en actualizar mi hardware para dar el máximo en los FPS. Además, siempre con un ojo en Twitter para ver qué pasa en el mundo.
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