Cuando he salido de ver Minions: El origen de Gru, una expresión malagueña se me ha venido a la cabeza: "me he reído una pechá". 'Pechá', de mucho. De demasiado, quizás. Y esto tiene una doble explicación: en primer lugar, soy un granaíno que viaja a Málaga para aprovechar sus playas (odio las piedras de la Costa Tropical). Por otro lado, esta precuela de Gru es divertidísima, y ha conseguido sorprenderme al ir precisamente sin expectativas al cine.
Si algunos apuntaban a Lightyear como la película infantil del verano,yo digo que realmente es Minions: El origen de Gru. Porque no hay nada que esté mal en una película continuista, sí, pero en la que tanto su protagonista como sus secuaces tan cuquis están que se salen. Sigue leyendo y descubre por qué necesitas ver Minions: El origen de Gru antes de que otros te lo cuenten.
Minions: El origen de Gru apuesta todo por el carisma de Gru y sus secuaces
Saltamos al pasado para conocer cómo Gru quiso convertirse en villano, y lo hacemos con una historia de orígenes en toda regla. Una aventura disparatada en la que acompañamos a un joven de tan solo 11 años en su intento de ser el malvado 'más malvado' de todos los tiempos. Y aunque quiera y lo intente, Gru no deja de ser encantador. Porque su humor socarrón propio de la adolescencia es una característica que favorece muchísimo al personaje. Y no hablo ya de sus peculiares secuaces...
Por supuesto, los minions están aquí desde el primer momento, y diría que más divertidos que nunca. Lo cierto es que la trilogía de Gru, mi villano favorito me encantó, pero no tanto su primer spin-off (sí, Minions). Quizás tenía la sensación de estar explotando al máximo la fórmula. O quizás era cuestión de las bromas que tenía el guion. Pero con Minions: El origen de Gru este problema ha desaparecido, al menos para mi, y se me han quedado grabadas en el imaginario muchas secuencias que han provocado que me parta de la risa, "una pechá".
Sin entrar en spoilers, quiero aplaudir la secuencia que tiene lugar en un avión, y en la que Gru desaparece para centrar todo el protagonismo en los 3 minions protagonistas. ¡Qué buena, por Dios! En serio, es una brutalidad de escena en la que todo funciona para que te rías, y te vuelvas a reír. Y acabes riéndote, por supuesto.
Los villanos, lo menos bueno de la película
El protagonista es un villano, uno que funciona, pero como antagonistas, hay un grupo de verdaderos villanos que desentona con el tono general de Minions: El origen de Gru. Ni tienen humor, ni se le espera. No funciona que estén todos tan estereotipados: la monja, la ochentera y el 'atontao' son tan solo algunos ejemplos. Y el mayor problema es que las secuencias en las que aparecen les quita humor a la cinta, entorpeciendo el ritmo general y echando a perder algunos momentazos que han tenido lugar poco antes.
Minions: El origen de Gru es una comedia divertidísima que revitaliza la saga
Cuando algunos daban por muerto a los minions y a Gru, llegan y revitalizan una franquicia con mucho que dar. Quizás sea, a día de hoy, una de las mejores sagas infantiles (con permiso de Disney), y con esta precuela ha demostrado que una buena película para los más jóvenes de la casa tiene que estar enfocada en este público, y no perderse entre homenajes (ejem, Lightyear) que no aportan más que desconexión y aburrimiento.
Una divertidísima comedia que revitaliza la franquicia, y que demuestra que aún tiene mucho que decir. Todas las bromas funcionan, y aunque sus 'villanos' no conectan tanto con el público como los auténticos protagonistas, los más jóvenes se lo pasarán en grande
Gru, una versión muy bien dibujada del 'villano' de joven
Los minions, más divertidos que nucna
Gran salto en lo técnico
Ritmo endiablado: enorme decisión que dure tan solo 90 minutos (82 sin créditos)
Netflix, HBO Max, Prime Video, Disney Plus y Filmin, mis plataformas de streaming favoritas. Harry Potter, Marvel, DC, James Bond y Fast & Furious, mis películas comerciales preferidas. La vida es bella, mi película favorita. Así soy yo, y así seguiré.