Después de Star Wars: El ascenso de Skywalker, la entrega más polémica de la franquicia sería sin lugar a dudas La amenaza fantasma, el Episodio I que actuó como primera precuela de la trilogía original y que nos dejó con un argumento algo diferente a lo que George Lucas nos tenía acostumbrado: más infantil, centrado en el cine clásico de aventuras, y con un pasaje central ambientado en carreras de bólidos que se hizo un tanto largo.
Dos décadas después de este estreno, Liam Nesson, quien da vida al maestro Jedi Qui-Gon Jinn, ha confirmado que no le da ningún apuro decir que se siente orgulloso del trabajo realizado: "me gustó la película (...). Estoy muy orgulloso de ella. Llegué a ser un Jedi, y pude jugar con aquellos maravillosos sables de luz y todas esas cosas. Fue algo fantástico".
Lo más sorprendente es que, para él, Jar Jar Binks fue un buen personaje, pese a que afectó a la carrera de Ahmed Best por interpretarlo: "realmente hizo mucho daño a su trabajo, y tengo que decir que cuando participé con él, recuerdo que era uno de los hombres más divertidos y talentosos con los que había trabajado. Llamé a mi antiguo agente y le dije: 'creo que acabo de trabajar con el nuevo Eddie Murphy'. Todavía lo creo".
Es obvio que quien trabaja dentro de un largometraje, pocas veces puede hablar mal de él ya que forma parte de una idea preconcebida que puede gustar, o no, a la audiencia. Aún así, La amenaza fantasma sigue siendo una buena película, aunque cambiase el espíritu de la franquicia de alguna forma.
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