Disney es una de las empresas audiovisuales más afectadas por el coronavirus, y hay un claro motivo tras ello: después de adquirir en los últimos años a marcas tan potentes como 20th Century Fox, Marvel Studios, Pixar o Lucasfilm, está claro que nos encontramos ante la productora más importante a nivel cinematográfico de todo el mundo, por lo que su número de proyectos es muy elevado. Después de que películas como Mulán o Jungle Cruise modificasen su fecha de estreno por el Covid-19, ahora es turno de Soul y Raya and the Last Dragon.
El caso del primer largometraje mencionado estaba claro: después de que Onward fracasase por haberse lanzado en plena explosión de la crisis sanitaria, Disney no se podía permitir que una producción de Pixar vuelva a conseguir pésimos resultados: Soul cambia su fecha (de momento, en los Estados Unidos, pero en las próximas horas se hará en todo el mundo) del 19 de junio al 20 de noviembre.
Raya and the Last Dragon, el próximo clásico de la compañía, también modifica su fecha: si se iba a estrenar el 25 de noviembre de 2020, ahora lo hará el 12 de marzo de 2021. Es decir, en el calendario de estrenos, Soul ocupará el lugar de Raya and the Last Dragon puesto que la primera está en una fase de producción más avanzada que la segunda. Nuevos retrasos en Disney que nos llevan a preguntar cuán de intensa será la crisis económica que se derivará de la sanitaria.
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