Will Smith es un actor cuyo nombre es sinónimo a éxito. Su filmografía está repleta de triunfos cinematográficos que conquistan con una pasmosa facilidad a los amantes de las películas. Sin embargo, dada su larga trayectoria, también hay algunos fracasos difíciles de olvidar. Uno de ellos es 'Géminis', pero la culpa no fue de Wil Smith, ni siquiera de su director, Ang Lee. 'Géminis' fue una película adelantada a su tiempo por fuera, al mismo tiempo que llegó tarde en lo que a narrativa se refiere. La historia escrita por David Benioff (sí, el de Juego de Tronos), Billy Ray y otros tantos guionistas llegaba a ser aburrida y no acompañó una campaña de marketing un tanto perezosa.
Ahora bien, 'Géminis' se encuentra disponible en Netflix y no se me ocurre mejor momento que este para ver una película que sí, fracasó, pero tiene ciertos destellos de maestría. Nada extraño viniendo de un director como Ang Lee que cuida al máximo sus largometrajes ('La vida de Pi', 'Brokeback Mountain') y de un actor tan apasionado como Will Smith.
Henry Brogan, un asesino a sueldo ya demasiado mayor para seguir con su duro trabajo, decide retirarse. Pero esto no le va a resultar tan fácil, pues tendrá que enfrentarse a un clon suyo, mucho más joven.
Will Smith, Clive Owen, Mary Elizabeth Winstead, Benedict Wong, Linda Emond, Kenny Sheard, Ralph Brown y Theodora Miranne son tan solo algunos de los intérpretes de 'Géminis', una película en la que Smith tiene un protagonismo por partida doble.
Ang Lee es un director que sabe lo que hace con la cámara y en la sala de montaje. De 'Géminis' me quedo con sus muchas secuencias de acción, entretenidas de principio a fin, pero sobre todo intensas. En su momento, pocas películas se le acercaban en espectacularidad por mucho que se le vieran las costuras al CGI en más de una ocasión.
Will Smith es uno de los mejores 'héroes' de acción que existen en estos momentos y eso se nota en todo el empeño que pone en cada escena. Se agradece contar con un actor de su talla para proyectos tan ambiciosos como Smith.
La trama no es nada del otro mundo, y como digo, el guion de David Benioff y compañía es cuanto menos, conformista. Sin embargo, como película de conspiraciones y ciencia ficción, engancha. No es tan redonda como 'Yo, robot', por poner tan solo un ejemplo, pero deja buenas sensaciones y te hace reflexionar acerca de la industria armamentística y un posible avance hacia la autodestrucción, que es hacia dónde se encamina la sociedad.
Y más allá de las secuencias de acción, 'Géminis' se vendió como un prodigio técnico al recrear digitalmente a través de CGI a un actor al completo, Will Smith. Lejos de contar con secuencias en las que el intérprete se tiene que duplicar (actuar en dos encuadres diferentes), la película de Ang Lee apuesta por el cine digital, la película apuesta por clones recreados a través de la tecnología 3D HFR (High Frame Rate), rodando a 120 fotogramas por segundos (cuando lo habitual en cine es 24 fps).
El movimiento en pantalla es fluido, el Will Smith más joven y digital no desentona y las secuencias ganan muchos enteros. De nuevo, como he dicho varias veces a lo largo del texto, el problema es un guion que no busca hacernos reflexionar y que transmite menos que ese personaje CGI que buscaba revolucionar la industria.
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